Tenemos una profunda preocupación por este impasse, creemos que hay un sentido de urgencia. No estoy de acuerdo ─aunque respeto el punto de vista─ pero no estoy de acuerdo con quienes sostienen que no es el tiempo de candidaturas. Creo que los tiempos como bien lo decis están sobre nosotros. En ese sentido las propuestas están orientadas concretamente a lo siguiente:
Primer lugar, confiar en la Comisión de Buena Voluntad y aceptar la invitación de esa Comisión; integrada por personas tan notables como Denis Martínez, el doctor (Carlos) Tunnerman, Fabio Gadea. Ellos no tienen un interés político-partidario, no están participando en ninguno de los grupos en contienda; y me parece que ahí está la primera gran posibilidad.
En segundo lugar, responder de inmediato a esa invitación y hemos dicho que aceptamos un dialogo dentro de la misma oposición sin ninguna condición. Lo hemos dicho por escrito, lo hemos dicho públicamente, le hemos mandado el mensaje a la Comisión de Buena Voluntad; y también a nuestros hermanos y amigos de la Alianza Cívica y de Ciudadanos por la Libertad (CxL).
En tercer lugar, además de confiar en la Comisión de Buena Voluntad, mandar el mensaje de diálogo abierto y sin condiciones; el tercer paso ha sido proponer una consulta ciudadana de los dos bloques. Es decir, de que el liderazgo de la oposición surja de un proceso en el que sea la ciudadanía la que decida, a través de un proceso de consultas aleatorias. Para que no haya ninguna sospecha de que un grupo está controlando el proceso. Hemos propuesto la metodología, hemos respondido a la comisión de Buena Voluntad y francamente no sabemos, en el caso de la Unidad Nacional qué más podríamos hacer. Estamos confiando en que tendremos una respuesta.
Todos los esfuerzos humanos que están a nuestra disposición. Hemos tocado las puertas, hemos tratado de romper el hielo, hemos usado canales no oficiales para mandarle mensajes a los otros bloques de oposición. Hemos guardado silencio ante una campaña permanente de descalificación, de desprestigio porque no podemos tomar esto personal. Cada vez que surge una campaña como esta, tanto contra la Coalición, contra la Unidad o contra los candidatos de la Coalición, hemos tomado la decisión colegiada o por lo menos de mi parte he mantenido ese compromiso de no asumirlo de manera personal. Porque pensamos en los exiliados, en los presos políticos, en el dolor de las personas desempleadas y creemos que ese dime que te diré desgasta a la población, a la opinión pública, no abona en nada. La opinión pública siente que estamos desgastados en problemas intestinos de la oposición, entonces sí estamos haciendo todos esos esfuerzos.
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Me es difícil entenderlo porque de nuestro lado como repito, hemos tendido los puentes, hemos abierto las puertas, hemos dicho que no tenemos ninguna precondición. Simple y sencillamente estamos pidiendo que haya un proceso de consulta; porque creo que la ciudadanía no va a aceptar ningún dedazo; la ciudadanía no quiere liderazgos impuestos en salones a puerta cerrada. Pero también hemos dicho que tenemos que cerrar filas alrededor de demandas concretas: libertad de los presos políticos, reformas electorales, condiciones habilitantes, estos son temas en los que creo que podemos coincidir.
Pero además de eso, quiero ser optimista porque cuando hemos conversado con los liderazgos de las otras facciones a nivel territorial los mensajes que escucho de la gente de municipios de Villa El Carmen, San Rafael del Norte, El Crucero, Ticuantepe, Masaya, distritos de Managua, a nivel local para darte algunos ejemplos, son mensajes de unidad.
Que quiero decir con esto, que aunque a veces escuchamos voces que no muestran voluntad de diálogo, las bases de ambas expresiones --tanto Coalición Nacional como Alianza Ciudadana-- quieren la unidad; esa es la demanda de la ciudadanía. Yo diría incluso que no unirnos sería visto como un acto de traición; no unirnos sería un acto de traición a la gente que más sufre, a la gente que ha perdido a sus familiares por la represión del régimen.
Nosotros como unidad nacional hemos decido luchar hasta el último minuto por la unidad, no queremos pensar en escenarios en los cuales no logramos la unidad. Pero tenemos un compromiso vinculante, es decir firmado con asociaciones de víctimas y tenemos un compromiso formal con la Asamblea Ciudadana de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).
Nosotros tendríamos que convocar a toda nuestra membresía para evaluar las reformas electorales, los escenarios de unidad; en todo caso en estos momentos nos estamos organizando para ir a elecciones. No a cualquier elección porque no vamos a aceptar un circo electoral.
Pero estamos fortaleciendo nuestra presencia en todos los territorios, estamos haciendo cabildos con los liderazgos locales; tenemos una propuesta de Plan de Nación que se está consultando; estamos redoblando esfuerzos de presión internacional con la comunidad internacional. Recientemente tuvimos una presentación muy fructífera con el Parlamento Europeo, vamos a hacer lo mismo con otras instancias internacionales. En resumen creemos que lo fundamental es cohesionarnos, organizarnos porque la ciudadanía ya tomó la decisión de salir de la dictadura.
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En el caso de la Coalición Nacional existe una propuesta que no es definitiva, porque hemos estado esperando respuesta de los otros colegas. Hemos estado esperando que dé resultado la Comisión de Buena Voluntad, entiendo que en los próximos días habrá dos reuniones sumamente importante alrededor del Plan de Nación.
Porque nosotros hemos sostenido que la unidad no debe ser alrededor de una casilla o alrededor de un nombre. La unidad debe ser alrededor de un proyecto de nación. Un proyecto que coloque en el centro de atención el grave problema del desempleo; el problema de la represión; el de la falta de seguridad en el país: y el problema de los presos políticos.
Y alrededor de esos grandes compromisos vamos a atender el llamado de la Comisión de Buena Voluntad que a su vez está avalando ─según entiendo─ un proceso de consulta ciudadana que estaría conformado por varias encuestas.
No conozco los detalles porque esto lo está trabajando una comisión de expertos, pero según lo que nos han explicado, ese es el método que se ha propuesto y en todo caso nosotros hemos dicho lo siguiente: el método es secundario, lo fundamental es llegar lo más rápido posible a una estrategia común de cara a la dictadura.
Ese es el espíritu del acuerdo y yo confío en que no habrá ningún problema; y que todas las personas que lo hemos firmado vamos a aceptar el método común.
El método establece claramente que se tienen que evaluar todos los liderazgos que estén dentro o fuera de la Coalición. Pero obviamente la última palabra la tendrán los candidatos que decidan someterse al método o no. Pero está abierto totalmente para consultar incluso como repito, a liderazgos que no están dentro de la Coalición.
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Mira, son retos diversos y muy grandes. Creo que sería sin duda el escenario político más complejo de la última generación. Pero concretamente veo cinco áreas problemáticas que van a requerir enorme atención.
La primera es generar resultados muy rápidos en materia económica, en materia de crecimiento incluyente y generación de oportunidades de empleo. Es decir, el país está realmente pasando por una recesión profunda y no hay democracia que no esté acompañada del pan de cada día. Esa es una lección aprendida alrededor del mundo, las democracias que no generan resultados de empleo, disminución de los costos de la canasta básica, disminución de los costos de los servicios públicos terminan por ser poco efectivas.
En segundo lugar el enorme reto de la justicia. Aquí hubo asesinatos, crímenes de lesa humanidad, más de cien mil exiliados, presos políticos, entonces hay un reto de justicia que no puede ser visto con impunidad. Y no estoy diciendo que uno es primero que el otro, estamos hablando de retos que tienen una magnitud.
Están al mismo nivel. Creo que no podemos cometer el error de lo que monseñor (Silvio) Báez ha llamado con tanta sabiduría la paz de los sepulcros, que es una estabilidad económico sin justicia. Por eso nosotros estamos proponiendo en mi Plan de Gobierno algo que hemos llamado paz con libertad y futuro con memoria.
El tercer gran reto es el de las instituciones, es decir, aquí hay un enorme problema de un Estado secuestrado por un partido; desde la Policía, el Ejército, la Corte Suprema (de Justicia). Es decir, hay que establecer un proceso de democratización, y eso es fundamental; restituir las libertades, la libertad de prensa, de libre asociación, desmontar las leyes mordaza eso es fundamental.
Un cuarto reto que lo considero fundamental es el tema de la seguridad. Creo que los paramilitares van a continuar siendo un grave problema sino se enfrenta de manera directa, los parapoliciales, una policía al servicio de la familia y eso tiene que ser atendido en los primeros cien días del gobierno con un plan de emergencia.
Y en quinto lugar, el reto del que muy poco se habla es el reto de la desesperanza. Tanto de muchos nicaragüenses a lo interno del país que poco a poco están perdiendo y hay que decirlo con mucha franqueza, la esperanza en una salida, como también la credibilidad internacional hacia Nicaragua como un proyecto de país viable.
Nosotros hemos hablado de la marca Hecho en Nicaragua para que en los primeros cien días podamos relanzar los productos nicaragüenses al mercado internacional; recuperar la confianza de los donantes en Nicaragua; recuperar el turismo. Pero también el entusiasmo de la gente en un proyecto hacia un país que puede y que merece más. Son cinco retos concretos: esperanza, seguridad, instituciones, justicia y crecimiento económico con inclusión social.
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Tres cosas concretas: hay que adherir a Nicaragua al Estatuto de Roma para que el sistema jurídico nicaragüense sea parte de la justicia y derechos humanos desde el enfoque universal.
Esto implicaría un segundo paso que sería la creación de una Comisión de la Verdad, con supervisión internacional para que revise todos los crímenes de lesa humanidad, incluso desde 1979 hasta la actualidad. Y en tercer lugar una Fiscalía especial independiente, preferiblemente internacional.
Lo hemos dicho hace largo rato. Te comento, que en mayo de 2018, apenas a un mes del inicio de las protestas junto con el colega jurista especialista en derechos humanos Uriel Pineda publicamos un libro. En aquel momento el Ieepp (Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas) continuaba operando; el libro se llamó Guía para la búsqueda de la verdad. Nosotros hablábamos de la importancia de una Fiscalía internacional; porque la Fiscalía nacional no tendrá ni la independencia jurídica, ni la independencia política para revisar los crímenes de lesa humanidad.
Creo que la Fiscalía nacional como institución va a tener que ser replanteada; pero la revisión de los crímenes de lesa humanidad va a tener que ajustarse más bien a las buenas prácticas de la justicia transicional. Lo que se ha hecho por ejemplo en los tribunales de la ex Yugoeslavia, lo que se hizo en Bosnia-Herzegovina, Sarajevo, con Serbia, incluso Colombia tiene procesos similares. Hay mucha escuela alrededor de derechos humanos internacionales que te dicen, que en contextos como estos los órganos nacionales no tienen la independencia para investigar. Y por eso, dicha responsabilidad tendrá que ser otorgada a una Fiscalía especial independiente con presencia internacional.
Reiterar de que a pesar de que nos impiden movilizarnos con libertad, a pesar de que continúa una campaña permanente de odio y de desprestigio de parte del régimen y de algunos aliados, la ciudadanía está en su enorme mayoría, convencida de que tiene que haber una salida no violenta.
Quisiera aprovechar estos minutos que me das de cierre para hacer la invitación a que no caigamos en la provocación, la violencia no es la salida. Claramente el régimen está provocando, está insistiendo en que como decimos en Nicaragua, que botemos la gorra y que no confiemos en los procesos democráticos de salida, nosotros estamos insistiendo en que hay una salida, hay una luz al final del túnel.
Hay fe, hay esperanza y esa fe y esa esperanza son de hierro, creo que sí.
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