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Reforma electoral: presión, unión, negociación y visión»

Reforma electoral: presión, unión, negociación y visión

Para que los nicaragüenses puedan volver a las urnas debe haber cambios profundos que le devuelvan la confianza en el sistema electoral. Foto: Oswaldo Rivas

Eduardo Enríquez

@GuayoPeriodista

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El viernes 20 el Grupo Pro Reforma presentó su propuesta de reforma electoral, toca los puntos claves para devolver la confianza en el voto al nicaragüense. El truco está en cómo llevarla a la realidad

Dos meses después que Daniel Ortega cerrara las puertas a la negociación del Incae, el Grupo Pro Reforma Electoral presentó su propuesta de reforma electoral.

La dictadura ─por el momento─ está cerrada al diálogo y ha despreciado la mano que le ofreció la comunidad internacional a través de la OEA. Le negó la entrada a la Comisión de Alto Nivel que le ayudaría en encontrar una salida pacífica a la crisis.

Ante esa situación, lo mejor que pueden hacer los demócratas es avanzar. La propuesta es claras y creíble, garantiza una solución pacífica a la crisis, aún cuando la dictadura parece haber escogido la ruta de la radicalización.

Sobre este tema deberías leer: ¿Hacia dónde va Ortega con su acercamiento a Irán?

Los ejes prioritarios de la propuesta

La propuesta tiene cuatro ejes prioritarios:

  • Recuperación de la confianza en el sistema electoral
  • Restablecimiento de la transparencia y las garantías electorales
  • Apertura para la competencia amplia, electoral y equitativa
  • Mecanismos de participación ciudadana

La propuesta completa la puede leer aquí, pero vamos a enumerar algunos de sus puntos

Propone reformas constitucionales entre las que resaltan: el rescate de la segunda vuelta electoral; y el requisito de ganar la elección presidencial con el 50 por ciento más un voto del total de los votos válidos.

También prohíbe absolutamente la reelección y de manera inequívoca prohíbe la elección del cónyuge de quien esté en ejercicio de la presidencia.

Recuperar la confianza, factor clave

Hacer que el ciudadano vuelva a las urnas después de cinco fraudes al hilo en elecciones nacionales desde 2008 (además de dos regionales); y con Daniel Ortega en el poder sin duda va a ser un gran reto. Que si hay ventanas para lograrlo lo discutiremos más adelante, pero es un primer paso sin el que no se puede comenzar a andar.

Ortega destruyó la confianza en el voto

En mi libro Muerte de una República, hay un capítulo titulado: Los fraudes, el mecanismo para destruir la confianza. El robo descarado de las elecciones fue sin duda uno de los factores que contribuyeron a la consolidación de la dictadura en el período 2006 - 2012, cuando muchos pensaban que el orteguismo era el paraíso en la tierra.

Para recuperar la confianza, el Grupo Pro Reforma propone el nombramiento de un nuevo Consejo Electoral a través de una comisión cívica que selecciones a los candidatos con fuertes criterios de elegibilidad; y que hagan énfasis en la capacidad técnica, imparcialidad y prestigio profesional de los mismos. Claro, esto presupone un acuerdo político con la dictadura y los obstáculos que esto conlleva, que veremos más adelante.

Estos mismos criterios de selección deben regir en la selección de todas las estructuras del Consejo: los consejos electorales departamentales, municipales y las juntas receptoras de votos.

El director ejecutivo del Movimiento por Nicaragua, José Antonio Peraza lo resume de la siguiente manera:

Es cierto que será complicado aceptar elecciones mientras Ortega esté en el poder, pero el nicaragüense debe entender que el régimen no va a desaparecer porque la mayoría simplemente lo desee.

Diferentes caminos llevan a Roma

Durante la rebelión de abril muchos pensaron que el régimen sería derrocado por el rechazo que despertó la reacción violenta y criminal contra las protestas; pero el régimen aplastó las protestas a sangre y fuego. Contrario a su narrativa, hubo represión, no un intento de golpe de Estado.

Entonces, ya de por sí será difícil que la dictadura acepte ir a elecciones creíbles. La actitud del régimen indica que seguirá el camino de Venezuela. Esto aún y cuando la situación actual de Nicolás Maduro ante la comunidad internacional se debe precisamente a que quiso legitimarse en elecciones fraudulentas, sin oposición; pasando por encima de una Asamblea Nacional donde la oposición tiene una supermayoría porque arrasó en las últimas elecciones legítimas que se dieron en Venezuela.

Es ante esta situación que el director ejecutivo del organismo de observación Ética y Transparencia, Roberto Courtney, advierte al menos tres escenarios para los que se debe estar preparado:

Presión, unión, negociación y visión

Pero la única forma que deja ver la posibilidad de que la dictadura esté dispuesta a ceder elecciones libres y creíbles, es si:

  • Se mantiene la presión interna e internacional;
  • Para eso se debe mantener la unión de las principales fuerzas, entiéndase Alianza Cívica y UNAB;
  • Esas fuerzas deben tener la suficiente inteligencia para regresar a la negociación en el momento oportuno, y saber que no necesariamente todo se obtiene de una vez;
  • Por lo tanto hay que tener visión para conservar el terreno ganado y prepararse con paciencia para el siguiente paso.

Y por último, ser realista, las elecciones libres y creíbles son posibles, pero no antes del 2021. El régimen es ya incapaz de regresar a su modelo clientelista y menos al crecimiento económico, así que ahora, después de 17 meses de crisis, el tiempo está del lado de los ideales republicanos.

Deberías leer: La dictadura de Nicaragua es disfuncional y el dilema del salario mínimo es la prueba

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