Funides presenta el devastador impacto económico del Covid-19»
Lucydalia Baca Castellón
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Funides presentó tres posibles escenarios del impacto del Covid-19 en la economía. El "optimista" hace palidecer el golpe de la crisis sociopolítica de 2018
El régimen Ortega-Murillo ha justificado la ausencia de medidas de contención contra la pandemia con el argumento que Nicaragua no puede paralizarse porque “se muere”. Sin embargo, las afectaciones ─externas e internas─ provocadas por esta crisis de salud pública, provocarán un retroceso de más de una década de todas maneras.
Las primeras proyecciones de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), anuncian una contracción de hasta 13.7 por ciento en 2020. Esto implicará que el PIB per capita pierda unos 263 dólares.
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Pero más allá de las cifras macroeconómicas, está el impacto social de estas en el desempleo y el incremento de los niveles de pobreza. En estos ámbitos se calculan incrementos de hasta 8.7 puntos porcentuales en la pobreza general y de hasta 3.7 puntos porcentuales en la tasa de desempleo abierto.
Al 29 de abril, Nicaragua registra oficialmente solo 14 casos de Covid-19 y 4 muertes. Esto la convierte en el país menos afectado del continente. Sin embargo, los estragos económicos son severos. Previo al surgimiento de la pandemia, la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), había proyectado una contracción de 1.1 por ciento 2020.
Amenazas internas y externas
Pero la semiparalización que enfrenta la actividad económica en casi todo el mundo, ha creado un nuevo escenario en el que la economía nicaragüense que enfrenta amenazas a través de dos vías. En primer lugar la externa porque las principales economías del mundo y los principales socios comerciales de Nicaragua registran importantes afectaciones económicas.
Eso según el Primer Informe de Coyuntura Económica (ICE) 2020 de Funides, se traslada a la economía nicaragüense a través de:
- Una menor demanda de la oferta exportable local
- Por la reducción de las remesas, ya que muchos migrantes, especialmente los que viven en Estados Unidos, han perdido sus empleos y no tendrán capacidad de mantener el ritmo de los envíos. Más de la mitad del monto total que se recibe cada año (1,501 millones de dólares en 2018) provienen de Estados Unidos.
- También, porque la paralización de transporte aéreo y el cierre de las fronteras terrestres de los países vecinos, impide la llegada de turistas extranjeros.
- Y porque ante la incertidumbre que genera la pandemia la Inversión Extranjera Directa (IED) no está fluyendo.
“Hay que mencionar que de estos cuatro sub-canales (arriba mencionados), dos de ellos se habían mantenido creciendo o relativamente estables desde el inicio de la crisis sociopolítica (en abril de 2018). Estamos hablando de que las exportaciones crecieron el año pasado y tenían un buen ritmo hasta marzo. Y las remesas crecieron 10 por ciento el año pasado”.
Primer Informe de Coyuntura Económica (ICE) 2020 de Funides
El auto-aislamiento terminó de paralizar la economía
Al ser interna la crisis sociopolítica que estalló en 2018, no había afectado las exportaciones ni las remesas. Pero el problema de de salud pública provocado por la Covid-19, es global y agrega a las amenazas externas un canal de afectación interno.
- El canal interno de afectación, según Funides es la respuesta de los agentes económicos locales a la cantidad de contagios. La respuesta de gran parte de la población ha sido auto aislarse
- La menor movilidad de la población impacta directamente en toda la economía. Pero afecta especialmente al transporte, los restaurantes, el comercio, los servicios y al sector inmobiliario
Funides aclara que los efectos del canal externo son distintos y no se traslapan con los del interno.
A esta serie de amenazas se suman las proyecciones que anuncian contracciones económicas globales nunca antes vistas. A partir de esto y pese a carecer de mucha información estadística que el Banco Central no publica desde hace varios meses, Funides plantea tres escenarios. Uno optimista, otro moderado y un tercero pesimista.
PIB caerá entre 6.5 y 13.7 por ciento
En el escenario optimista, la caída del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020 sería de 6.5 por ciento. En el moderado la contracción sería del 10.6 por ciento: y en el pesimista se ubicaría en 13.7 por ciento.
En el peor de los escenarios, el PIB per cápita que cerró el 2019 en 1,918 dólares, se reduciría hasta en 13.7 por ciento, para ubicarse en 1,654 dólares. Es decir, cada nicaragüense perderá 263 dólares.
“Si se materializan estos números veríamos un retroceso de aproximadamente entre siete años en el mejor de los casos y de hasta diez en el peor… Con el Covid-19 estamos hablando de un retroceso de hasta diez años. Nos estamos acercando a una situación de casi perder una generación en cuanto a desarrollo económico”, explica el Informe de Coyuntura Económica (ICE) de Funides.
Con esta caída, la economía nicaragüense cerraría su tercer año consecutivo de recesión. Con caídas de 4 por ciento en 2018 y 3.9 por ciento en 2019, contracciones que palidecen ante incluso el escenario "optimista" que plantea el impacto del Covid-19.
La economía entraría a la fase de depresión. De la que diversos especialistas han advertido, tomará años y miles de millones de dólares en inversión para retomar la senda del crecimiento.
Cumplimiento depende de la pandemia, dice Funides
El cumplimiento de estas estimaciones depende del desarrollo de la pandemia, por tanto, estarán en constante revisión.
También pueden variar si el país consigue cooperación externa adicional a la que ya está comprometida. Que las autoridades decidan inyectar liquidez a la banca como lo hicieron en 2018. Que se incremente el gasto público. O que el gobierno imponga medidas estrictas de distanciamiento social, entre ellas una cuarentena”, detalla el ICE de Funides.
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En el ámbito del empleo, el impacto social que la contracción proyectado por Funides provocará un incremento de hasta 3.7 puntos porcentuales en la tasa de desempleo abierto. Dicha tasa cerró el 2019 en 6.6 por ciento y con una contracción del PIB de 13.7 por ciento, puede elevarse hasta 10.3 por ciento.
Hasta 123,400 nuevos desempleados
En términos reales esto implicaría un incremento de entre 59,300 y 123,400 personas que pasarían a engrosar el ejército de desempleados, que al finalizar 2019 albergaba a 213,300 nicaragüenses.
El 2019 el porcentaje de personas en situación de pobreza rondaba el 28.2 por ciento. En el escenario optimista planteado por Funides, en 2020 este flagelo se extendería al 32.2 por ciento de la población. Es decir a más de 2 millones de nicaragüenses.
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Pero en el escenario pesimista se incrementaría al 36.9 por ciento. Eso obligaría a cerca de 2.3 millones de personas a suplir todas sus necesidad diarias con 1.76 dólares, que según el cambio actual son menos de 60 córdobas.
“Esto implica (perder) una década completa en términos de lo que se había avanzado en la erradicación de la pobreza… pasarán muchos años para que volvamos al 20.3 por ciento que se tenía en 2017”, lamenta Funides.
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