Justicia Transicional, el proceso después de Ortega»
Ilich Buitrago Aguilar
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Búsqueda de la verdad, justicia, reparación para las víctimas y la no repetición son las tareas pendientes que tendrá la nueva Nicaragua después del orteguismo
Poco o nada se ha discutido ─al menos públicamente─ sobre qué proceso seguirá después que el orteguismo salga del poder, más aún cuando la represión ha dejado un gran número de víctimas y crímenes de lesa humanidad. Tampoco se ha discutido con seriedad qué pasará o cómo serán juzgados los actores tanto materiales como los intelectuales de esos crímenes.
Las aristas anteriores forman parte de un todo que se conoce como Justicia Transicional y Nicaragua tiene muchas tareas pendientes con este tema, pues pese a haber derrocado una dictadura hace cuatro décadas, haber enfrentado dos conflictos armados posteriores (la insurrección y la contrarrevolución en los ochenta), así como un proceso de desarme en los noventa, no ha vivido realmente un proceso de transición para evitar la repetición de estos escenarios.
Antes, aclaremos, ¿qué se entiende por Justicia Transicional? Según el peruano Eduardo González, consultor sobre derechos humanos con especialidad en este tema, la Justicia Transicional es un concepto amplio que se refiere a todas las formas en la que una sociedad trata los crímenes que han ocurrido en un pasado reciente bajo dos escenarios: un proceso dictatorial o un proceso de conflictos armados.
"Típicamente esos tratamientos del pasado se dirigen a cuatro grandes áreas: la primera es la búsqueda de la verdad, saber qué paso y recoger un relato que tiene la autoridad de una buena investigación; lo segundo es que debe haber responsabilización penal, los culpables deben ser tratados de acuerdo al debido proceso con todas las garantías de la ley; lo tercero es que hay muchas víctimas que han sido dejadas en una situación de gran pobreza, de grandes limitaciones materiales y por lo tanto hay una necesidad de reparación, que puede ser reparación material o reparación simbólica. Por último, la cuarta área es identificar qué cosas tienen que hacerse para que estos problemas no ocurran en ciclos de 10 o 20 años", explica.
Justicia Transicional, un mecanismo posconflicto
González hace la aclaración que la Justicia Transicional es un mecanismo posconflicto, y aunque en Nicaragua no hay negociaciones y todo está "en el lenguaje de la fuerza", tiene sentido pensar en ciertos escenarios.
"En Nicaragua no hay una transición política, lo que hay es un proceso de mucha fluidez y, en ese contexto, gravísimas violaciones de derechos humanos que han sido identificadas con mucha claridad por instituciones internacionales como el GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes), la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), la oficina de la Alta Comisionada, los hechos son esos, lo que quiere decir que no hay una transición terminada", argumenta el especialista.
Según González, para la realidad nicaragüense, ya sea que el conflicto evolucione a una negociación o que termine a través de una crisis fatal, hay que reflexionar sobre por qué el escenario es recurrente en el país.
"¿Por qué hay un aire de familia entre los momentos de gran represión que hubo en los setentas y los momentos de gran represión que hay ahora? ¿Por qué hay un aire de familia entre los momentos de gran movilización de los noventas cuando el sandinismo estaba en oposición y los momentos de gran movilización actuales cuando el orteguismo está en el poder? Esa pregunta tiene que estar ahí permanente".
Eduardo González, especialista en Justicia Transicional.
El paso a paso de la Justicia Transicional
1. La búsqueda de la verdad
Para González, en un escenario como el de Nicaragua este paso es importante porque permitiría que los distintos sectores sociales hablen de sí en búsqueda de la narrativa histórica más cercana.
"En este momento lo que tienes son las narrativas articuladas por el GIEI, por la Alta Comisionada, por la CIDH, o sea un enorme material narrativo que explica lo que ha pasado en la protesta y por otro lado tienes la negación total, el discurso oficial que es de total negación", resalta González.
González agrega que es necesario un espacio donde los nicaragüenses puedan dialogar con distintas narrativas y principalmente quienes sean escuchadas sean las víctimas reales y a partir de esto reconstruir los hechos y llegar a una aceptación de lo que realmente ocurrió por las distintas partes del conflicto.
Para lograr la aceptación de ambas partes el especialista, quien participó en la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de su país, destaca que debe conformarse una Comisión de la Verdad creíble y donde participen distintos sectores sociales. "Muy distinta a la comisión oficial en Nicaragua", señala.
La búsqueda de la verdad, explica, es el proceso más corto de la Justicia Transicional, llevando en algunas experiencias de uno año a tres años y medio, y forma la base del proceso.
2. Reparación a las víctimas
González destaca que en Nicaragua, en base a sus conflictos pasados, hay una deuda de reparación.
Para el especialista, es destacable las similitudes en la historia de Nicaragua entre la dictadura somocista y los hechos vividos desde abril de 2018, al repetirse las mismas ciudades, barrios y comunidades afectadas por estos conflictos, lo cual sostiene se debe a la falta de un proceso que incluya reparación a víctimas.
"Nicaragua ha tenido mucha experiencia de darle incentivos monetarios y pagos a personas desmovilizadas, esto es a excombatientes. Mucho tiempo se les pagó a los excontras, a los exmiembros de las fuerzas sandinistas, pero para mí la pregunta es ¿cómo justificar destinar recursos al bienestar de excombatientes de uno y otro lado, y no a las víctimas?
O sea que el mensaje que se da ─si tu eres una de las víctimas─ es que es mejor ir a agarrar un fierro y si sales bien al final te van a dar plata, pero si eres víctima y no has hecho nada malo y vienen y te destruyen el barrio, la represión mata a tus familiares, ahí te quedas. No puede ser, ese mensaje está mal", arguye González.
El especialista explica que la reparación es un proceso intermedio y viene después de la Comisión de la Verdad, cuando se tiene un "mapeo" de quiénes son las víctimas, dónde están y qué necesidades tienen. Y este proceso en el tiempo puede traducirse a más de una década.
La reparación puede expresarse en dar indemnizaciones monetarias, dar indemnizaciones en la forma de servicios sociales o dar indemnizaciones en la forma de reparación simbólica.
"En el Perú, la Comisión de la Verdad terminó hace más de quince años, luego del conflicto con Sendero Luminoso, y la mesa de reparaciones todavía está activa y ha identificado a decenas de miles de víctimas que están recibiendo reparación. En el Perú comenzamos por las reparaciones colectivas con las comunidades, sobre todo con los pueblos indígenas que habían sufrido más y ahora ya se están dando reparaciones individuales a los familiares de los desaparecidos, los ejecutados arbitrariamente, etcétera", expone.
3. Justicia o responsabilización penal
En el proceso de Justicia Transicional la impunidad no es aceptable, aduce, sin embargo deplora que la regla consuetudinaria en América Latina es que el Estado puede matar con impunidad.
"Los crímenes de Estado generalmente son protegidos porque se considera que los líderes políticos están de alguna manera más allá de la ley, hay protecciones a los uniformados, etcétera. Y eso ocurre en todos lados toda América Latina, toda América del Sur, toda Centroamérica.
Después de los conflictos de Guatemala y El Salvador hasta ahora se está luchando para que los represores militares paguen por los crímenes que cometieron. Entonces la lucha por la justicia es importante porque uno debe de romper esa sensación de impunidad", alega.
González defiende que el tema penal en la Justicia Transicional no puede reducirse a amnistías generales, esto para que no haya una garantía de impunidad.
"La Justicia Transicional busca encontrar equilibrios que son legales, pero imponen un nuevo sistema de incentivos. 'Si tu colaboras, vamos a lograr que el proceso sea más rápido que tengas privilegios penales, si no colaboras te cae todo el peso de la ley'", expone.
Sin embargo aclara que la posibilidad de negociación es únicamente en realidades donde la salida de la crisis no ocurre tras un colapso y cita el caso chileno con Augusto Pinochet, quien dejó el poder posterior a un plebiscito.
"Salvo que un régimen se caiga a pedazos de una manera totalmente en colapso, te vas a enfrentar a una situación de negociación y en una situación de negociación lo primero que te van a preguntar es: ¿qué me vas a dar a mí?"
Eduardo González, especialista en Justicia Transicional.
Es por esto que la parte legal se vuelve la más sensible dentro del proceso de Justicia Transicional.
"Uno no pierde de vista el estándar y el estándar es la justicia, que los responsables de crímenes, los más graves, crímenes de lesa humanidad, tienen que ser juzgados y que además los responsables más altos tienen más responsabilidad que los responsables inmediatos. O sea que no se puede quedar la justicia únicamente en el que jaló el gatillo, sino en quien diseñó toda la política. Sin embargo uno tiene que reconocer que en el mundo real y en las transiciones reales cuando no hay negociaciones se generan situaciones de balance y negociación muy complicadas", sostiene.
En base a su experiencia resalta que este tema entre la impunidad y la amnistía es que lo que suele retardar el proceso de justicia, pues en muchos países los regímenes autoritarios se van dejando leyes de autoamnistía y toma mucho tiempo desmontar esos mecanismos.
4. La no repetición
Finalmente y quizás la tarea más larga, es el consolidar la no repetición. De hecho González resalta que la Justicia Transicional en su razón de ser apunta por que se aprendan las lecciones y la historia no se vuelva cíclica.
En cuanto al tiempo, señala que la no repetición es un proceso que puede tomar generaciones porque tiene que ver con reformas muy profundas, que agrupa de la siguiente forma:
Sistema de Justicia
El especialista alega que suele ser muy débil y carente de recursos, además que tiene problemas de profesionalismo e incluso a veces hay problemas de corrupción. Por todo lo expuesto, implica un gran tiempo para la reforma de este ámbito.
Policía y las fuerzas armadas
González señala que se tienen que cambiar, reformarse y profesionalizarse las fuerzas de seguridad, tanto Policía como Ejército.
"Hay que repensar la doctrina policial, la doctrina militar, hay que trabajar con procesos de profesionalización y despolitización para que las fuerzas de seguridad no sean el brazo armado de quien sea que esté en el poder",.
Eduardo González, especialista en Justicia Transicional.
Educación
Para González, tiene reformarse para que exista una educación para la paz y la tolerancia y que incorpore distintas perspectivas.
"Por ejemplo la perspectiva de género, el analfabetismo, luchar contra los prejuicios hacia las comunidades indígenas, las personas de la diversidad sexual, los inmigrantes, etcétera. Todos esos elementos que la educación no aborda que son el racismo, el sexismo, el clasismo, y que en el menor momento que hay violencia se activan", finaliza.
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Bueno en este escrito NI siquiera mencionan la "familiaridad entre la represión de los años ochentas y los de ahora, por que distorcionan la verdad ? Para NO repetir la historia hay que conocerla aun cuando duela, o se tenga temor de ser conocidos como autores de dicha represión...
Excelente tema , hay que desarrollarlo en foros y debates en todos los sectores sociales y profesionales y que no sea un tema tabu en el Estado actual de represión
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Definitivamente en Nicaragua necesitamos ina Comisión de la verdad, ya que en la actualidad militantes, militares y funcionarios sandinistas de la Robolución de los 80, campantemente corren para cargos Públicos y participaron en muchos asesinatos, robos, confiscaciones y torturas al Pueblo, es necesario que se procesen, se embargo e sus bienes y se compense a as víctimas.
Cómo siempre un excelente artículo. Tomara tiempo pero vale la pena todo el esfuerzo.