Quizá sea la edad o que con el paso de los años la paranoia y el miedo se han incrementado tanto o más que las canas que Daniel Ortega esconde con el tinte; pero a pocos días de cumplir 75 años no dio la cara para guiar al país que enfrentaba un desastre natural. Después de todo, eso es lo que se espera de un presidente.
Según Pablo Emilio Barreto, periodista retirado y simpatizante del régimen; a finales de octubre de 1988, Ortega que entonces tenía 43 años, se puso al frente de la emergencia provocada por el huracán Joan.
En su blog personal Barreto escribió: "En cuanto el Centro Meteorológico de Miami y su homólogo nacional, el Instituto de Estudios Territoriales dieron la voz de alarma de la formación del huracán a varios miles de kilómetros al Este de las costas nicaragüenses; el régimen sandinista reunió de emergencia al gabinete de gobierno y decretó Emergencia Nacional. Personalmente el jefe del gobierno, Daniel Ortega Saavedra, se trasladó a Bluefields. Para organizar la evacuación allí, porque según los cálculos ese sería el sitio más golpeado por el paso del Huracán Joan".
Años después, ya en la oposición desde donde se ufanaba de "gobernar desde abajo", también salió a atender la emergencia provocada por el huracán Mitch.
El mismo periodista narra en su blog: "Inmediatamente después de ocurrido el fatídico huracán Mitch, grupos de militantes sandinistas encabezados por Daniel Ortega Saavedra se movilizaron con caravanas de ayuda: comida, ropa, zapatos, medicinas, etc; hacia sitios como Posoltega, Estelí, San Juan de Limay, Somoto y Wiwilí. Donde Daniel denunció la mezquindad mostrada en esos momentos por el gobierno de Arnoldo Alemán Lacayo; quien mandó a politizar la tragedia y las ayudas llegadas del exterior y del interior del país", reseñó Barreto al acusar a Alemán de politizar la asistencia a los damnificados.
Ahora Ortega, usando a su Policía, impide que los nicaragüenses se organicen para llevar ayuda a sus compatriotas en el Caribe Norte.
En septiembre de 2007, ya de nuevo en el poder y con 62 años, Ortega "enfrentó" un nuevo fenómeno natural: el huracán Félix. De este desastre si existen evidencias de que por lo menos anunció que visitaría a los damnificados. Y una vez que el ciclón pasó por Bilwi, se le vio recorriendo la zona. Según el desaparecido periódico El Nuevo Diario, Ortega regresó consternado de Bilwi.
A finales de noviembre de 2016 Ortega Saavedra tuvo que "enfrentar" otro huracán: el Otto que provocó cuantiosos daños en el Caribe Sur del país. En esta ocasión Ortega, que a la sazón tenía 71 años, prefirió "dirigir" las operaciones desde la comodidad de su residencia en El Carmen. Así se le aprecia en fotos oficiales de la época, leyendo mapas y dando instrucciones.
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La ausencia de Ortega en el teatro de operaciones fue notoria y llamó la atención de los medios de comunicación, incluso los internacionales. El diario español El País en una nota titulada Daniel Ortega, el presidente ausente, destacó la decisión de Ortega de delegar sus funciones.
"El mandatario de Nicaragua delega en su esposa la respuesta a la emergencia generada por el huracán Otto y de un terremoto de siete grados", plasmó en su nota el diario europeo.
Trece años después del paso de Félix, un nuevo huracán provocó graves daños en comunidades de la Costa Caribe Norte. El huracán Eta causó destrozos en Bilwi y otras comunidades aledañas. Pero la consternación que mostró Ortega durante su visita a esa zona en 2007 ahora no la pudimos apreciar.
Pues simplemente no se le vio la cara durante la emergencia. Ni siquiera en fotos con las autoridades de Sinapred o del ejército. Es esta emergencia es como que no existiera.
Mientras Ortega sigue ausente, sus colegas centroamericanos han estado al frente de la emergencia. Los presidentes de los países vecinos que sufirieron con la misma intensidad la fuerza del huracán; han permanecido en los últimos días tomando decisiones para mitigar el impacto del fenómeno.
El huracán Eta tocó tierra en el Caribe Norte el 3 de noviembre y desde entonces ha perdido fuerza. Ahora avanza sobre Centroamérica convertido en Tormenta Tropical. A su paso ha provocado destrucción y muerte, principalmente en Honduras y Guatemala.
Por su ubicación geográfica, históricamente Nicaragua ha sido afectada por fenómenos naturales. Pero fue durante la presidencia de Arnoldo Alemán Lacayo que el país padeció la mayor de las desgracias provocadas por un huracán; a finales de octubre de 1998 causada por el Mitch.
Lo más dramático fue el deslave en el volcán Casitas, que provocó más de dos mil muertos. La amenaza del fenómeno natural se minimizó. Eso impidió el desalojo de los pobladores del municipio de Posoltega; y gran parte de ellos fueron enterrados por la corriente de lodo.
Ante las sospechas de manejos dudosos de la ayuda que el gobierno de Alemán brindaba a los afectados; nombró al entonces vicepresidente Enrique Bolaños Geyer como presidente del Comité de Emergencia.
Veinticinco días después de finalizado el trágico evento Bolaños Geyer presentó el informe Enfrentando al Mitch; en el que detalla hasta el más mínimo detalle del uso de los recuros invertdos.
De ahí nació su propuesta para que se creara el Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención a Desastres (Sinapred). Que es una de las pocas estructuras que Ortega ha preservado durante su administración.
Sin embargo, meses después de la tragedia salieron a luz acusaciones de corrupción; en el manejo de los fondos donados a raíz de las gestiones de cooperación internacional. Uno de los casos más sonados fue el de la construcción de una terraza en la propiedades de uno de los colaboradores cercanos de Alemán; que años más tarde fue encarcelado. Pero el sistema de justicia consideró que el conocido funcionario y actual diputado en la Asamblea Nacional; era inocente por lo que su mansión veraniega le fue devuelta.
El presidente norteamericano de entonces, Bill Clinton, el francés Jacques Chricac y la reina de España, Doña Sofía, visitaron el país en solidaridad por la tragedia del Mitch.
Durante su presidencia a Bolaños Geyer le tocó enfrentar los efectos del huracán Beta, que afectó al país a finales de octubre del 2005. La experiencia adquirida durante la emergencia del Mitch fue determinante para enfrentar este nuevo fenómeno. Desde que se conoció la amenaza de la entonces tormenta tropical; con suficiente antelación dispuso del Ejército para evacuar a la población de Bilwí.
Convertida en huracán categoría 4, con vientos superiores a los 170 kilómetros por hora, Beta desvió su rumbo hacia el sur. Pero no hubo victimas que lamentar. Bolaños Geyer envió a la zona a los ministros de Defensa, Gobernación y Salud y al director de Sinapred. Para que desde allí coordinaran acciones con la Defensa Civil del Ejército y las autoridades Regionales del Caribe Norte.
Con su actuación durante el reciente paso del huracán Eta, Ortega ha demostrado que ya no gobierna; y que en Nicaragua, su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, maneja a control remoto las emergencias. Algo similar a lo sucedido con la emergencia sanitaria ocasionada por la Covid-19.
Ortega ya está listo para postularse para una nueva elección a su manera; y violando la ley utiliza el poder para obligar a las estaciones de radio y televisión a encadenarse para festejar eventos partidarios. Pero ni siquiera tuvo la cortesía de solidarizarse con las víctimas del huracán Eta. Fue su consorte la que se refirió al tema; a través de sus habituales mensajes telefónicos a los medios de comunicación que manejan sus hijos.
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