Emprendedores y comerciantes encuentran en el comercio electrónico una "vacuna" para la Covid-19»
Lucydalia Baca Castellón
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La pandemia aceleró la transición hacia el comercio electrónico que se venía gestando y según los especialistas la tendencia es irreversible. En Nicaragua por prevalecer el comercio informal el auge de las ventas en línea está en las redes sociales
En medio del confinamiento y el distanciamiento social que desde los primeros meses de 2020 se promueve para tratar de frenar el avance de la pandemia, la inventiva ha sido fundamental para sobrellevar el encierro. Y el uso de la tecnología para desarrollar el comercio electrónico, ha sido clave para mantener a flote algunos negocios. Por otro lado, para un segmento de consumidores se ha convertido en el mecanismo más efectivo para abastecerse sin salir de sus casas y exponerse al contagio.
Esta es una tendencia mundial de la que Nicaragua, pese a la prevalencia del comercio informal y a sus rezagos en cuanto a conectividad, no se ha quedado atrás.
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Siguiendo la tendencia del resto de la región, en Nicaragua NicaDelivery, Piki, Jumpers, Hugo y otras aplicaciones de compra son más visibles que nunca. Estas empresas, tanto nacionales como extranjeras, que ofrecen servicio de entrega a domicilio en muchas zonas del país han multiplicado sus operaciones. A través de ellas se puede adquirir comida, medicinas, víveres e incluso realizar cualquier tipo de “mandado” sin salir de la casa.
En su gran mayoría las aplicaciones están asociadas a empresas formales, pero que no tienen sitio web para ofrecer ventas directas. Entonces deben hacerlas a través de estas aplicaciones. Casi todas funcionaban antes de la pandemia pero las condiciones creadas por esta incrementaron su uso, su ganancia viene de cobrar una comisión a los establecimientos.
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En Nicaragua no existen estadísticas oficiales sobre el incremento del comercio electrónico. Ni siquiera de los usuarios de internet. El Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), que regula al sector no actualiza sus datos desde 2013. En ese año registraba 207,275 usuarios de internet y 6.8 millones de usuarios de teléfonos celulares.
Las redes sociales son la nueva pasarela para el negocio informal
Pero los negocios informales, que son la mayoría en Nicaragua y no tienen sitios web, también recurrieron al comercio digital para compensar la ausencia de compradores. A través de las redes sociales ofrecen sus productos. Los entregan a domicilio y enfrentando diversos riesgos, se las ingenian para compensar la carencia de los medios digitales de pago.
“Las redes sociales se convirtieron en el escaparate digital de los emprendedores. Durante la pandemia han sido la pasarela por excelencia para hacer ventas y compras”,
Sara Aviles, consultora en marketing digital
Mercado Oriental se multiplica en las redes sociales
Aunque no hay estadísticas la tendencia de crecimiento es evidente. En Facebook se encuentran varias replicas del Mercado Oriental. Ahí se ofrecen productos tanto para Managua como para otros departamentos. Y tal como ocurre en ese espacio físico, en el digital se ofrece de todo. Prácticamente desde un tornillo, hasta un apartamento de lujo en una exclusiva zona de la capital.
Las ofertas incluyen obviamente por todo tipo de vehículos --la mayoría usados-- y el catálogo más amplio de teléfonos celulares. Se pueden encontrar desde los modelos más antiguos hasta los más recientes, tanto nuevos como usados. La oferta también incluye todos los repuestos y accesorios que pueda necesitar.
Twitter también tiene su publicó. Inicialmente fue la vitrina de las artesanías y bisutería elaborada por los excarcelados políticos. Pero durante la pandemia la oferta se ha multiplicado, enfocada principalmente en alimentos, crudos y cocinados. Ahí se puede elegir desde el mejor café, queso, crema o nacatamal, hasta bocadillo, pasteles y todo tipo de comida, aunque no de restaurantes.
Instagram, aunque es más visual y su público es más joven, también está muy enfocado en el comercio. Muchos restaurantes, panaderías, pastelerías y otros negocios de comida, principalmente en los departamentos, ofrecen sus productos por esta red. También existe una extensa variedad de tiendas de ropa y zapatos, usados y nuevos, la mayoría de marcas reconocidas. Lo mismo que accesorios, maquillaje y perfumes.
Pandemia aceleró la transición
Para Horacio Borgen, director ejecutivo de la Cámara Nicaragüense de Internet y Telecomunicaciones (Canitel), el impulso que le inyectó la pandemia al comercio electrónico, aceleró la transición que se venía gestando. Pero en el caso de Nicaragua refleja la misma tendencia del comercio físico. La mayoría está en las redes sociales porque es más ágil, pero también porque son empresas informales.
Prevalecen los emprendimientos, que no tienen un sitio web y al no tener cuenta de banco no pueden aceptar pagos en línea. Ese además de un obstáculo, es un riesgo tanto para el vendedor como para el comprador. Ya que tienen que encontrarse en algún lugar para concretar el pago. El gran reto entonces es avanzar, porque el sitio web es la tienda virtual.
El avance ha sido "empírico"
Por su parte Avilés considera que todavía hay muchos obstáculos por superar, tanto en el campo de las leyes como de la bancarización. También considera necesario el desarrollo de una marca país para los emprendedores y que los consumidores dejen a un lado los temores y migren a los canales digitales. En definitiva, si hay avance en las plataformas digitales ha sido por el empuje de los mismos emprendedores y empresarios, y no por un apoyo institucional.
Mientras las empresas avanzan hacia la digitalización, las aplicaciones siguen ampliando sus servicios. Creando nuevos mecanismos para incluir los catálogos de los emprendimientos y el manejo de sus inventarios, para ayudarles a incrementar sus ventas.
¿Es mejor tener un sitio web?
Borgen, de Canitel, recomienda que los negocios desarrollen su propio sitio web. Desde ahí podrían ofrecer ventas directas, porque siempre es más confiable comprar directamente. El costo de crear una página web, dependiendo de la complejidad de su desarrollo, puede oscilar entre los 250 dólares y 1,000 dólares.
“Tienen que dejar de ver la tecnología como un gasto y entender que esa inversión los acerca a sus clientes. Actualmente en el país, solo alrededor de 500 empresas ofrecen sus productos directamente desde sus sitios web".
Horacio Borgen, director ejecutivo de la Cámara Nicaragüense de Internet y Telecomunicaciones (Canitel)
Sin embargo, tener una página web es solo el costo inicial. Ese sitio hay que alimentarlo con los productos, mantenerlo, asegurarse que no se caiga, crear redes sociales relacionadas y, si se pretende cobrar a través del sitio, ofrecer de la mano de un banco una "pasarela de pago" que garantice seguridad y agilidad al proceso.
Lo que sí deben tener claros los empresarios y emprendedores es que las redes sociales son las nuevas vitrinas de las tiendas, y las "tiendas" ya no son necesariamente edificios o módulos, ahora pueden ser virtuales.
En junio el comercio minorista creció 431% en Latinoamérica
Según cálculos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), mientras la población permanecía confinada, el uso de la tecnología se disparaba. En algunos países el tráfico en sitios web y el uso de aplicaciones de comercio electrónico creció más de 150 por ciento. En junio de 2020, con respecto al mismo mes del año pasado en Latinoamérica la presencia en la red, de empresas de comercio minorista, aumentó 431 por ciento. El incremento en el caso de restaurantes y servicios de entrega de comida fue de 331 por ciento.
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