Distribuidores de autos "sorteando" la crisis

A raíz de la crisis sociopolítica de Nicaragua una de las actividades que más ha sido impactada es la venta de vehículos automotores.

Según el monitoreo del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) en enero y febrero de 2019 las ventas de vehículos han caído 75 por ciento en relación al año anterior.

El principal impacto que ha registrado esta actividad económica ha sido por el cierre del financiamiento bancario, en donde se concentraba hasta el 90 por ciento de clientes del sector automotriz, según estimaciones de Roberto Sansón, director de Nissan en Grupo Q, distribuidora que también comercializa la marca Chevrolet en Nicaragua.

También te podría interesar: Empresas tratan de absorber impacto de reforma tributaria»

En busca de soluciones: financiamiento interno

Una estrategia para disminuir el impacto de la falta de crédito bancario ha sido el autofinanciamiento de los vehículos que están implementando los distribuidores. Sansón explica que, en el caso de Grupo Q, desde hace años cuenta con su propia financiera llamada CrediQ.

“Se maneja como una empresa aparte que funciona como el financiamiento de los bancos. O sea, vos venís a acá, escogés tu vehículo y aplicás a un crédito dependiendo de tus condiciones”, señala.

Otros distribuidores de autos cuentan también con sistemas de financiamiento similares. Sin embargo, en relación al financiamiento bancario, ─cuando existía─ el modelo de autofinanciamiento es más caro y para complicar las cosas, por la situación del país, es más difícil de acceder.

“Nuestro enfoque iba usualmente hacia las pymes y todos aquellos clientes a quienes los bancos no les prestaban… a raíz de la crisis que los bancos cesaron su financiamiento, ya nosotros quedamos financiando otro tipo de clientes, pero básicamente porque no tenemos más opciones. Ahora el interés es más alto y los requisitos para acceder al crédito más dificiles”, argumenta Sansón.

Cierre de sucursales, venta total de inventarios y despido de personal

Desde la crisis, varios distribuidores de autos optaron para enfrentar el brutal impacto disminuyendo gastos; y una de las formas fue el cierre de sucursales.

“Hemos cerrado todas las sucursales que teníamos y nos hemos concentrado en dar servicio desde el edificio principal”, comenta Sansón al respecto de Grupo Q.

El director de Nissan, señala que tuvieron que realizar reducciones de personal y se han implementado unas series de medidas como cambios de turnos y sacar empleados de vacaciones para ajustar la organización a la nueva realidad del mercado. Otra estrategia ha sido ofrecer más atención en el taller de posventa.

En 2018 ante el fuerte golpe por lo reciente de la crisis, varias distribuidoras sacaron del país sus flotas en inventario para colocarlas en mercados en el resto de Centroamérica.

“Estás en una industria donde el inventario es bien caro”, arguye Sansón. “Eso (envío de flotas) no lo pudieron hacer todas las casas comerciales porque no todos son parte de una transnacional como Grupo Q, pero sí lo hicieron varias… Otras casas comerciales fueron a vender su inventario a otros distribuidores en otros países”, agrega.

Gran caída en importaciones en 2018

El impacto en este sector se observa con la caída de las importaciones registradas por el Banco Central de Nicaragua (BCN):

• En el caso de camión de volquete, microbuses y camionetas en 2018 se importó 85.1 millones de dólares, una caída de 46.1 por ciento en relación al año anterior (157.8 millones de dólares). De hecho, en 2017 ya había registrado una disminución de 12.9 por ciento en relación a 2016.
• En la categoría de importación de cuadraciclos y automóviles tipo sedan, el Banco Central registro 62.5 millones de dólares, lo cual representó un desplome de 53.5 por ciento en relación a 2017, año en que se registró 134.4 millones. Esta categoría también había caído en relación a 2016 con 5.7 por ciento.
• La importación de motocicletas, que venía en constante crecimiento desde 2014, tuvo en 2019 una merma de 30.8 por ciento, pues las importaciones solo alcanzaron 36.1 millones de dólares, cuando en 2017 había llegado a 52.2 millones de dólares.

¿Distribuidores de autos abandonarían el país?

Pese a que declara que “este gobierno hace todo lo posible por que uno no se mantenga a flote”, Sansón indica que la distribuidora que representa no ha contemplado la idea de cerrar sus oficinas en Nicaragua.

“No es una opción, creo que ni ahorita ni en un futuro cercano… Lo que se tienen aquí son los planes para salir adelante y se está haciendo el esfuerzo para sortear esta crisis”, señala.

Sin embargo, no deja de enfatizar que mientras el crédito bancario no vuelva a activarse la industria automotriz va a estar golpeada.

“Pero aunque hubiera crédito, ya no todos los clientes quieren comprar un vehículo porque la situación del país es altamente inestable y volátil mientras el futuro laboral y económico de muchas personas está en juego”, finaliza Sansón.

En el monitoreo del Cosep y Funides, los distribuidores de autos automotores proyectan para el segundo trimestre de 2019 una nueva caída, esta vez de 22 por ciento en las ventas.