Hasta antes que los medios oficialistas la tildaran de terrorista y la policía la sacara por la fuerza como una delincuente de las instalaciones del canal 100% Noticias, lo peor que se había dicho de Lucía Pineda Ubau, era que se parecía a la Chilindrina, el famoso personaje del Chavo del Ocho, que interpretaba la mexicana María Antonieta de las Nieves.
Y el culpable de ese apodo fue el entonces presidente Arnoldo Alemán cuando los diarios se imprimían inundados de las denuncias de corrupción de su administración. Alemán, con más de 300 libras de peso se disponía a salir del país en uno de sus múltiples viajes cuando parte de las obligaciones del gabinete en pleno era ir en caravana con él a despedirlo o a recibirlo.
El Presidente del segundo país más pobre del hemisferio occidental llegó al aeropuerto en dos relucientes camionetas Chevrolet Suburban
—¿Doctor en cuánto están valoradas estas camionetas que trajeron de las Bahamas? —le soltó Pineda Ubau con micrófono en mano y cámara encendida a Alemán.
—¿De dónde dice?
—De las Bahamas.
—Estos son 32 mil dólares —respondió.
—¿Quien se lo aut...? —no dejó Alemán terminar la pregunta a la intrépida reportera— (Los autoriza) el gobierno de Nicaragua para uso del Presidente —contestó.
—¿Sale de los riales del gobierno?
—Si es el presidente de la República ¿de dónde van a salir? —se defendió Alemán, pero Pineda Ubau siguió con sus preguntas.
—¿Quién le dio esa plata? ¿Quién se la autorizó?
—Del presupuesto de la Presidencia de la República —justificó Alemán en tono molesto.
—Esta Chilindrina es necia —dijo Alemán en un intento por amedrentar a la reportera.
Haciendo gala de su ingenio y agilidad mental Pineda Ubau respondió al Presidente ipso facto: “Y usted es Don Barriga”, en referencia al parecido físico entre Alemán y el famoso personaje interpretado por el actor Edgard Vivar también en el Chavo del Ocho. La periodista siguió con sus incisivas preguntas.
Desde esa fecha Pineda Ubau fue bautizada como La Chilindrina en la televisión nacional y en vez de amilanarse con el apodo le sacó partido. Cuando vino a Nicaragua María Antonieta de las Nieves a un evento para recaudar fondos, la reportera se disfrazó de la Chilindrina y comenzó la entrevista diciendo que era “una entrevista de Chilindrina a Chilindrina”.
Así es Lucía Pineda Ubau, una periodista para quien no hay pregunta que no se pueda hacer y a quien no la intimida el poder, en ninguna de sus formas.
“Aquí estamos, seguiremos hasta el final y que sea lo que Dios quiera”, me dijo Pineda Ubau el pasado 19 de diciembre cuando llegué a las instalaciones de 100% Noticias a buscarla para que me ayudara a contactar a Miguel Mora, el director del canal que dos días después fue apresado junto con ella.
Este miércoles son llevados al juzgado a una audiencia preparatoria de juicio. Los periodistas son acusados por la Fiscalía de “incitar a la violencia”, además de de “provocación, proposición y conspiración para cometer actos terroristas” y otros delitos.
Pineda Ubau salió a la recepción y me hizo pasar a la pequeña sala de redacción de 100% Noticias y hablamos rápidamente. Ya para entonces las instalaciones del canal estaban rodeadas de policías y paramilitares, quienes filmaban desde una camioneta a quien entrara o saliera.
El 21 de diciembre a las nueve de la noche aproximadamente llegó la primera alerta de que la Policía y paramilitares estaban ingresando a 100% Noticias y Pineda Ubau fue la primera en informar. Dio la primicia de su propio arresto por un mensaje de voz vía Whatsapp.
“Se llevaron preso a nuestro director Miguel Mora, vinieron a desmantelar el máster aquí en 100% Noticias”, fue lo último que informó Pineda Ubau con su celular.
El canal fue cerrado arbitrariamente por el gobierno esa misma noche. Una patrulla permanece frente a las instalaciones que están cubiertas con viejas láminas de zinc.
“Desde el canal de televisión 100% Noticias, propició e incitó al odio por razones de discriminación política, difundiendo en la televisora y en redes sociales informaciones falsas y sin corroborar, con la intención de generar zozobra y odio radical hacia los simpatizantes del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional”, dice la Fiscalía en la acusación, que es considerada política por los abogados defensores de Pineda Ubau y Mora.
Pineda Ubau es una reportera de televisión con 23 años de experiencia. Ha cubierto huracanes, inundaciones, deslaves y nota roja. Y siempre le obsesionaba las primicias como el eslogan de 100% Noticias “con primicias a toda hora”.
“Siempre nos inculcó que buscáramos primicias, que propusiéramos temas novedosos”, dice Leticia Gaitán, reportera de 100% Noticias, hoy exiliada en Costa Rica.
Y Pineda Ubau no solo exigía primicias. Era obsesionada con el trabajo. Gaitán cuenta que a veces a las 12 de la noche o a la una de la mañana, les mandaba mensajes orientándoles y sugiriéndoles temas para la próxima jornada laboral.
‘’A veces era a las 5 de la mañana que nos escribía”, dice Gaitán. “Pero siempre fue muy respetuosa y solidaria con los reporteros”.
También era obsesionada con la puntualidad. María Lily Delgado, hoy corresponsal de Univisión, fue su jefa en el antiguo sistema informativo de Canal 2 —cuando era un canal independiente— y recuerda que Pineda Ubau era la primera en llegar al canal para estar lista con sus propuestas de temas antes que todos.
"Lucía es una periodista completa relevante y comprometida con el periodismo desde muy joven", dice Delgado.
Delgado recuerda que cuando llegó a Tv Noticias, Pineda Ubau ya era una periodista fogueada en la calle que tenía su propio estilo: incisiva, preguntona, cuestionadora...
Después de dejar el Canal 2 regresó a trabajar con Miguel Mora, su antiguo compañero de trabajo y amigo. Volvió como jefa de prensa y accionista de 100 % Noticias.
Lucía Pineda Ubau llamó urgente a sus reporteros a una reunión de trabajo. Acababa de pasar el terremoto de abril de 2014 y todos pensaban que era para hacer el plan de cobertura en caso de que pudiera venir otro temblor.
“Si vuelve a temblar ustedes salen del edificio” —ordenó—. “Yo me voy a quedar debajo del mueble del control máster informando”, —les dijo.
Los reporteros se quedaron sorprendidos. Quien recuerda la anécdota es el periodista Donaldo Hernández, que por seis años fue su asistente y ahora es el corresponsal en Nicaragua de la Voz de América.
“Todos nos quedamos sorprendidos de lo que era capaz de hacer. Ese recuerdo lo comparo con el 21 de diciembre reciente cuando fue la única que se quedó en el control máster informando sobre el allanamiento del canal y su propio arresto”, dice Hernández.
A esa reportera, con esas agallas, es a quien el régimen de Daniel Ortega lleva hoy a los juzgados.
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