Distopía

¿Qué es el proyecto Bio-Clima que acaba de aprobar el Fondo Verde para Nicaragua?»

¿Qué es el proyecto Bio-Clima que acaba de aprobar el Fondo Verde para Nicaragua?

Reserva de biosfera Bosawas Foto tomada de El 19 Digital

4to Mono

@4to_mono

//

A simple vista, el proyecto para reducir la deforestación que acaba de aprobar el Fondo Verde podría resolver el problema en Bosawás e Indio Maíz, pero un análisis más detallado revela debilidades y un enfoque que no calza con las estrategias del país

El tres de noviembre los portales web del Fondo Verde para El Clima (GCF, por sus siglas en inglés) y del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), anunciaron la aprobación del Proyecto Bio-Clima. Acción climática integrada para reducir la deforestación; y fortalecer la resiliencia en las Reservas de Biosfera Bosawás y Río San Juan de Nicaragua, por un monto total de 115.7 millones de dólares.

El monto proviene de diferentes fuentes y con dos modalidades de financiamiento, préstamo y concesión. Aproximadamente 49 por ciento en calidad de préstamo y 51 por ciento en calidad de concesión. El préstamo tiene una tasa de interés fija anual del 0.50 por ciento; y un plazo de hasta 40 años que incluye un período de gracia de 10 años. Condiciones “favorables” pero en su momento se deberá retornar más de la mitad debido a los intereses.

Puede leer también: El mundo post-Covid debe ser amigable con el medioambiente»

Los otros dos actores que participan en calidad de donantes son: el Fondo de Colaboración para el Carbono Forestal del Banco Mundial (FCPF, por sus siglas en inglés); y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés). 

Pero, en ¿qué consiste el proyecto? de acuerdo al BCIE el proyecto contribuirá al desarrollo sostenible con bajas emisiones de dióxido de carbono (CO2). Esto se lograría mediante la transformación de la ganadería extensiva, la agricultura y la explotación maderera en formas de producción que evitan la deforestación; y que integran la conservación de los servicios ecosistémicos con una producción sostenible. Para aumentar la resiliencia de los pueblos indígenas y los medios de vida locales en la Región de la Costa Caribe de Nicaragua.

1.4 millones de hectáreas perdidas en 18 años

Le expuesto en el párrafo anterior, no son más que frases repetitivas encontradas en todo documento de proyecto relacionado con Cambio Climático. Pero como se sabe, no siempre la poesía obedece a la realidad y lo que se repite y repite no siempre se cumple. Sobre todo en temas de reforestación en nuestro país, donde este es uno de los principales problemas ambientales, sino el principal.

El Centro Humbolt y otros organismos han manifestado recientemente que por causas recurrentes, como la deforestación, agricultura mal manejada e invasión de tierras; entre 2002 y 2018 se perdieron más de 1 millón 400 mil hectáreas de bosque. Estadísticas preocupantes y sobre todo excesivas. Ya que para revertir o al menos contener la pérdida de bosque se requieren muchos recursos adicionales a lo que estamos accediendo con este proyecto.

Pero además de recursos financieros se requiere cambio de actitudes en el universo de usuarios de nuestros bosques. Desde el sector privado hasta las comunidades originarias y lamentablemente de los invasores de tierras. Lo cual es muy difícil de evitar con un solo proyecto, aunque sea de más de 100 millones de dólares.

Las empresas madereras deben cumplir

El proyecto será dirigido y administrado por el sector público; y según el Fondo Verde del Clima, que es su principal financiador tiene una categoría “media” en relación al monto. Eso significa que es una operación de dimensión significativa; ya que las categorías son micro, pequeña, media y grande.

Analizando la información existente, no se perciben como actores activos del proyecto, a los grandes comerciantes intermediarios y empresas explotadoras de madera de los bosques naturales. Los cuales desde cualquier punto de vista deberían ser los principales actores. Ya que sin la participación activa y debidamente monitoreada de estos actores; el proyecto correría el riesgo de constituirse en una serie de micro esfuerzos dispersos. Difíciles de impactar significativamente.

Es indispensable que las empresas madereras que reciben las concesiones para la explotación de parte del Gobierno; cumplan con los compromisos que asumen al ser autorizados.

También le puede interesar: El Covid-19 es consecuencia del abuso contra la Tierra»

Compromisos establecidos en los Planes de Manejo correspondientes a cada concesión. Es decir, que reforesten de forma eficiente y planificada para lograr el equilibrio con zonas reforestadas o en regeneración natural. El Gobierno debe exigir que esto se cumpla mediante la aplicación efectiva de las leyes e instrumentos técnicos de aplicación de las mismas.

La acción principal para cambiar la situación forestal de las zonas de Bosawás y Río San Juan de Nicaragua; es mejorar y sobre todo aplicar una legislación ambiental estricta; que prevenga y castigue la explotación y comercialización ilegal de madera. Además de ejercer un control estricto para evitar que se continúe la invasión y comercio ilegal de tierras.

¿Por qué Nicaragua debe mitigar un daño que no causa?

Es importante explicar que en el escenario del Cambio Climático, la Organización de Naciones Unidas y otros organismos de cooperación y financiamiento, tipifican la cooperación y proyectos según las áreas de:

  • Mitigación: reducción de emisiones
  • Adaptación: limitar los impactos, reducir las vulnerabilidades e incrementar la resiliencia frente al cambio del clima y
  • Financiamiento: movilizar recursos, principalmente ya que existen otras áreas de apoyo.

El Fondo Verde del Clima, tipifica al Proyecto como de Mitigación. Sin embargo, Nicaragua, ha defendido en todos los foros que la prioridad del país es la Adaptación y el Financiamiento. En este último punto, la semana pasada la vicepresidenta Rosario Murillo; por motivo de los efectos de los huracanes  que azotaron el país, exigió en medios de comunicación “justicia climática” y “compensación”.

La compensación y/o indemnización es otro punto en el que Nicaragua ha estado exigiendo para que los países ricos indemnicen a los países pobres. Apartando toda apreciación política local, la demanda de indemnización es justa pues son los países ricos los emisores de gases de efecto invernadero; cuyos efectos nocivos están sufriendo los países pobres. Sin embargo, aunque justa no es en realidad factible.

Entonces que se haya aprobado un proyecto de tal magnitud en el área de mitigación, contradice las prioridades de Nicaragua. Pues la mitigación corresponde a los países más desarrollados; que son los principales generadores de gases de efecto invernadero.

Las estadísticas aproximadas de Nicaragua apenas la ubican con un aporte de menos del 0.5 por ciento de las emisiones globales; por lo que nuestro aporte es insignificante. En otras palabras, con un proyecto enfocado en mitigación estaríamos aparentemente asumiendo responsabilidades que no son de nuestro país; y descuidando prioridades que si lo son. Para todos los efectos estaríamos ayudando a los países ricos a cumplir las metas del Acuerdo de Paris.

Adaptación para el corredor seco del país

El proyecto tendrá varios componentes y otros objetivos de segundo orden que de una u otra manera mejorarán la situación. Tanto desde el punto de vista social como ambiental. Pero ¿no sería más importante y necesario un proyecto de adaptación para el corredor seco de Nicaragua?

En un par de años lluviosos nos hemos olvidado de los problemas de sequía, pero la sequía es recurrente. De tal manera que proyectos relacionados con acciones que promuevan: la cosecha de agua, sistemas de riego accesibles, alternativas agropecuarias resistentes a la escasez de agua, son medidas de adaptación a los problemas del corredor seco. Donde con certeza seguirán  presentándose problemas de producción suficiente ya sea para el consumo o el comercio de pequeños, medianos y grandes productores.

Mientras no se ataquen lo problemas de fondo o el origen de los mismos; nos encontraremos con un proyecto que no es más que una serie de micro esfuerzos dispersos, con resultados difíciles de impactar y medir.

En fin, en un proyecto relacionado con Cambio Climático el componente legal mencionado es indispensable, sea este de mitigación o adaptación. Lastimosamente en nuestro país la aplicación de leyes similares requieren de la “voluntad política” que en estos momentos no existe.

5 2 votes
Valorá este artículo


ETIQUETAS:  



Artículos relacionados


Debate

Subscribe
Notify of
guest

1 Comentario
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
Jillvan
Jillvan
26 de noviembre, 2020 5:51 pm

Gracias por la información y felicidades por el artículo. Ojalá y este proyecto sea posible concretar positivamente.


Donale a la manada

Con tu donación ayudás a generar contenido informativo y de análisis de calidad para crear una ciudadanía informada.
o Donar mensualmente