Hasta ahora, el régimen Ortega-Murillo no ha acatado ninguna de las recomendaciones que hace casi seis meses le presentó la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH).
Sin embargo, es fundamental que esta instancia siga documentando y denunciando la escalada de atropellos y el establecimiento de nuevas formas de acoso y persecución.
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Esto permitiría que la comunidad internacional permanezca informada. Para que mantenga e incluso incremente las presiones, para que el régimen ponga fin a sus abusos y propicie una salida a la crisis.
Solución que según OACNUDH debe incluir justicia para las víctimas. Pero también, el establecimiento de reglas claras para la realización de elecciones libres y transparentes.
Sin embargo, es necesario que en los próximos días se renueve el mandato sobre Nicaragua. Solo así, la OACNUDH seguir documentando los actos de represión. Y presentando esos informes ante el Consejo, para que a través de este se siga presionando al régimen para que acate sus recomendaciones,
En marzo del 2019, el representante de Argentina con el patrocinio de otros nueve países del continente presentó un proyecto de resolución. Este fue aprobado por 23 de los 47 miembros. Con ello, se ordenó la Alta Comisionada Michell Bachelet “preparar un informe exhaustivo por escrito sobre la situación de los derechos humanos en Nicaragua”.
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A inicios de septiembre Bachelet presentó un informe . En él se documentaron los múltiples atropellos cometidos por el régimen Ortega-Murillo, desde el inicio de la crisis sociopolítica en abril de 2018.
También se incluyeron catorce recomendaciones. Ocho de ellas dirigidas al Estado de Nicaragua, dos a la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDDH) y las cuatro restantes al Consejo de Derechos Humanos y a la Comunidad Internacional.
Teniendo en cuenta que las violaciones no han cesado y que Ortega no ha acatado ninguna de las recomendaciones. Lo indicado es que la OACNUDH siga denunciando los hechos. Con ello mantendría informada y atenta a la comunidad internacional, cuyo apoyo es fundamental para seguir presionando al régimen para que cumpla las recomendaciones.
“La renovación del mandato implicaría que el tema de Nicaragua siga siendo prioridad dentro de la agenda de Naciones Unidas. Esto evitaría que el tema se desvanezca. Y que en el Consejo de Derechos Humanos se mantenga como prioridad, como ocurrió el año pasado".
Ana Bolaños, oficial del Programa Legal para América Latina del organismo Race & Equality
Dado que los organismos internacionales de derechos humanos, no están en Nicaragua, esta renovación también serviría para seguir demandando su regreso.
Según Ana Bolaños, oficial del Programa Legal para América Latina del organismo Race & Equality, está previsto que el 27 de febrero Bachelet presente un nuevo informe sobre Nicaragua. En marzo se realizaría la votación.
De esta depende la renovación del mandato establecido en marzo del año pasado. El cual también, contrarrestaría el discurso de normalidad y negación de los hechos ocurridos. Ya que con este responde la representación de Nicaragua responde a los señalamientos de OACNUDH.
En 2019, la resolución obtuvo el apoyo de 23 de los 47 países miembros, del Consejo de Derechos Humanos. Entre ellos varios de América Latina: Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, México, Perú, Uruguay. Y el resto de Europa. Solo 3 países votaron en contra: Cuba, Egipto y Eritrea. Mientras que otros 21, la mayoría africanos se abstuvieron.
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Para la presidenta del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), Juanita Jiménez, la renovación del mandato es indispensable para que la comunidad internacional obligue al gobierno a frenar la represión. Y para buscar una salida pacífica a la crisis, que propicie el restablecimiento de la democracia.
También serviría para seguir demandando el regreso de la representación de la OACNUDH y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
A ambas, Ortega les pidió abandonar el país tras conocer sus informes. Estos determinaron que durante la fase más violenta de la represión, se cometieron graves violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.
Race & Equality junto a cerca de cuarenta organizaciones nicaragüenses y veinte extranjeras, desarrolla una campaña. Con ella, pretenden concientizar a los 47 miembros del Consejo de Derechos Humanos. E instarlos, a renovar el mandato sobre Nicaragua. Para que este se apruebe se requiere mayoría simple.
De no renovarse el mandato, la OACNUDH seguirá monitoreando y documentando la situación de los derechos humanos, pero esta no se compartiría en el Consejo de Derechos Humanos.
Lo más relevante de las ocho recomendaciones que la ACNUDH le hizo al Estado de Nicaragua es:
A la Procuraduría de Derechos Humanos (PDDH), Bachelet la llamó a:
Al Consejo de Derechos Humanos y a la Comunidad Internacional el llamado es para que:
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