Plan de producción agrícola desconectado de la realidad»
Lucydalia Baca Castellón
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Así de desconectado de la realidad como aparece Daniel Ortega cada tres o cuatro semanas, igual está en el resto de su gobierno. Un ejemplo es el plan de producción agrícola
En medio de la advertencia de que este año, producto de la crisis generada por la pandemia, más habitantes del Corredor Seco padecerán hambre, las autoridades presentaron el Plan de Producción para el actual ciclo agrícola; pero el documento no contempla ninguna medida especial para esa zona, en la que, la sequía en unos años y las inundaciones en otros, dificultan la producción de los alimentos que consumen.
El problema de la producción de alimentos, según organismos internacionales, empeorará este año por los efectos de la pandemia. El plan tampoco le da mayor importancia a la escasez de financiamiento que enfrenta el sector desde el inicio de la crisis sociopolítica de 2018. Y que por efectos de la pandemia se ha agudizado y podría impedir que se cumplan las metas de siembra.
El acceso al financiamiento, sin mencionar escasez, es el penúltimo de los ejes del plan. El documento también ignora la reducción en la importación de insumos, que han reportado los distribuidores y cuyos efectos se reflejaran en los rendimientos de las cosechas de este ciclo.
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Esperanzas de producción agrícola puestas en el invierno
El Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio, para el ciclo 2020-2021 contempla un crecimiento del 4.5 por ciento en la producción nacional. Sustenta esas proyecciones en el pronóstico de una copiosa temporada lluviosa. Además, elogia los grandes logros del sector productivo en los últimos diez años. Y en su afán de engrandecer estos avances, pone en duda los reportes de oficiales de ciclos anteriores.
Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) el mundo no solo enfrenta la pandemia de la Covid-19, sino también una catástrofe humanitaria mundial. Y advirtió a los gobiernos que aunque todavía no hay hambrunas, sino actúan, pronto estas aparecerán.
“Si no nos preparamos ahora mismo para asegurar el acceso, evitar la falta de financiación y las interrupciones, podríamos enfrentarnos a múltiples hambrunas de proporciones bíblicas en unos pocos meses”, aseguró recientemente David Beasley, director ejecutivo del PMA.
Sin pandemia, el año pasado fue difícil
El año pasado, 3.2 millones de habitantes del Corredor Seco Centroamericano sufrieron hambre extrema. O lo que técnicamente se llama inseguridad alimentaria. Dicho corredor, incluye 33 de los 153 municipio de Nicaragua. Y este año, según el PMA, la cifra de afectados por el hambre se incrementará considerablemente. Para evitarlo, los gobiernos de Nicaragua, Honduras El Salvador y Guatemala, tienen que comenzar a implementar políticas de apoyo.
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Por su parte Antonio Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), aseguró que los sistemas alimentarios están fallando. Y que la pandemia del coronavirus está empeorando aún más las cosas. Por lo que de no adoptarse medidas de inmediato, cada día será más evidente que hay una emergencia alimentaria mundial inminente.
"Este año, es posible que unos 49 millones de personas más caigan en la pobreza extrema debido a la crisis de la Covid-19. El número de personas que sufren inseguridad alimentaria o nutricional aumentará rápidamente. Incluso en los países donde los alimentos son abundantes, vemos riesgos de disrupciones en la cadena de suministro de alimentos. Debemos actuar ahora para evitar los peores efectos de nuestros esfuerzos por controlar la pandemia".
Antonio Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU)
Ejes del plan de producción
Ignorando estas advertencias y a diferencia de otros ciclos, en los que por pronósticos de sequía se incluían estrategias de atención al Corredor Seco, el plan de este ciclo del régimen de Daniel Ortega, ni siquiera menciona el tema. Sus líneas de acción son:
- Productividad, eficiencia y calidad
- Innovación tecnológica, mejoramiento genético
- Prevención, vigilancia, control de plagas y enfermedades
- Seguimiento y atención a la variabilidad y cambio climático
- Mecanismo de abastecimiento, estabilización de precios, información de mercado
- Promoción de las inversiones y exportaciones 2020
- Promover los productos nacionales en todos los espacios de comercialización
- Promoción del acceso al financiamiento a través de programas productivos y comerciales
- Acciones para garantizar la seguridad en el campo
Tampoco menciona menos compras de insumos
El plan no explica cómo la tercera línea de acción, que habla del control de plagas, solventará la escasez de insumos. Desde el año pasado la Asociación Nicaragüense de Formuladores y Distribuidores de Agroquímicos (Anifoda) reporta ventas menores. El año pasado la entrada en vigencia de la reforma fiscal, elevó el precio de estos productos. Eso provocó que la venta de agroquímicos cayera aproximadamente 11 por ciento y la de fertilizantes 5 por ciento.
Desde hace más de un año el Banco Central no publica los datos de importación de estos productos. Sin embargo, el sector teme que este año se mantenga la tendencia de reducción del año pasado.
Anifoda también ha explicado que la falta de uso de estos insumos, se reflejará en el rendimiento de las cosechas de este año. Especialmente en de los cultivos permanentes como café, plátano, cítricos, palma, caña de azúcar y otros.
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El plan contempla la siembra de 1.55 millones de manzanas, la mayor parte de granos básicos. El área que refleja un incremento del 4.5 por ciento con respecto a las 1.43 millones de manzanas previstas a sembrar en el ciclo anterior. Pero aún está lejos de las 1.73 millones de manzanas que contempló el plan del ciclo 2017-2018.
Cifras muy similares a las de hace 15 años
Pese a este retroceso, según el titular del Ministerio de Agricultura (Mag), Edward Centeno, en los últimos diez años, es decir durante el gobierno de Daniel Ortega, el sector productivo ha crecido significativamente.
“La Producción Nacional de maíz y frijol que hemos tenido en los últimos 10 años ha sido de un avance muy importante. En los últimos 10 años pasamos de producir 2 millones de quintales de frijol, a 4.3 millones de quintales que fue con lo que cerramos el Ciclo Agrícola 2019-2020”.
Edwad Centeno, Ministro de Agricultura
Sin embargo, entre 2006 y 2007 ya se planificaba para producir alrededor del 4.5 millones de quintales, en medio de un auge de exportación de frijol rojo; y en los años 2011 y 2014 los planes de producción reportaron más de 5 millones de quintales de frijol en cada ciclo productivo. 2.2 millones destinados al consumo interno y el resto a las exportación.
En los años siguientes se dejó de publicar el plan. Y en 2017 cuando se volvió divulgar se mantenía la meta en 4.4 millones de quintales de frijol rojo y 100 mil de negro. Incluso durante el auge de la relación comercial con Venezuela, el frijol era uno de los principales productos que se enviaba a ese país. Y fue eso lo que impulsó la producción de frijol negro.
Ignora los grandes problemas
En el documento divulgado por el gobierno y en las presentaciones que ha realizado Centeno en los medios oficialistas, todo gira en torno a los grandes avances del sector. En ninguno se mencionan los problemas que pueden enfrenar los productores. Ni los de subsistencia en el Corredor Seco, ni los agroexportadores por la falta de crédito. Tampoco las crisis que enfrentan sectores como el café por la caída del precio internacional. O el sorgo, por la entrada de maíz amarillo y soya sin pago de arancel.
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