¿Cómo está la seguridad alimentaria para Nicaragua?»
Ilich Buitrago Aguilar
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A pesar de la mejoría mostrada en las cifras (2018) Nicaragua se mantiene como el país con más alto índice de prevalencia de subalimentación en la región. En 2019 pudo haber empeorado
El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). La efeméride tiene como propósito concientizar sobre la seguridad alimentaria, es decir, “acceso físico y económico a suficiente alimento, seguro y nutritivo, para satisfacer necesidades alimenticias”, tal como lo define la misma organización.
En el caso de Nicaragua, el día se recibe con un panorama desolador por distintos factores, el primero es la recesión que vive el país producto de la crisis que atraviesa desde abril de 2018, situación que ha provocado desempleo, incremento en el costo de vida con el alza de varios productos, el golpe a los bolsillos de los trabajadores con medidas como un mayor aporte al quebrado sistema de seguridad social y el congelamiento del salario básico.
Nicaragua en un primer lugar que nadie quiere
El informe de la FAO para este año muestra que aunque Nicaragua ha mostrado una fuerte mejoría en el índice de prevalencia de subalimentación (porcentaje de la población que está subalimentada) pues se redujo 7.4 puntos porcentuales entre 2006 y 2018, todavía se mantiene como el país con el mayor índice en Centroamérica y México.
Mucho más eficiente ha sido Panamá, que en 2006 estaba casi al mismo nivel de Nicaragua y ha bajado el índice en casi 13 puntos porcentuales (ver cuadro abajo). Panamá no solo se alejó de Nicaragua sino que superó a Honduras.
Según detalla la FAO en su informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019, existe una estrecha relación entre la reducción del nivel de ingresos de los países con el aumento de la prevalencia de la inseguridad alimentaria.
“Cuando los países se agrupan por nivel de ingresos también surgen pautas diferentes en la gravedad de la inseguridad alimentaria. A medida que disminuye el nivel de ingresos, no solo aumenta la prevalencia de la inseguridad alimentaria, sino que también lo hace la proporción de la inseguridad alimentaria grave en relación con el total”.
Al hablar de inserguridad alimentaria grave la FAO se refiere a las personas que suelen quedarse sin alimentos y, en los peores casos, pasan un día o varios sin comer. La subalimentación en incremento es una situación muy probable en países que enfrentan recesión producto de crisis políticas, para ejemplo en las estadísticas de la FAO está Venezuela.
La FAO registra entre los lugares con ingresos bajos y con déficit de alimentos (actualizados hasta 2016) a varios países de África como Camerún, Costa de Marfil, Rwanda, entre otros; algunos de Asia como Afganistán, Bangladesh y Corea del Norte; y dos países de América: Nicaragua y Haití.
Producción golpeada este año
Al panorama de Nicaragua este año se suma la falta de lluvias en algunas regiones del país, que provocó una fuerte reducción en la cosecha de primera, con mermas entre 20 hasta 80 por ciento en la producción de frijol y maiz en varios departamentos como Madriz, Nueva Segovia, Estelí, Jinotegay Carazo, según datos de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), publicados por el diario LA PRENSA.
Los pobres resultados de la cosecha de primera se suman a las afectaciones que ya tenía el sector productor como es el incremento de sus costos de producción entre 25 y 35 por ciento, como resultado de la afectación recibida por la reforma tributaria en el primer trimestre de 2019, y la dificultad para acceder a financiamiento producto de la crisis.
En declaraciones a 4to Mono a mediados de 2019, Felipe Argüello, gerente general de la Bolsa Agroindustrial de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Bolsagro), explicaba que Nicaragua produce más frijol que el que consume. Sin embargo, las exportaciones del grano han aumentado y de seguir así, con una producción menor en esta cosecha podría experimentarse un desabastecimiento.
El volumen exportado de frijol entre enero y septimebre de 2019 ha sido 64.3 mil toneladas, un incremento de 4 por ciento en relación al mismo periodo el año 2018, según datos del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex).
Aunque los datos sobre la seguridad alimentaria para la región son de 2018, y en el caso de Nicaragua ─indicadores clave en todos los rubros han sido puestos en tela de juicio─ se puede pensar que debido a la situación que el país ha enfrentado desde abril del año pasado, las medidas económicas que ha adoptado el gobierno ante la recesión y la sequía de este año, la situación alimentaria solo puede tender a empeorar.
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