Empresarias de Nicaragua con más obstáculos por la crisis

La participación de  la mujer es fundamental para el desarrollo de cualquier sociedad. Sin embargo, tradicionalmente ellas han enfrentados diversos obstáculos para entrar y desarrollarse en el campo laboral y más aún en el empresarial.  Es por ello que en los últimos años, se han realizado diversos esfuerzos para facilitar el emprendimiento femenino.

Ya que según el Banco Mundial, “la posibilidad de crear y hacer crecer un negocio es uno de los instrumentos más poderosos con que cuentan las mujeres para superar la pobreza y forjar una vida mejor para ellas, sus familias y sus comunidades”.

Además, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) considera que “la incursión en el empresariado le otorga a la mujer, mayor libertad para atender sus labores domésticas y de crianza de los hijos. Y a la vez constituye una oportunidad para crecer y ascender que no suele darse en el sector privado formal”.

Y aunque a nivel mundial se registran avances, en Nicaragua el panorama actual para las empresarias es distinto. Gran parte del camino andado se perdió. Esta es una de las consecuencias de la crisis sociopolítica que enfrenta el país desde abril de 2018.

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Hay retroceso de hasta cinco años

 “Todos los esfuerzos y el avance que se había logrado en los años previos a la crisis han tenido un freno. Lo que se hizo para que  más mujeres pudieran ingresar al mercado laboral, gozaran de seguridad social, evitar la división del trabajo y reducir la doble jornada se perdió. El retroceso es de cuatro o cinco años”, dice un análisis de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).

Además, las empresarias están percibiendo menos ganancias. Eso las ha obligado a reducir el personal que las apoya. Ante la ausencia de colaboradores, deben asumir nuevas responsabilidades. Eso ocurre tanto en el hogar como en las empresas. Y las obliga a dedicar más horas a sus responsabilidades, intensificando la doble jornada.

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Sin embargo, las emprendedoras no se dan por vencidas. Y han encontrado en la capacidad de adaptación al medio y las circunstancias para sortear las dificultades y mantener sus negocios funcionando, debido a que el consumo está deprimido.

Falta de estructuración puede facilitar adaptación

“Para las empresas pequeñas es más retador porque están menos estructuradas y menos organizadas, solo algunas llevaban de forma ordenada la contabilidad. Entonces tienen menos herramientas para enfrentar una crisis como la que hemos tenido”.

Análisis de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides)

Sin embargo, esa falta de estructuración y organización se ha convertido para muchas en la principal herramienta para enfrentar la crisis. Ya que les proporciona cierta flexibilidad para definir un nuevo giro a sus negocios. O para elaborar un nuevo producto, ya que los cambios que tienen que promover no son tan profundos.

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“En el caso de las empresas pequeñas lo que más afecta es el flujo de efectivo; con un día que se deje de vender los ingresos bajan y se pierde la liquidez. Y cuando la ausencia de ingresos es más prolongada la situación es insostenible. Y así es muy complicado sobrellevar estas situaciones que además provocan afectaciones emocionales”, asegura María Eugenia Mayorga, presidenta de la Red de Empresarias de Nicaragua (REN).

Pero siendo creativas, las emprendedoras pueden transformar la crisis  en una oportunidad. Abandonando una actividad que no sea rentable y buscando un giro alternativo. Además, la crisis puede incentivar a las mujeres a usar la tecnología. Pueden usarla para promover la comercialización de sus  productos a través de las redes sociales. Incluso, pueden usarla para acceder a beneficios fiscales, a través de la Ventanilla Electrónica.

Crisis las sacó de su zona de confort

En este campo, Funides identifica muchas oportunidades. Ya que actualmente, son los hombres los que más utilizan las herramientas tecnológicas que están a disposición de las empresas.

“Definitivamente este tipo de crisis te mueven el piso y hacen que salgas de tu zona de confort a buscar otras oportunidades que en una situación normal no se habrían buscado”.

María Eugenia Mayorga, presidenta de la Red de Empresarias de Nicaragua (REN)

Hasta ahora lo más rescatable de la crisis ha sido la capacidad que han demostrado las emprendedoras para reinventarse y adaptarse a las nuevas circunstancias.

“Hay sectores económicos como el turismo y las panaderías que han sido más afectados. A estos se les ha dificultado aún más esa adaptación. Y ante la ausencia de clientes durante la fase más crítica de la crisis no les quedó otro camino que cerrar las empresas”, lamenta Mayorga.