Temporada lluviosa aumentaría contagio del Covid-19»
Lucydalia Baca Castellón
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Una buena temporada lluviosa como la que está pronosticada, puede ser un factor de riesgo determinante para elevar la curva de contagio del Covid-19
Pese a que la pandemia del Covid-19 se está desarrollando lentamente en Nicaragua, eso no significa que el país esté a salvo. Al contrario, en las próximas semanas, el establecimiento de la temporada lluviosa trae altas posibilidades de contribuir a elevar la curva de contagio, dijeron el viernes expertos del Centro Humboldt en la conferencia virtual Gestión social de riesgo ante el Covid-19.
La coincidencia del pico de la pandemia sumada a los padecimientos endémicos propios del periodo lluvioso, diezmará la limitada capacidad del sistema público de salud.
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Además, pondrá en riesgo la seguridad alimentaria y las agroexportaciones, porque podría mermar la oferta de mano de obra que requieren las actividades productivas.
Es por ello que representantes de diversos sectores insisten en la necesidad de establecer planes de atención y mitigación. Sin ellos, temen que el impacto de la pandemia en la salud y alimentación de los nicaragüenses, sean fuertes.
Actualmente Nicaragua se encuentra todavía en la etapa de la pandemia del Covid-19 en la que se presentan casos esporádicos, al menos oficialmente. En parte, el autoaislamiento y el distanciamiento social auto-promovido por la población puede ser un factor que ha contribuido a frenar el avance de la misma.
Los casos podrían comenzar a aumentar aceleradamente
A pesar de lo anterior, especialistas en riesgo del Centro Humboldt, indicaron que en los próximos días el país entrará en la etapa de expansión con casos de Covid-19 conglomerados.
En un escenario conservador, según sus proyecciones, esta etapa podría durar dos meses, hasta que la curva de contagio alcance su pico unos 11,516 casos. A partir de ahí iniciaría la fase de descenso que duraría unos cuatro meses. Y en noviembre el país entraría a la fase de desactivación de la pandemia.
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“En junio comienza la temporada de ciclones tropicales en el océano Atlántico que es el más influyente para el territorio nacional… por tanto observar el comportamiento y la tendencia de estos fenómenos es determinante para ver qué influencia pueden tener en la curva de contagio”, explica Abdel García, especialista en gestión de riesgo del Centro Humboldt.
Los pronósticos indican que este año se formarán 16 tormentas tropicales. De estas, 8 se convertirían en huracanes. Y de ellos 4 podrían ser intensos y alcanzar categoría superior a 3.
Se podría instalar La Niña con efectos negativos para la salud
Esto significa que después de varios años con déficits de lluvia, este año se pronostica exceso de humedad. Además, hay posibilidades de que se desarrolle el fenómeno de La Niña, que provoca más precipitaciones. Este es un pronóstico muy alentador para el sector agropecuario. Pero negativo para la salud pública en el actual contexto de pandemia.
El exceso de humedad que genere el régimen de lluvias durante la temporada de huracanes, implicará un aumento de ese riesgo. Dicha fase se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre.
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“No solo por el exceso de humedad que va a disparar la morbilidad (número de enfermos en relación con la población) de enfermedades de invierno. También, porque va a causar que el sistema de atención de emergencias y toda la atención social esté alrededor de esos casos que se pueden presentar”, advierte García.
Humedad disparará neumonías
A partir de las estadísticas de salud de los últimos años, los especialistas del Centro Humboldt pronostican un incremento de la tasa de contagio de enfermedades estacionales. Entre ellas la neumonía, que pondrán presión sobre la capacidad hospitalaria.
En los últimos tres años la neumonía ha sido la principal causa de enfermedad. Las estadísticas registran un promedio de 30,924 hospitalizaciones por esta causa cada año; es la novena causa de muerte en el país y es una patología relacionada al Covid-19.
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Entonces, la “buena” temporada lluviosa, que se pronostica incluso con probabilidades de ser estimulada por La Niña, puede ser determinante para elevar la curva de contagio del coronavirus.
Y aunque de acuerdo a los pronósticos, propiciará condiciones ideales para la producción de alimentos, en el ciclo agrícola que iniciará en las próximas semanas. La actividad agropecuaria también podría afectarse por la pandemia.
“Si la temporada va a ser activa y no hay un manejo político y social adecuado de las medidas higiénicas y sanitarias, del manejo del agua y de los alimentos. Y si la sociedad y la gestión pública no coinciden y no son exitosas en el manejo de la pandemia la morbilidad podría condicionar las metas productivas de este año”.
Abdel García, especialista en gestión de riesgo del Centro Humboldt
También podría afectar producción
De producirse esa afectación, sería desastroso en un año clave para el sector productivo. Que tras varios ciclos con escasez de lluvia tendría condiciones climáticas adecuadas.
El buen régimen de lluvia habría permitido enfrentar de mejor manera los grandes desafíos que genera la crisis económica en la que está sumido el país desde hace dos años. Y llenar las expectativas de garantizar los alimentos que demanda la población y los que requiere el mercado externo. Pero con la amenaza del coronavirus en el panorama, el escenario cambia radicalmente.
“El incremento de la curva de contagio puede influir en la capacidad productiva del país en la medida en que coincida con las épocas demandantes de mano de obra en los procesos de producción agropecuaria. Principalmente en los cultivos industriales”,
Víctor Campos, director del Centro Humboldt
Si el pico de la curva de contagio coincide con momentos clave para la producción provocará un impacto en las áreas de siembra o en los volúmenes de producción. Para amortiguar estos impactos, deberían articularse en el plan de contingencia regional para enfrentar la pandemia.
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Los especialistas insisten en que ante la falta de liderazgo gubernamental para manejar la pandemia, lo único que le queda a los nicaragüenses es fortalecer el autocuido y la voluntad individual, para evitar el contagio.
Elaborar plan multi-amenazas
Ante los retos que implica la pronta instalación de la temporada lluviosa, gestionar una sola amenaza no es factible. Según los especialistas del Centro Humboldt, deben atenderse todas a través de un plan de gestión multi-amenazas. Que además permita enfrentar los retos y salir más fortalecidos con mayores elementos de resiliencia.
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