En medio de la pandemia que ya ha contagiado a cerca de 1,356,780 personas en el mundo y ha cobrado la vida de más de 79,385 al 8 de abril, el coronavirus sigue propagándose. Pero no avanza solo. Las noticias falsas, son las fieles acompañantes del coronavirus en su galopante recorrido por el mundo.
Pero en el caso de Nicaragua, la situación se complica porque hay una preocupante ausencia de información oficial. Con la crisis sanitaria, en lugar de abrir canales de comunicación como recomendamos en un artículo en febrero, más bien se agudizó la política de secretismo instaurada en 2007, cuando Daniel Ortega retomó el poder.
Es tal el nivel de secretismo y de ausencia de comunicación entre el Ejecutivo y el pueblo, que tras 27 días de ausencia, los rumores sobre su muerte de Ortega se multiplican. Sin embargo, no es la primera vez que esto ocurre y quizás tampoco sea la última. Sus ausencias se han vuelto parte de su estilo de gobernar. Lo verdaderamente grave, es la clara incapacidad y falta de liderazgo del dictador en los momentos que realmente se necesita que el presidente esté al frente.
Y con respecto al manejo de la pandemia. A diferencia de lo que ocurre en el resto del mundo, en Nicaragua se desconoce la estrategia para enfrentarla. Además, se ha establecido un conteo distinto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció en sus protocolos estadísticos cuatro categorías: casos confirmados, muertes, recuperados y casos activos. Luego se suman las cuatro para reportar un gran total. Dicho esquema ha sido replicado por las universidades y organismos que llevan conteos paralelos.
Sin embargo, en manejo discrecional de la información, el régimen y la vicepresidente Rosario Murillo en particular, ha decidido extraer de la lista al fallecido y luego a las dos personas que se han curado. Con ello, en lugar de reportar seis casos confirmados, las autoridades solo hablan de tres. Aunque los conteos regionales y mundiales siguen reportando seis: tres casos activos, dos curados y un muerto.
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La manera "sui géneris" de contar de Murillo y todo el manejo de la crisis en Nicaragua ha causado contradicciones con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) , que se ha visto obligada a expresar públicamente su preocupación por el manejo "inadecuado" de la pandemia en el país, luego de haberlo dado a conocer al régimen en privado "formal e informalmente".
Llama la atención que en el reporte de la OPS, Nicaragua es el único país de América que reporta “tipo de transmisión” indeterminada. Otra duda que surge con respecto a la poca información brindada, es que uno de sus aliados ha puesto en duda la afirmación de que en Nicaragua aún no hay contagio local.
Las autoridades locales mantienen que los seis casos reportados hasta el 7 de abril son importados, pero no de detalle de qué departamento o zona del país son. Solo mantiene que en el país aún no hay “transmisión local y comunitaria”. Algo que se ha puesto es duda por información ─ironías de la vida─ proveniente de Cuba, que ha sido mucho más transparente en el manejo de esta crisis.
Entre los 457 casos confirmados que Cuba reporta al 7 de abril, tres de los casos importados registran a Nicaragua como fuente de infección. Una mujer de 54 años que ingresó a la isla en 16 de marzo, es decir dos días antes de que Nicaragua reportara su primer caso. Otra mujer de 38 años que entró en 23 de marzo. Y una tercera mujer de 58 años de la que no se especificó la fecha de ingreso. Hasta ahora las autoridades nicaragüenses no han explicado cómo se contagiaron estos visitantes si en el país aún no hay transmisión comunitaria.
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El parte diario del régimen cubano se transmite por televisión, también se publica en el sitio web del Ministerio de Salud. Este omite el nombre de los pacientes. Pero detalla el sexo, la edad, el municipio y provincia donde habita, el país o ciudad donde se contagió, el hospital donde está ingresado y el estado del paciente.
Se desconoce si a Cuba se le ha exigido una aclaración sobre el tema de los contagios en Nicaragua. Pero por ser un aliado ideológico de Ortega, se descarta la tesis de que es parte del plan para desestabilizarlo. Ya que a así son calificadas las denuncias de diversas organizaciones y medios de comunicación independiente, que reclaman la falta de acciones para prevenir el avance de la pandemia.
De no ser por las vacaciones de Semana Santa, el sistema escolar público seguiría funcionando normalmente. Y es que mientras en su discurso oficial, las autoridades dicen estar trabajando para controlar el contagio, en la práctica en lugar de promover las medidas de aislamiento social aconsejadas por la OMS, siguen promoviendo actividades masivas.
Durante la Semana Santa tienen previsto realizar 80 actividades masivas en playas y centros de recreación. Pese a que gran parte de la población se ha auto aislado, para prevenir el contagio.
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Incluso, el diputado oficialista Nasser Silwany, llegó al punto de acusar a los empresarios del sector turístico de suspender deliveradamente sus operaciones durante las vacaciones de Semana Santa. Solo para agudizar la crisis económica que enfrenta el país desde el estallido social de 2018.
Hasta hace pocos días grupos afines al gobierno y agentes de la policía se burlaban de quienes usaban mascarillas. Incluso se las quitaban a las personas que salían a las calles usándolas como medida de prevención.
En el marco de esta crisis en El Salvador y Guatemala también destituyeron al ministro y viceministro de Salud respectivamente. Igual que en Nicaragua, en esos países tampoco se supo qué provocó la sustitución de los funcionarios.
En el caso de El Salvador lo más llamativo es que su presidente Nayib Bukele acostumbre “gobernar” desde las redes sociales. Pero críticos aseguran que maneja la información a conveniencia y que esta crisis no ha sido la excepción, ya que la información es muy escasa.Ministerios con poca información
Aunque ha tomado decisiones que todos aplauden, el manejo de la información es muy criticado. Muchos se sienten informados porque Bukele suele hacer anuncios a través de sus redes. Pero si se ingresa al sitio web del Ministerio de Salud, la pandemia no es el tema más destacado. Y la información sobre los casos no es muy especifica ni está colocada en la portada del sitio. Esta escasez de información solo es superada por Nicaragua, ya que el sitio web del Minsa ni siquiera lleva un conteo de los casos.
En el resto de los países de Centroamérica los Ministerios de Salud han rediseñado sus sitios web para enfocarlos en la pandemia. Han agregado estadísticas, recomendaciones, orientaciones a los posibles afectados y otra información de interés sobre el tema.
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