La izquierda en América Latina que se agrupa en el autollamado “socialismo del siglo XXI” se apoyan en el voto popular mientras este les garantice mayoría, una vez ese apoyo se esfuma, cualquier artimaña es buena para perpetuarse en el poder.
El nuevo presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO), citó a Benito Juárez en su discurso de El Zócalo: el pasado primero de diciembre: “con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada.”
Aún no se sabe si AMLO se decantará por el “socialismo del Siglo XXI”, pero de ser así, se puede esperar que en la cita rece así: “con el pueblo, todo; sin el pueblo todo (el poder) también.” Mientras los votos de la ciudadanía les favorecen, celebran elecciones, cuando el favor de los votantes les es retirado, cualquier medida, dentro o fuera de la ley, es válido para mantenerse en el poder.
Nicaragua y Venezuela son los ejemplos más cercanos de cómo han pasado a reelección indefinida valiéndose de fraudes legales y electoras para lograrlo. Ahora, Bolivia está por sumarse a la lista a pesar que la población votó expresamente en un referéndum por un “no” a la reelección de Evo Morales en el 2016.
Pero también hay gobiernos de derecha que han intentado perpetuarse pese a las trabas legales. Colombia y Honduras son dos ejemplos claros de ello.
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¿Qué países en América Latina están sufriendo por la sombra de la reelección indefinida y qué métodos usaron sus gobernantes para perpetuarse en el poder?
En julio pasado, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega argumentó que para reelegirse en 2011 utilizó los mismos recursos que el mandatario costarricense Oscar Arias en el 2003.
Posiblemente el génesis de la reelección indefinida en la época moderna esté en Costa Rica. El 4 de abril del 2003 la Sala IV Constitucional de Costa Rica revocó una norma jurídica de 1969 que prohibía la reelección indefinida.
El caso sonó las alarmas del país centroamericano, sin embargo, también se estableció que quien busque otro mandato no podrá hacerlo de forma inmediata ni indefinida.
Así fue como Oscar Arias gobernó Costa Rica desde el 2006 hasta el 2010 en un segundo mandato. El primero había sido de 1986 a 1990.
Fue hasta el 2017 que a petición del secretario general dela Organización de Estados Americanos, Luis Almagro se realizó una consulta con la Comisión de Venecia y se estableció que la no reelección presidencial no viola los derechos humanos.
La Comisión estableció en ese entonces que no permitir la reelección no viola el derecho de un ciudadano a participar en la elección de cargos populares, todo lo contrario evita que la perpetuación en el poder.
El país sudamericano es el caso más reciente de un presidente de izquierda que busca la reelección indefinida. Evo Morales ya tiene el no, pero busca una tercera reelección en el gobierno a pesar de las protestas de los ciudadanos en las calles.
Usando el mismo sistema de Arias y Ortega, el 5 de diciembre, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia aprobó a Morales para que pueda participar como candidatos a elecciones primarias por el partido Movimiento al Socialismo que actualmente gobierna Bolivia.
Los resultados de esas primarias determinarán quiénes podrán postularse para elecciones generales en el país sudamericano en octubre del 2019.
Pero este no es el primer intento de Morales de perpetuarse en el poder. De hecho, cuando llegó a la presidencia de Bolivia en el 2005 se realizó una reforma constitucional para ampliar el período de gobierno a cinco años y una reelección consecutiva.
También la Corte Constitucional determinó que su primer período presidencial “no contaba”, pues había ocurrido antes de las reformas anteriores. Así fue como se presentó como candidato en 2009 y posteriormente en el 2014.
El 21 de febrero, el mismo Morales convocó a un referéndum en el que se consultó a la población si estaba de acuerdo con una reelección indefinida de todos los cargos públicos del gobierno, incluido el presidente y vicepresidente.
La respuesta fue “no” que venció al “sí” con un 51 a un 49 por ciento. La diferencia, según las mismas palabras de Morales a la BBC Mundo, la diferencia fue de 140 mil votos.
En palabras de Morales, no es él quien busca la reelección indefinida, sino que:
Evo Morales, presidente de Bolivia.
Siento una obligación. Una presión. Un destino a seguir siendo presidente”.
Desde que Daniel Ortega ganó las elecciones presidenciales en Nicaragua en el año 2006 con un 38 por ciento de votos, mostró su interés en reelegirse y para ello buscaba los 56 votos necesarios para hacer una reforma constitucional que se lo permitiera.
Al no lograrlo, los magistrados de su partido emitieron un fallo en el cual anulaban lo dictado por el artículo 147 de la Constitución Política nicaragüense que prohibía la reelección presidencial.
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia estaba conformada por tres magistrados sandinistas y tres liberales, pero en ese entonces los magistrados liberales se ausentaron y los sandinistas convocaron a otros tres de su partido para rellenar los espacios, aunque no fueran de la misma sala.
Así Ortega, empezó a diezmar las instituciones del Estado y se postuló nuevamente como candidato presidencial e inició un nuevo período en el 2011. En el 2014 tenía los votos suficientes (sesenta y dos de 90) para aprobar una reforma constitucional y no dudó en hacerlo.
Los diputados sandinistas en la Asamblea Nacional decidieron que Ortega podía reelegirse cuántas veces quisiera y él, decidió postularse junto a su esposa Rosario Murillo, como fórmula presidencial en el 2016 para empezar un nuevo período en enero del 2017.
En el 2007 el entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías decidió promover una enmienda constitucional que permitiera la reelección de todos los cargos públicos en ese entonces de forma inmediata e indefinida y ampliara el período presidencial de seis a siete años.
La propuesta fue rechazada por el 50,65 por ciento de los votos, pero Chávez volvió a intentarlo en el 2009 cambiando la pregunta que realizaba a los ciudadanos. En este caso se consultó:
¿Aprueba usted la enmienda de los artículos 160,162, 174, 192 y 230 de la Constitución de la República, tramitada por la Asamblea Nacional, que amplia los derechos políticos del pueblo, con el fin de permitir que cualquier ciudadano o ciudadana en ejercicio de un cargo de elección popular, pueda ser sujeto de postulación como candidato o candidata para el mismo cargo, por el tiempo establecido constitucionalmente, dependiendo su posible elección, exclusivamente, del voto popular?”.
La enmienda fue aprobada por el 56,86 por ciento de los votos. Desde entonces Venezuela está gobernada por el Partido Socialista Unido de Venezuela. Hugo Chávez, previo a fallecer nombró a Nicolás Maduro como sucesor y desde entonces se mantiene en el poder.
En el 2009 tras varios meses de enfrentamientos con los poderes del Estado, el entonces presidente Manuel Zelaya fue secuestrado por el Ejército hondureño y dejado en Costa Rica en calidad de exiliado.
La razón fue que Zelaya ignoró mandatos judiciales que le impedían realizar una consulta popular para hacer una modificación a la Constitución hondureña y quiso obligar al Ejército a repartir papeletas en las calles.
Así terminó el mandato de Zelaya y fue impuesto Roberto Micheletti como presidente, a quien luego sucedió Porfirio Lobo.
Pero seis años después, en abril del 2015 la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Honduras fallaron un recurso interpuesto por el ex presidente Rafael Leonardo Callejas en el que solicitaba la inaplicabilidad del artículo 239 de la Constitución Política que prohibía la reelección indefinida.
La resolución de la Corte también hacía inaplicable el artículo 330 del Código Penal que mandaba cárcel para cualquier que buscara aprobar una enmienda constitucional a los artículos que prohibían la reelección presidencial.
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El 26 de noviembre del 2017 Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras se postuló para un nuevo período presidencial con un 42,98 por ciento de los votos.
Rafael Correa ganó las elecciones presidenciales en Ecuador en el 2006 y para el 2008 ya se impulsaba una reforma constitucional que permitiera la reelección presidencial y que lo mantuvo posteriormente en el poder durante tres períodos consecutivos.
Durante el mandato de Correa se aprobó una enmienda a la Constitución ecuatoriana que permitía la reelección presidencial indefinida a partir del 2021.
Correa gobernó hasta el 2017 cuando fue sucedido por su otrora vicepresidente Lenín Moreno, quien promovió una consulta popular en la que sea bolió la reelección presidencial limitando así las aspiraciones de Correa de un nuevo mandato.
Alvaro Uribe fue presidente de Colombia en el año 2002 y gobernó hasta el 2010, gracias a que la Corte Constitucional de Colombia impidió que se postulara para un tercer período de gobierno tras un referendo que se promovía desde el poder legislativo colombiano.
El fallo del 26 de febrero del 2010 se considera histórico pues en Colombia se veía venir la posibilidad de un referendo que permitiera la reelección para un tercer período de Uribe, quien en el 2004 promovió una enmienda constitucional que permitía la reelección para un período de gobierno adicional.
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