Alianza entre mineros artesanales y empresas mineras para erradicar uso del mercurio

La tecnología para procesar los minerales está cambiando la forma de trabajo de los mineros artesanales de Nicaragua; y esto a su vez beneficia al medioambiente. Según datos de la Cámara Minera de Nicaragua (Caminic), por cada plantel de minería artesanal que realiza operaciones de extracción, se deja de usar una tonelada de mercurio al año.

El ahorro se da porque gran parte del material extraído por los mineros artesanales, ya no es procesado en molinos artesanales, sino en estas plantas industriales, de las que en Nicaragua ya existen tres, dos en Bonanza y una en La Libertad, Chontales. Otas más están en proceso de instalación.

“Los planteles son una solución moderna para poder erradicar el mercurio. Actualmente están en proceso de inversión cuatro planteles de minería artesanal; dos van bien avanzados y dos están en proceso de evaluación y preinversión”, detalló Sergio Murillo, presidente de Caminic.

Un deber del Estado

El directivo de Caminic agregó que el Estado de Nicaragua ha asumido compromisos internacionales, por lo que debe priorizar la erradicación del uso del mercurio.

Dichos compromisos los ha asumido al firmar el Convenio de Minamata; que busca proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones de mercurio y compuestos de mercurio. También es firmante del Acuerdo de Escazú; que establece una relación entre los derechos humanos y la protección del medio ambiente.

“Hay que ser claros, hay muchas personas que lo están haciendo (utilizar el mercurio) de forma ilegal; y afectan de manera directa a los mineros artesanales que están en el modelo (de Ordenamiento y Desarrollo de la Minería Artesanal), que tienen un plan para la protección al medio ambiente. Por eso es fundamental tener la cobertura de los planteles”.

Sergio Murillo, presidente de la Cámara Minera de Nicaragua (Caminic)

Transformación empezó en Bonanza

El Modelo de Ordenamiento y Desarrollo de la Minería Artesanal tiene sus raíces en el Plan de Ordenamiento y Desarrollo de Bonanza; definido en 2008 por la empresa Minera HEMCO y el Gobierno Municipal de Bonanza.

“Uno de los ejes del Modelo es la recuperación y procesamiento responsable; ahí se especifica que debe haber planteles y presas de colas certificadas y con las condiciones ambientales y legales adecuadas. Y planteles exclusivos para procesamiento de mineral de minería artesanal que eviten el uso de mercurio por parte de los mineros”,

Gary Downs, gerente de Minería Artesanal de HEMCO

Sin mercurio ganan los mineros, el medioambiente y el país

Pese a que solo tiene cinco años de estar operando, el Plantel Los Ángeles ubicado en La Libertad, Chontales, ya atiende a siete cooperativas de los municipios de Santo Domingo y La Libertad; entre todas aglutinan alrededor de 500 mineros artesanales que llevan el material que extraen a dicho plantel para que sea procesado.

Además del beneficio que le da al medioambiente que el material se procese en planteles que no utilizan mercurio, esta práctica también proporciona beneficios económicos.

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Alejandro Domínguez, gerente general del plantel Los Ángeles, destaca que, gracias a los planteles, “los mineros pueden recuperar más (metal) del que recuperarían en un molino artesanal y a la vez al país se le reporta un mayor beneficio porque hay menos pérdidas del metal”.

Así funciona un plantel

En palabras de Domínguez, la labor de un plantel empieza antes de recibir el mineral en el patio de acopio. Esto sucede porque previamente se toman unas muestras orientativas del material para conocer su calidad.

Una vez que la broza pasa el primer control de calidad con las muestras orientativas, va a una zona de trituración para, a continuación, poder determinar en el laboratorio el contenido de mineral ingresado.

En el laboratorio se analizan las muestras trituradas y de los cuatro resultados obtenidos es necesario que al menos tres de ellos coincidan. “Luego se le pasan al pequeño minero para que él determine si acepta el resultado. Si está acorde a su expectativa y si su respuesta es sí, le aceptamos la carga; pero si dice que no, tiene la opción de un remuestreo o sea otros análisis más”, explicó Domínguez.

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Cuando las dos partes están de acuerdo, se lleva el material a la planta y comienza el proceso metalúrgico. Primero pasa a dos molinos de los cuales se obtiene arena fina; después pasa al área de tanques donde se le aplican técnicas con cianuro, carbón activado y soda cáustica. Aquí el material permanece entre 20 y 24 horas.

Acto seguido, el mineral se coloca en un dispositivo llamado celda electrolítica. “Ahí se deposita todo el concentrado que tiene el mayor contenido de oro y después se lleva a fundición, que es un horno donde el producto final que obtenemos es una barra que puede pesar entre 15 y 20 kilos y que contiene oro, plata e impurezas. Ese producto es exportado, en el extranjero lo envían a una refinadora donde se vende lo que extraemos de oro”, resume Domínguez.