Comercio sobrevive la pandemia pero lo amenazan los abusos del régimen

En medio de las afectaciones que enfrenta el comercio mundial por la pandemia y mientras en el resto del mundo las empresas tratan de volver a la normalidad, en Nicaragua el futuro del comercio es incierto, especialmente por las arbitrariedades del régimen.

Sin embargo, como en todo, no solo hubo perdedores. El primer semestre del año a nivel local, los grandes ganadores fueron los vendedores de productos farmacéuticos y los de insumos agropecuarios.

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Pero al resto, la paralización de operaciones causada por la Covid-19, les generó pérdidas.  A estas se suma el temor de no poder recuperarse en 2021; porque junto a la inestabilidad propia de un año electoral se mantiene latente la posibilidad de una nueva reforma fiscal que incremente las pérdidas. Además, las arbitrariedades del régimen continúan incrementándose.

Cada vez son más los empresarios que denuncian cobros y multas excesivas. Estos se han sumado a otras arbitrariedades que se aplican principalmente en la aduana.

Analizan a las grandes empresas

La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) realizó un estudio en el que incluyó a las empresas más grandes de los siete sectores con mayor peso dentro actividad comercial. De acuerdo a sus ventas, ellos representan el 41 por ciento del total. Por tanto, los resultados no se pueden generalizar a todo el comercio y servicios. Sin embargo, da un indicio de la situación que enfrentan.

Los subsectores analizados por Funides con la colaboración de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua (CCSN) son:

• Alimentos, bebidas y tabaco
• Artículos de ferretería
• Pinturas y productos de vidrio
• Productos farmacéuticos
• Artículos domésticos en casas comerciales
• Maquinaria y equipo de uso agropecuario
• Insumos agropecuarios

De estas ventas, durante el primer semestre del año, únicamente las de productos farmacéuticos y las de insumos agropecuarios crecieron 7 por ciento y 14 por ciento respectivamente. En el caso de los productos farmacéuticos el crecimiento fue impulsado únicamente por compras relacionadas a la Covid-19. Ya que la demanda del resto de productos se redujo. La de los insumos agropecuarios se atribuye al establecimiento temprano de una buena temporada lluviosa.

Ventas de algunos sectores cayeron hasta 55%

En el extremo opuesto se ubican las ventas de tabaco del primer semestre del año con una caída de 55 por ciento. Se atribuye especialmente a los efectos de la reforma fiscal de 2019. Mientras que la colocación de maquinaria y equipo de uso agropecuario se contrajo 32 por ciento. Esta caída es provocada entre otras cosas por la falta de financiamientos. El resto de subsectores analizados reportó caídas de entre el 1 y 19.3 por ciento.

 “Con respecto a las proyecciones (para el segundo semestre del año), se espera un segundo semestre más equilibrado. Con esto me refiero a que, los que ganaron en el primer semestre ven una menor ganancia e inclusive pérdidas en el segundo semestre. Y los que estaban perdiendo esperan pérdidas, pero menores a las que tuvieron en el primer semestre”.

Analista de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides)

A partir del desempeño del primer semestre, solo el subsector farmacéutico y el de insumos agropecuarios proyecta cerrar el 2020 en positivo. Con una expansión de 6 por ciento y 6.4 por ciento respectivamente. El resto espera caídas de entre 1 por ciento y 14 por ciento.

Mientras en el resto del mundo preparan planes de recuperación y esperan superar esta crisis en 2021, a nivel local prefieren no hacer proyecciones optimistas. Primero porque aunque esperan un menor impacto de la pandemia, al ser un año electoral, las tensiones políticas siempre crean inestabilidad.

Agudización de la crisis afectará ventas

Además, se espera una agudización de la crisis económica que deteriorará aún más el poder adquisitivo de los consumidores. Mayores dificultades para acceder a financiamiento y deterioro de la capacidad de pago de los clientes.

A esto hay que agregar el incremento de las arbitrariedades y la burocracia gubernamental, que está institucionalizando cobros y multas, excesivos y arbitrarios.  

Además de todos estos obstáculos, cada subsector enfrenta otros problemas específicos que también ponen en duda la recuperación de las ventas. Muchos enfrentan retrasos para sacar la mercadería importada de las aduanas,  dudas de valor que elevan el cobro de los impuestos  y otros.

De acuerdo al análisis de Funides, lo que visualiza el sector y que fue expresado por los empresarios consultados, es que se mantiene latente la posibilidad de que los efectos de la pandemia empeoren. Por eso consideran necesario estar preparados por si ocurre.

¿Otra reforma fiscal draconiana?

Pero también temen que ante la caída de la recaudación y el cierre de fuentes de financiamiento, el régimen opte por incrementar los impuestos a través de la aprobación de una nueva reforma fiscal. O que en lugar de imponer una nueva reforma tributaria opte por elevar sus ingresos a través de la imposición de  cobros arbitrarios o de imposiciones fuera de ley.

En los últimos meses, para elevar sus ingresos, el régimen ha combinado su voracidad con el uso de las instancias recaudatorias, para presionar al sector empresarial. De manera arbitraria y con decisiones fuera de ley incrementó el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Está generalizando el uso de las dudas de valor elevar el cobro de los impuestos a las importaciones. También ha incrementado la realización de auditorías, para imponer multas y otros pagos. Todas estas amenazas mantienen paralizadas las inversiones de las empresas.