FMLN y Arena, clamor por relevo en El Salvador

A inicios de febrero la comandancia del otrora guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) anunciaba su “jubilación” y el adelanto de elecciones internas, luego de la gran derrota en las presidenciales del 3 de febrero donde resultó victorioso su excorreligionario Nayib Bukele, ahora de Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).

“Tras casi 15 años con el control de partido, la dirección de comandantes del FMLN anunció que adelantarán sus elecciones internas y se autoexcluirán de participar para buscar un puesto. A tres días de la derrota electoral más humillante de su historia democrática”, reportó El Faro.

Son un total de 14 excomandantes guerrilleros que se retiran, entre ellos el presidente saliente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén.

Los factores de la debacle

Para el periodista y editor jefe del Diario El Mundo, en El Salvador, Álvaro Cruz Rojas, lo que sucedió a lo interno del FMLN y que lo llevó a la pérdida de fuerza después de diez años de gobernar el país, fue una combinación de factores:

Por un lado los escándalos de corrupción de Mauricio Funes (presidente en el período 2009-2014) y un gobierno sumamente ineficiente en la gestión de Sánchez Cerén.

“Fue un presidente ausente, un presidente que yo no creo que haya dado más de cinco conferencias de prensa en su período, usualmente sin dar mayores respuestas, muy cuestionado en su manera de gobernar y un partido cada vez más arrogante y más alejado de la realidad”, explica Cruz Rojas.

Producto de estos factores el FMLN se fue debilitando. En marzo 2018 obtuvieron los peores resultados legislativos desde 1997, logrando apenas 23 escaños de 84 y precediendo una legislatura anterior de 31 escaños.

“Desde la elección de marzo del año pasado, la elección legislativa y municipal, ya había clamores dentro de la militancia de que la cúpula se fuera, la cúpula se negó a irse y ahí está el resultado en la elección presidencial”, comenta Cruz Rojas.

Sin embargo, algo que resalta el periodista es que la gran pregunta que ha resultado de la decisión de la comandancia del FMLN es qué cuadros tomarán las riendas de la agrupación política.

Los “jurásicos” de Arena

Al otro polo histórico de la política salvadoreña está la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), partido que por tres décadas ha hecho el contra peso al FMLN.

La diputada Felissa Cristales, quien cataloga la derrota de las elecciones presidenciales como una “pérdida estrepitosa”, resaltó en entrevista para Factum que Arena debe “replantearse” porque los resultados electorales solo muestran que no están bien.

“Debería haber un replanteamiento total de cómo se llevan las campañas”, expresa la diputada quien hace crítica a la tradicionalidad del partido en su estrategia con las masas. Para Cristales, se debe dejar los pensamientos “jurásicos” y abrirse a nuevas realidades como las nuevas tecnologías.

“En mi campaña yo nunca fui a un mitin… tú vas a un mitin y llega toda la gente del partido, pero eso no precisamente está ganando votantes”, señala Cristales, quien tiene 37 años, y exhorta a la cúpula de Arena a ocupar nuevas modalidades para llegar a las personas a donde se encuentran en realidad como las redes sociales.

Como cachiflines

Por su parte Cruz Rojas, no opina tan alejado de la diputada arenera y asegura que Arena no solo necesita replantearse un cambio de cúpula sino su visión de país y su planteamiento ideológico, cuestionarse qué son, si un partido conservador o liberal.

“Todavía tienen esa marcha terrible de “patria sí, comunismo no” y “El Salvador será la tumba donde los rojos terminarán”, también de vez en cuando van a la tumba de Roberto d'Aubuisson para rendirle culto; para los salvadoreños jóvenes, aún para los afines a Arena, esas cosas ya no son agradables”, señala Cruz Rojas.

Según el periodista, Arena es un partido de derecha que trata de venderse como un partido que defiende la democracia y las libertades del país, que cree en la libre empresa, pero tiene una mezcla de personas dentro de la organización que no hace ver la definición de la agrupación política.

“Arena es una caja de cachiflines que se encienden. Y ¿qué es lo que le pasa a los cachiflines? Cada uno sale en una dirección errática sin ser un conjunto. Arena no es un juego de luces pirotécnicas uniformes”.

Álvaro Cruz Rojas, periodista y editor jefe de El Mundo en El Salvador.

Cruz Rojas explica que Arena nace en los años 80 de una alianza de sectores conservadores y liberales de derecha contra el comunismo representado en el FMLN, un partido formado en la plenitud de la guerra fría con el fin de evitar el triunfo de la guerrilla izquierdista en El Salvador.

“Terminada esa época del país ciertamente Arena dio muchos aportes a la modernización del país, pero en otra medida se quedó clavado en algunos planteamientos del pasado”, asevera.

Bukele rompió con 25 años de bipartidismo

Tradicionalmente El Salvador ha sido un país con bipolaridad política entre el FMLN y Arena, según el periodista Cruz Rojas, la última ocasión en que este país se había visto entre tres fuerzas políticas había sido en 1994.

“Fue en la primera contienda que participó la guerrilla. Eran Arena, el FMLN y de Democracia Cristiana”, indica.