Aunque en Nicaragua pasó inadvertido, el 17 de agosto se celebró el Día Mundial del Peatón. La efeméride impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es en recuerdo de Bridget Driscoll, que esa fecha pero de 1897, se convirtió en la primera transeúnte en fallecer tras ser atropellada por un automóvil en Londres, Inglaterra.
El objetivo primordial de la celebración es evitar los accidentes en los que están involucrados los transeúntes. Ya que estos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son una de las principales causas de muerte en el mundo.
Cada año más de 1.35 millones de personas pierden la vida en accidentes de tránsito. Según la OMS La mitad pertenece al grupo de “usuarios vulnerables” que incluye a peatones, ciclistas, y conductores o pasajeros de motocicletas. Además de los muertos, entre 20 y 50 millones de personas sufren traumatismos, muchos de los cuales dejan secuelas permanentes. En Nicaragua, en los últimos cinco años cerca de 200 peatones, por año, han perdido la vida en accidentes de tránsito.
Para ayudar a reducir los accidentes que involucran a transeúntes, se aprovecha la efeméride para:
La OMS y muchas otras organizaciones internacionales señalan que así como los conductores de vehículos deben respetar diversas reglas cuando transitan en las vías, las personas de a pie también deben respetar algunas normas. De no hacerlo, pueden sufrir o provocar algún tipo de accidente. Algunas de las recomendaciones más importantes son:
En Nicaragua la Ley 856, Ley de Reformas y Adiciones a la Ley 431: Ley para el Régimen de Circulación Vehícular e Infracciones de Tránsito, contempla muchos derechos a los peatones. Entre ellos, “exigir la señalización de las calles y carreteras del país a las autoridades”. También, “la instalación de semáforos direccionales, peatonales, preventivos y la construcción de puentes peatonales”. Sin embargo esta infraestructura vial siendo un privilegio casi exclusivo de la capital.
Es por ello que algunas de estas recomendaciones no se pueden aplicar. La mayoría de las ciudades carecen de los espacios adecuados para la movilidad a pie. Los cruces peatonales o rayado tipo cebra, apenas se ven en algunas calles de la capital, lo mismo ocurre en el resto de ciudades. Los semáforos peatonales son casi inexistentes en la capital y más aún en el interior del país.
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Lo que es casi un patrón en todo el país es que las aceras por donde debería transitar la población en su mayoría están ocupadas por negocios informales y cuando están libres suelen ser usadas como parqueo. Esto, a pesar que la ley establecer que las aceras o andenes están destinados únicamente para la circulación peatonal.
Los puentes peatonales en la mayoría de los casos no se utilizan. Algunas personas dicen que los evitan por temor, ya que suelen ser puntos de asaltos frecuentes. Pero otros simplemente no lo hacen por costumbre. Prefieren sortear a los vehículos, aún en las autopistas y vías más transitadas.
A diferencia de otros países donde se divulga incluso el perfil de los atropellados, los anuarios estadísticos de la Policía Nacional no dan mayores detalles sobre los accidentes que los involucran. Únicamente hacen referencia al número total de personas atropelladas por año. De acuerdo a esas cifras, en Nicaragua los casos de personas atropelladas representan aproximadamente el 2 por ciento del total de accidentes que se registran cada año.
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Por ejemplo, en 2019 la policía reporta en su anuario un total de 41,920 accidentes de tránsito en todo el país y solo 828 peatones atropellados. Es decir, que solo en el 2 por ciento de los accidentes hubo transeúntes involucrados. Pero los peatones fallecidos representan más del 20 por ciento del total de muertos en accidentes. En 2019, se reportan 846 fallecidos en accidentes y de ellos, 166 eran peatones atropellados.
Se desconoce qué porcentaje del total de los atropellados resultan culpables del accidente. Pero se conocen muchas historias en las tras las investigaciones policiales, el atropellado resultada ser el culpable del accidente. Incluso en algunos casos se le cobran los daños provocados, aunque generalmente el seguro del dueño del vehículo involucrado es el que responde por los daños.
Según especialistas de la empresa española Acierto.com saber quién fue el culpable del accidente es clave para el seguro. Porque si bien las leyes actuales tienden a proteger al más débil, que en este caso es al transeúnte, determinar de quién es "la culpa” del accidente puede generar cierta controversia. Sin embargo, eso es clave para saber cómo actuará el seguro. Es decir, si cubrirá la indemnización del peatón o si esta corresponde, entre otros.
Algunos de los derechos que la ley de transito le otorga a los peatones son: Presentar reclamo judicial por los daños materiales a terceros, lesiones o muertes a consecuencia de accidentes que les pudiera causar cualquier conductor. Demandar de la Policía la protección a sus vidas al momento de cruzar las vías. Que los conductores tengan especial cuidado, en particular con los adultos mayores y las personas con discapacidad. A todos los peatones se les debe ceder el paso. Recibir educación e instrucción vial con carácter obligatorio en los centros de educación y centros de trabajo. Exigir a la Policía que con carácter obligatorio se establezca un programa nacional para la instrucción y capacitación en educación vial para los conductores. También, la publicación de manuales de instrucción y comportamiento peatonal, que deben ser de estudio obligatorio.
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