Funides: menor caída del PIB en 2020 no detendrá profundización de crisis»
Lucydalia Baca Castellón
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Aunque el daño económico provocado por la pandemia será menor a lo proyectado inicialmente, no impedirá la profundización de la crisis que provocará que este año unos 43 mil nicaragüenses pierdan su empleo y unos 220 mil caigan en la pobreza
Mientras algunos países comienzan a registrar nuevas olas de contagio, los esfuerzos por reactivar las economías han permitido determinar mejor el panorama. En la mayoría de los casos la actualización de las proyecciones indica daños menores a los pronosticados al inicio de la pandemia de Covid-19.
En el caso de Nicaragua la contracción del Producto Interno Bruto (PIB), también será menor a lo esperado inicialmente. Sin embargo, eso no impedirá la profundización de la economía nicaragüense hacia una etapa de depresión. Tras cerrar tres años consecutivos en recesión y una reducción acumulada del PIB superior al 10 por ciento.
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Esto dificultará a más nicaragüenses garantizar la estabilidad de sus ingresos; y ante la falta de estos, quedarán más expuestos a atravesar el umbral de la pobreza. Se calcula que el incremento en los niveles de pobreza provocará un retroceso de al menos 7 años en la lucha contra la erradicación de este flagelo.
En los últimos días el Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó sus datos; y bajó de 6 por ciento a 5.5 por ciento la estimación de caída del PIB. El caso del Banco Mundial (BM) también redujo sus cálculos. Antes estimaba que este año la economía nicaragüense caería 6.3 por ciento; y ahora considera que la contracción será de 5.9 por ciento.
Funides también actualiza proyecciones
A esta tendencia se sumó la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides). En abril su proyección de caída del PIB para 2020 era de entre 6.5 por ciento y 13.7 por ciento; pero ahora fijó su meta en 5 por ciento.
Según el centro de pensamiento, la proyección de abril respondía a la incertidumbre mundial. Por eso contemplaba dos mecanismos de afectación. El externo a través del deterioro de la economía global; de manera especial la de Estados Unidos que es su principal socio comercial. El otro, el interno, dependía de la propagación de la pandemia y la suspensión de actividades.
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Además, respondía a un contexto de desinformación. Ya que desde el estallido de la crisis sociopolítica en abril de 2018, el retraso o suspensión de publicaciones de estadísticas económicas que debe publicar el Banco Central de Nicaragua (BCN) se ha agudizado.
Por ejemplo, el informe de la encuesta de turismo debería publicarse cada trimestre, pero desde hace 666 días no se actualiza; las estadísticas de empleo y afiliados a la Seguridad Social tienen 521 días de retraso; y el informe de llegada de remesas que se entregaba mensualmente, no se publica desde hace 382 días. En total, el BCN ha suspendido o retrasado la divulgación de los informes de 11 indicadores económicos.
Algunos mejoran pero otro no
Sin embargo, ante una posible recuperación de la llegada de remesas; que se espera mantengan una tendencia similar a la de los países vecinos, pues los datos locales no se conocen. Sumado al crecimiento de la exportación de mercancías; la asistencia, a partir de julio, de más personas a tiendas comercios y espacios de ocio; y el resultado de encuestas a ciudadanos en general y empresarios, permiten pronosticar que la afectación económica provocada por la pandemia será menor de lo esperado originalmente.
No obstante, hay sectores que siguen muy afectados. Se proyecta que en 2020 la inversión privada se reduzca 8.3 por ciento; en 2019 el retroceso de esta fue de 37.9 por ciento. “Este comportamiento está ligado con la dinámica del consumo privado, el cual se muestra como una señal de incertidumbre que incide sobre la decisión de invertir de las empresas”, dice un informe de Funides.
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Con respecto a las exportaciones, aunque las de mercancías incluso han crecido más de lo esperado, en el resto de sectores la situación es diferente. Debido a la paralización de actividades en los mercados de destino, se calcula una caída del 29.9 por ciento para las exportaciones de zona franca; y una reducción del 37.1 por ciento en las exportaciones de servicios.
La reducción de estas ventas provocará una merma del 7 por ciento en las importaciones de bienes y servicios.
Menos empleos y más pobreza
En la práctica, el deterioro de estos indicadores económicos se traduce en menos oportunidades laborales para la población. Que según los resultados de las más recientes encuestas, señala la falta de empleos como uno de los principales problemas del país. En 2019 la tasa de desempleo abierto se ubicó en 5.5 por ciento y en 2020 se incrementará a 6.8 por ciento.
“Lo anterior implica que podría haber 43 mil nuevos desempleados este año, con lo que el saldo de personas en situación de desempleo al final del año sería de 222 mil personas”.
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De acuerdo al resultado de las encuestas, el 51 de cada 100 nicaragüenses reportaron disminución en el ingreso percibido por su hogar durante los últimos 3 meses. La reducción de los ingresos provoca un incremento en la tasa de pobreza general, que en 2019 se ubicó en 28.2 por ciento y para 2020 se estima llegará a 31.3 por ciento.
Es decir, un incremento de 3 puntos porcentuales, que en términos prácticos significa que este año unos 220 mil nicaragüenses cruzaran el umbral de la pobreza. Para sumarse a ese ejército que cerrará el año con casi 2.1 millones de personas cubriendo todas sus necesidades con 1.76 dólares (61 córdobas al cambio oficial) o menos cada día.
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