The Economist se juega el prestigio y ve a Ortega más allá del 2022»
Lucydalia Baca Castellón
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El EIU espera que la resistencia interna se debilite con el tiempo y que incluso los actores económicos eventualmente se adapten a una nueva realidad política.
El los últimos días las redes sociales estallaron en jubilo porque un político criollo fue "puesto en su lugar", por un periodista. El incidente ocurrió en Estados Unidos, durante una entrevista en televisión. El detonante fue, que el entrevistado se atrevió a decir que a pesar de la crisis, las elecciones en Nicaragua serán hasta en 2021, como establece la ley.
Aunque la opinión de este personaje no tiene mayor relevancia, ya que salta a la vida pública únicamente en épocas electorales. La verdad es que no es el único al que las circunstancias obligan a pronosticar que no habrá elección adelantada como demanda la oposición.
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Las proyecciones para el próximo quinquenio, hechas por The Economist Intelligence Unit (EIU), coinciden en que el proceso electoral se realizará hasta en 2021, como está previsto en la ley.
Incluso, las predicciones de EIU son más pesimistas, pues contemplan que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), obtendrá un triunfo que le permitirá mantenerse en el poder por otro periodo.
Será Ortega o un sucesor
“Las próximas elecciones legislativas y presidenciales están programadas para noviembre de 2021. Dada la probable falta de una solución negociada para el conflicto político en curso, esperamos que el señor Ortega (o un candidato de su elección) permanezca en el poder durante el período de pronóstico 2020-24 (período revisado)”.
Proyección The Economist Intelligence Unit
También señala que si bien los nuevos episodios de inestabilidad política son una posibilidad clara. Especialmente a medida que se acercan las elecciones generales de 2021, no esperan que la oposición tenga éxito en sus esfuerzos por derrocar a Ortega.
Según la Unidad de Inteligencia del prestigioso medio británico, actualmente la oposición liderada por la Alianza Cívica “tiene poco en términos de influencia política” y Ortega sigue reacio a ceder espacios significativos de poder. Por ello creen que las perspectivas de un compromiso político permanecerán distantes.
También esperan que la resistencia interna se debilite con el tiempo y que incluso los actores económicos eventualmente se adapten a una nueva realidad política.
Permitirá reformas electorales superficiales
Con respecto a las reformas electorales que demanda la oposición con el respaldo de la Organización de Estados Americanos (OEA). El pronóstico es que en un intento por legitimar los resultados del proceso ante la comunidad internacional, Ortega haga concesiones. Pero estas serían superficiales, ya que mantendría el control del Consejo Supremo Electoral, el Poder Judicial y otras instituciones importantes.
Según The Economist, para mantenerse en el poder, los Ortega-Murillo han adoptado un enfoque cada vez más autoritario. Eliminaron los límites del mandato presidencial y el gobierno influye sobre todas las instituciones públicas. Además, han utilizado su control mayoritario en el Poder Legislativo, para favorecer los poderes presidenciales y el ya fuerte aparato de seguridad estatal.
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El análisis deja sentado, que la escena política es altamente volátil. Entre las amenazas, figuran la aplicación de medidas de presión más fuertes. Estas serían aplicadas por la administración de Donald Trump y la Organización de Estados Americanos (OEA).
También explica que 16 miembros del círculo de poder de Ortega, incluida su esposa Rosario Murillo han sido sancionados por Estados Unidos. Además de las sanciones a personas vinculadas a violaciones a los derechos humanos y actos de corrupción, la Nica Act también faculta a delegados de ese país ante ciertas instancias multilaterales, para que se opongan a la aprobación de nuevos préstamos a Nicaragua.
Cada día dependerá más del BCIE
En la práctica, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) --antes del inicio de la crisis, era el principal donante-- no ha aprobado nuevos créditos. Por tanto, ahora se depende en gran medida del financiamiento otorgado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
De registrarse una derrota electoral contra Trump en 2021, podría enfriarse la campaña de presión contra Ortega. Sin embargo, The Economist considera improbable que las sanciones existentes se revoquen, ya que cuentan con el respaldo de Demócratas y Republicanos.
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A eso se suma que muchos miembros de la OEA amenazan con suspender a Nicaragua de ese organismo. De concretarse esta amenaza, se detendría el desembolso de los préstamos existentes. Según el pronóstico tales presiones eventualmente podrían debilitar la posición de Ortega.
“En caso de una escalada significativa de presión política o económica, el control de Ortega sobre el poder estará determinado por el papel de las fuerzas de seguridad. Ortega actualmente ejerce un control completo sobre la policía y una fuerte influencia sobre los militares. Los oficiales militares de más alto rango han sido aplacados con el acceso a los activos comerciales y los ingresos derivados de estos”, expone el análisis.
Las armas lo mantienen en el poder
La prestigiosa publicación, también reconoce que Ortega ha utilizado la participación activa de las fuerzas policiales. Con ella puso fin a la insurrección política y consolidó la cohesión institucional. Ademas, infundió temores de represalias, si la oposición llega al poder. Hasta ahora, esto ha sido suficiente para garantizar la lealtad de las fuerzas de seguridad.
Pero si las condiciones económicas o políticas, se empeoran radicalmente, el riesgo de fracturas dentro del régimen el alto.
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Las proyecciones The Economist advierten que tras la violenta represión con que las fuerzas progubernamentales sofocaron los disturbios de 2018. Ahora cualquier signo de disenso es sofocado rápidamente para mantener a la oposición controlada.
El precio de esa represión ha sido extremadamente alto. El análisis advierte que la agitación política, junto con una serie de sanciones financieras internacionales, ha provocado un deterioro dramático en las condiciones económicas. Tampoco se vislumbran resultados positivos de los esfuerzos que realiza el régimen por atraer nuevas fuentes de inversión.
Entre 2021 y 2024, PIB crecerá menos de 2%
Según las proyecciones The Economist en 2019 el Producto Interno Bruto (PIB) registró un retroceso estimado de 5.1 por ciento y en 2020 la caída será de 1.5 por ciento. A partir de 2021, Nicaragua podría retomar la ruta del crecimiento, pero a niveles más bajos que en los años previos a la crisis cuando superaba el 4 por ciento. Entre 2021 y 2024, el crecimiento promedio anual del PIB promediaría 1.5 por ciento.
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