Haciendo a un lado la extraña separación anunciada hace pocos días, los dirigentes de la Alianza Cívica (AC) y la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) se volvieron a juntar. Esta vez para hacer un nuevo llamado a las fuerzas políticas y sociales del país a integrar la gran coalición nacional. También anunciaron que el próximo 25 de febrero la coalición presentará su proclama política junto a todos sus aliados.
“El plazo para la proclama de la coalición nacional es desde ahora hasta el 25 de febrero, aunque la puerta continuará abierta… pero el 25 de febrero vamos a dar un anuncio de cuáles han sido los movimientos políticos, los partidos políticos y las agrupaciones que hayan aceptado sumarse a esta coalición”, señaló Felix Maradiaga, miembro del consejo político de la UNAB.
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A partir de ahora inicia un periodo de negociaciones con todas las fuerzas políticas y sociales del país, sin exclusión.
La meta es “eliminar el divisionismo, el personalismo y con un sentido de honestidad. Es decir, eliminar esta cultura política de la triquiñuela y de la deshonestidad”, dijo el director ejecutivo de la AC, Juan Sebastián Chamorro.
Aunque desde hace varios meses ha habido acercamiento con los partidos políticos y organizaciones sociales, a partir de ahora las negociaciones estarán enfocadas en concretar la inclusión de la mayor cantidad de organizaciones políticas y sociales a la coalición.
“Hemos trabajado fuertemente en establecer principios que van a regir la participación en la coalición. El primer principio es la inclusión, en todos los partidos políticos nicaragüenses hay gente de buena voluntad… La primera diferencia que hacemos como coalición es que realmente hay una diferencia entre las cúpulas y las bases
Felix Maradiaga, miembro del consejo político de la UNAB.
Según Maradiaga los únicos partidos políticos que no participaran en la coalición serán los que se autoexcluyan. Una de las muestras que exigirán a estas organizaciones para incluirlas, será su ruptura total con el régimen.
Aunque el objetivo de la AC y de la UNAB es integrar a la mayor cantidad de organizaciones políticas y sociales en la coalición, también tienen una estrategia para llegar a los nicaragüenses que no están organizados, y que constituyen el gran universo de votantes, ya que para ambas organizaciones lo importante es que “todos los nicaragüenses” se metan bajo la gran bandera de la coalición.
La Alianza Cívica y la UNAB están desarrollando un proceso de fortalecimiento de las estructuras territoriales.
"De tal manera que si uno está en un distrito de Managua o si está en un municipio del centro, norte, sur o del Pacífico del país se va poder acercar a la Alianza Cívica si lo desea, a la Unidad Nacional si lo desea, o a su organización o al partido político que desee”.
Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Alianza Cívica.
La gran coalición nacional representaría a la oposición en las próximas elecciones; y según sus organizadores, consolidarla será el primer paso para repotenciar la lucha cívica que inició en abril de 2018.
El segundo paso es impulsar las reformas que permitan realizar un proceso electoral libre y transparente, que ponga fin a la crisis sociopolítica que enfrenta el país desde hace casi dos años.
Dos años en los que miles de nicaragüenses han perdidos sus empleos y más de un millón ha cruzado la línea de la pobreza.
La meta de los organizadores de la coalición es obtener la personería jurídica para participar en las elecciones. Pero de acuerdo a la Ley Electoral, tendrían que recibirla un año antes de realizarse el proceso.
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Por tanto, tendrían que recibir ese aval antes de noviembre de 2020 para participar en el proceso electoral, si es que se realiza en 2021. En el remoto caso de que se adelanten las elecciones, la única forma de participar sería usando la casilla de alguno de los partidos políticos que se integre a la coalición.
El problema es que la negociación de las reformas electorales, podría hacerse tal como pretende el régimen Ortega-Murillo, solo con los partidos aliados.
Pese a que la AC es el interlocutor de las negociaciones, su comunicación con las autoridades se mantiene en punto muerto. Por tanto, su inclusión en la negociación depende de la presión internacional.
“El gobierno obviamente tiene una posición de querer mantenerse sin ningún cambio. Pero eso significa que vamos a ver una comunidad internacional actuando y eso va a significar que el ciudadano nicaragüense va a seguir siendo afectado”.
José Adán Aguerri, presidente del Cosep y miembro de la Alianza Cívica.
No obstante, “el gobierno tiene la oportunidad de buscar un cambio que permita que todos los ciudadanos nicaragüenses, incluso los que están con el gobierno, no sean afectados”, aseguró José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y miembro de la Alianza Cívica.
Los organizadores de la gran coalición también advierten que una reforma electoral, solo con el aval de los partidos aliados y que no tome en cuenta la posición de la AC y la UNAB, que cuenta además con el respaldo de la comunidad internacional, para lo único que servirá será para prologar la crisis.
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