La pandemia no golpea de lleno aún, pero ya la economía está de rodillas»
Lucydalia Baca Castellón
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La política de negación que adoptó el régimen bajo la excusa de proteger la economía no ha evitado su derrumbe y ha dejado al país expuesto a la pandemia
El régimen alegó que no tomó medidas preventivas frente a la amenaza de la pandemia del Covid-19 para salvar la economía, pero el fenómeno mundial ya tiene la economía del país mirando hacia un abismo, y aunque la enfermedad todavía no golpea de lleno al país, la falta de prevención hace temer a los especialistas que cuando suceda, tenga repercusiones catastróficas.
El país solo ha confirmado cinco casos de covid-19 hasta 1 de abril y el régimen aún no ordena medidas de aislamiento social. Sin embargo, los estragos de la pandemia, ya se perciben en la economía. En el sector de zona franca cerca de 2 mil trabajadores han sido despedidos. Y más de 18 mil han sido enviados de vacaciones por las próximas dos semanas.
Muchos temen que a su regreso, también se les cancelen sus contratos. A ellos se suman otros miles del sector minero, turístico y comercial que también han sido enviados de vacaciones.
Sandra Ramos, dirigente del Movimiento de Mujeres Trabajadoras María Elena Cuadra, confirmó que en las últimas dos semanas las maquilas de zona franca han despedido a 1,835 trabajadores. Y enviaron de vacaciones a 18,040. También en el sector minero, el comercial y el turístico han cancelado contratos y enviado a sus casas a miles de empleados a cuenta de vacaciones.
El desempleo es el reflejo de la paralización de diversas actividades económicas en el mundo producto de la pandemia. Las proyecciones preliminares indican que la recesión económica que enfrenta el país desde 2018 tocará fondo este año. De momento, algunos especialistas temen que en 2020 el Producto Interno Bruto (PIB) retroceda entre 3.1 y 5.4 por ciento.
Economía ya estaba afectada
Antes que el nuevo coronavirus apareciera en el escenario mundial, la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), había proyectado que este sería el tercer año consecutivo de recesión. Se estimaba una caída del PIB de 1.1 por ciento. Muy cercana a la del Fondo Monetario Internacional (FMI) que proyectaba una contracción de 1.2 por ciento.
Pero a mediados de marzo, cuando la pandemia afectaba ya a 125 países y se registraban 137 mil casos y un poco más de 5 mil muertes, Funides advirtió de los estragos de la pandemia. En ese momento realizó una primera revisión en la que los nuevos cálculos indicaban una contracción de entre 1.4 y 3.9 por ciento.
Solo han pasado dos semanas desde que se realizó ese análisis. Pero ahora el coronavirus afecta a 180 países en los que hay cerca de un millón de casos y más de 50 mil muertos.
El transporte internacional de pasajeros por aíre, mar y tierra, está paralizado en gran parte del mundo. Muchos países han cerrado sus fronteras. Miles de centros de estudios y empresas han cerrado y millones de personas permanecen aisladas en sus casas para evitar el avance de la pandemia.
Además, la comercialización de productos no esenciales está afectada. El precio de algunas materias primas que Nicaragua exporta ha bajado y el del petróleo cayó a sus niveles más bajos de los últimos 18 años.
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Economía global entró en recesión
Como consecuencia de esto, muchos especialistas afirman que la economía mundial entró en recesión. Por tanto, es necesario actualizar las proyecciones locales.
Algunos economistas, entre ellos Alejandro Aráuz ya las hicieron y auguran para 2020 una caída del PIB de entre 3.1 y 5.4 por ciento. Además, según Aráuz la contracción más profunda se registrará en el comercio, los servicios, el sector hotelero y el turismo, este último podría incluso paralizar operaciones.
A esto se suma la paralización de la producción de las empresas que operan bajo el régimen de zonas franca. Como resultado de la caída de sus exportaciones. También se espera una reducción de las remesas familiares y de la Inversión Extranjera Directa.
Para Manuel Orozco, investigador de Diálogo Interamericano, la recesión global contraerá el consumo externo y el interno. Esto a su vez afectará el turismo, el comercio y las remesas. Además, si se concretan las proyecciones de contracción para la economía de Estados Unidos y se pierden entre 10 y 20 millones de empleos, la economía de Nicaragua podría caer 5 por ciento.
Grave afectación al consumo
Según Aráuz el país ya transitó la primera fase la crisis económica. Esta fue generada por un shock de oferta (caída de producción y rotura de cadena de suministros). Esta fue causada por las medidas de política fiscal, financiera y de seguridad social que impulsó el gobierno a partir de 2019. Por tanto, las actuales condiciones están propiciando el paso a la segunda fase de la crisis.
“Fase dos: el shock de demanda. Si las empresas no venden, no podrán pagar salarios y deudas. Los trabajadores desempleados y los cuentapropistas (sector informal) están perdiendo ingresos, consumirán menos y no podrán pagar sus deudas. Así, el eventual riesgo que depara al país sería una tercera fase de la crisis: la que aún estamos a tiempo de evitar, es la financiera (solvencia)”, advierte Arauz.
El economista cuestiona cuántas de las empresas o familias afectadas por los efectos de la pandemia, podrán pagar sus deudas con el sistema financiero. Y si las empresas formales y las familias tienen suficientes ahorros para sostener tres meses o más, los salarios, niveles de producción, alimentación, gastos médicos y del hogar y otros.
“Es una respuesta complicada y de difícil pronóstico determinar por la oscuridad de los elementos políticos que envuelven al país. Sin embargo, las evidencias actuales indican que la afectación de la economía podría caer en un escenario de contracción prolongada”.
Aleandro Arauz, economista
Contexto político agrava crisis
El problema del país se agrava aún más porque el gobierno se encuentra atado a una situación financiera insostenible en el mediano plazo, provocada por la pérdida de financiadores. Entonces, solo recibiendo ayuda humanitaria de organismos internacionales, podría hacer frente a una situación de mayor contracción.
Para Orozco, en Nicaragua el contagio del coronavirus tendrá efectos sobre la productividad y el comportamiento económico del país. Tanto en el efecto directo de quienes sean infectados, como en el costo de atención que esto demanda.
Añade que ante la ausencia de estadísticas formales es difícil saber con seguridad cuántos casos se pueden estar enfrentando el país. Aunque, se pueden hacer cálculos a partir del nivel de exposición local y la del país al contexto externo.
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También a partir de la capacidad de detección y la comparación del comportamiento del virus en otros países. Por lo que se calcula que en los próximos tres meses se podrían registrar hasta 50 mil contagios.
Sector privado y oposición deben actuar
La realidad es que, según Orozco el costo económico de manejar un mínimo de estos casos es millonario. Entre los exámenes y la hospitalización con aislamiento, se calculan unos 5 mil dólares por paciente.
Ante el problema de ingobernabilidad que enfrenta el país, Orozco aconseja al sector privado y a la oposición que actúen. Pero que en lugar de acusar y culpar al gobierno, brinden soluciones a la gente.
Que el sector privado, dentro de sus posibilidades brinde las concesiones que pueda. Entre ellas: reducir horarios laborales, ofrecer apoyo a los más necesitados, controlar el agiotismo, cambiar protocolos de producción.
Además que junto a la coalición opositora exija políticas de alivio. Relacionadas a la suspensión temporal del pago de impuestos, protección laboral y de liquidez financiera. También, transparencia y rendición de cuentas del sector salud, cierre de escuelas y lugares públicos.
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