Ortega podría obtener fondos líquidos del BCIE»
Lucydalia Baca Castellón
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El BCIE está desarrollando por primera vez la modalidad de apoyo líquido para los países de la región, eso le permitiría a Ortega acceder a fondos frescos
En medio de las dificultades que enfrenta para financiar el presupuesto del próximo año; y ante la falta de apoyo líquido de organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM), el régimen Ortega-Murillo hace gestiones para obtener apoyo presupuestario no vinculado a destinos específicos de parte del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Hasta ahora, las normas del BCIE solo permiten la entrega fondos comprometidos con proyectos específicos; pero el banco regional está diseñando la modalidad de préstamo de apoyo presupuestario (fondos líquidos) que tanto Costa Rica como Nicaragua "están desesperados por obtener" dijo una fuente.
El cambio de modalidad de financiamiento se realizaría porque actualmente el BCIE “está imposibilitado de brindar recursos a países en situaciones de crisis o similares”.
De lograrse el cambio de condiciones, Ortega recuperaría un esquema de cooperación que Nicaragua obtuvo de otros organismos financieros y países en 2005 y que le fue suspendido a raíz del fraude electoral municipal del 2008. Desde entonces el país solo recibe financiamiento dirigido a proyectos específicos.
De acuerdo a las proyecciones de la propuesta de Presupuesto General de la República para 2020, el BCIE será el principal financiador del régimen. Los desembolsos por 3,278 millones de córdobas para la ejecución de proyectos que tiene previsto entregar el próximo año, representan el 35.4 por ciento del monto total del financiamiento que se estima en 9,242 millones de córdobas.
El BCIE aportará también 322 millones de de córdobas en concepto de donación. Dicho monto representan el 17 por ciento de los 1,890 millones de córdobas que el país espera recibir en 2020 bajo este concepto. Sin embargo, los préstamos y donaciones están destinados a financiar proyectos específicos.
El BCIE está en proceso de crear la modalidad de apoyo presupuestario
Las gestiones para cambiar la modalidad de entrega del financiamiento para obtener recursos que el régimen utilizaría a su conveniencia, estarían a cargo de la nueva economista jefe del BCIE, la mexicana Florencia Castro Leal, ex-funcionaria del Banco Mundial.
Castro Leal conoce bien Nicaragua, fungió como economista de la misión del Banco Mundial en el país. 4to. Mono intentó contactarla en sus oficinas en la sede del BCIE en Honduras, pero no fue posible que atendiera nuestras llamadas.
De concretarse el cambio de modalidad no será exclusivo para Nicaragua; de momento, el otro país que también está buscando apoyo presupuestario de libre disponibilidad es Costa Rica.
En Nicaragua por la política de secretismo impuesta por Ortega no se conocen detalles de esta gestión, pero en Costa Rica la ex-ministra de Hacienda Rocío Aguilar y el director del BCIE en ese país, Ottón Solís han confirmado su avance.
Ellos han informado que hace varios meses se conformó una comisión que analiza la posibilidad del cambio de modalidad de entrega de financiamiento; y que el proyecto cuenta con el respaldo del presidente ejecutivo de la institución, el hondureño Dante Mossi.
“El problema en la actualidad es que el banco solo brinda apoyo a proyectos de inversión específicos. Estos empréstitos sirven para necesidades muy concretas pero no permiten atender implicaciones económicas más amplias, como apoyar la sostenibilidad económica de los países”, ha explicado Solís a medios de comunicación de Costa Rica.
México y Argentina ahora favorecerán a Ortega
Si la comisión conformada de luz verde al proyecto, la decisión deberá ser ratificada por la Asamblea de Gobernadores y podría estar lista a finales de este año o principio de 2020.
La Asamblea de Gobernadores del BCIE está integrada por los ministros de hacienda de los catorce países miembros: cinco socios fundadores (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica), socios regionales no fundadores (Panamá, República Dominicana y Belice) y los socios extra-regionales (México, Taiwán, Argentina, Colombia, España y Cuba).
“Con la llegada del funcionario nombrado por el nuevo gobierno de Argentina que respaldará a Nicaragua como lo hizo desde su llegada el representante del gobierno de Manuel Andrés López Obrador de México, Nicaragua está muy cerca de obtener este tipo de préstamos”, dice un economista que prefiere no revelar su identidad.
Para aprobar un cambio de este tipo se requieren al menos cuatro votos de socios fundadores y al menos uno de los socios extra-regionales.
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Según algunos economistas los fondos no vinculados a destinos específicos se pueden utilizar de acuerdo a las prioridades de los gobiernos, que en muchos casos están relacionadas a la necesidad de fortalecer la acumulación de Reservas Internacionales.
De recuperarse el apoyo presupuestario de libre disponibilidad ─esta vez a través del BCIE─ Ortega resolvería un gran problema, ya que según economistas, hasta septiembre la acumulación de reservas ha dependido de la subejecución de retiros de los desembolsos de préstamos orientados a proyectos que entran al Banco Central.
“El apoyo presupuestario en divisas líquidas, al destinarse a acumular reservas, permitiría liberar esos préstamos destinados a proyectos y lograr mayor ejecución del gasto de capital”, explica otro economista que también prefiere no identificarse.
Costa Rica quiere el apoyo para sustituir deuda interna
Costa Rica argumente que necesita el apoyo presupuestario del BCIE para sustituir la deuda interna, ya que este tipo de créditos ofrece mejores condiciones que las negociadas en los mercados internos, cuyas tasas rondan el 10 por ciento anual.
Aunque Nicaragua no ha expresado sus razones, tiene una situación un tanto peor a la del vecino del sur con su deuda interna, ya que actualmente las tasas rondan el 12 por ciento.
El presupuesto de 2019 proyectó la emisión de unos 9 mil millones de córdobas en bonos de la República (unos 286.4 millones de dólares) para financiar el déficit del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) y el remanente del déficit presupuestario.
Inicialmente los ofreció a una tasa del 9 por ciento, pero ante la falta de compradores redujo la proyección de emisión y en agosto elevó el rendimiento a 11.4 por ciento y en septiembre a 11.7 por ciento.
Costa Rica ha tocado varias puertas
Pero ante la necesidad de sustituir la deuda interna, Costa Rica no se ha limitado a buscar recursos a través del BCIE. También planea emitir bonos en euros para el mercado internacional, pagó 120 millones de dólares en membrecía a la Corporación Andina de Fomento (CAF) para recibir a cambio un crédito por 500 millones de dólares y negocia un crédito similar por 350 millones de dólares con el BID.
Al menos en el corto plazo Nicaragua no puede acceder a financiamiento del CAF, ya que aún no es socia de la entidad. Pero de lograr que el BCIE le entregue apoyo presupuestario de libre utilización, Ortega recuperaría un esquema de cooperación que perdió por el fraude electoral de 2008.
En 2005 Alemania, Finlandia, Noruega, Holanda, Reino Unido, Suecia, Suiza, la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial (BM) y la Comisión Europea crearon el Grupo de Apoyo Presupuestario (GAP) para Nicaragua al que en 2008 se unió el BID.
El acuerdo tenía una duración de cinco años con opción a renovarse y estaba basado en el avance de la estrategia de reducción de la pobreza. Entre 2005 y 2009, entre donaciones y préstamos el GAP le entregó a Nicaragua 309 millones de dólares.
El Grupo de Apoyo Presupuestario se retiró por el fraude de 2008
Por la falta de transparencia en las elecciones municipales de 2008 la mayor parte de miembros del Grupo de Apoyo Presupuestario (GAP) suspendieron los desembolsos. Inicialmente solo los mantuvo el Banco Mundial que los suspendió en 2009 y la Comisión Europea que los suspendió en 2010, cuando el GAP anunció la suspensión definitiva de la entrega de recursos de libre disponibilidad y altamente concesionales. Solamente el BID mantuvo el esquema bajo el nombre de préstamos de políticas.
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