Ni campañas ni discursos levantan el turismo»
La afluencia de visitantes extranjeros a Granada, uno de los principales destinos turísticos del país se mantiene muy por debajo de los números previos a abril de 2018. Foto Oswaldo Rivas
Lucydalia Baca Castellón
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Ni festivales ni campañas en el exterior logran dinamizar el turismo, y hasta las pocas cifras oficiales disponibles demuestran que el sector está deprimido
Desde el surgimiento de la crisis sociopolítica, los niveles de inseguridad se han deteriorado. Debido entre otras cosas al accionar impune de los paramilitares y la excarcelación de miles de delincuentes comunes. Además, en su afán de desvirtuar la lucha cívica, el régimen catalogó a los presos políticos como terroristas y el país pasó a tener más de ochocientos en sus cárceles.
Ante este panorama, era imposible seguir vendiendo a Nicaragua como el destino más seguro de la región para los visitantes.
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Sin embargo, el régimen insiste en que la actividad turística retomó su dinamismo; aunque los eventos de carácter internacional que realiza pasan inadvertidos. En tanto, las estadísticas oficiales reflejan un retroceso de al menos seis años en la llegada de viajeros. Esto ha provocado graves consecuencias al sector, cuya recuperación depende de la confianza y seguridad.
Además, gran parte de la estrategia oficial de reposicionamiento “de la imagen país”, está enfocada en el turismo interno. Esta no toma en cuenta que el crecimiento registrado por este sector, en los años previos al estallido social, fue sustentado por la llegada de visitantes extranjeros. Tampoco se consideró que este es el tercer año consecutivo de recesión para la economía, que enfrenta afectaciones graves.
Entre ellas, la pérdida de miles de empleos y el deterioro del poder adquisitivo de las familias. Por tanto, para gran parte de los nicaragüenses hacer turismo interno ahora, es más difícil que antes de abril de 2018.
Los inútiles esfuerzos del régimen
Pese a este panorama, el régimen mantiene el discurso de recuperación. Como parte de sus esfuerzos, la semana pasada sin ningún invitado extranjero de renombre y ante la indiferencia de gran parte de la población, realizó el Festival Internacional de las Artes, con actividades paralelas en cinco ciudades del país.
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La idea era sustituir el Festival Internacional de Poesía de Granada, que por segundo año consecutivo fue suspendido. En 2018, la participación de 130 poetas de todo el mundo en la XIV edición de dicho evento, atrajo a miles de visitantes.
Además, como parte del plan de normalización del sector, este año el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) planea realizar 800 eventos de animación. Apoyar a las municipalidades en 133 actividades de fe y religiosidad. Y lanzar campañas de turismo nacional.
En el campo internacional, el plan incluye 48 viajes de prensa; 30 de familiarización con agentes mayoristas; 200 acciones de mercado y publicidad; y participar en 26 ferias internacionales.
En realidad, la recuperación tomará años, una vez resuelta la crisis
Pese a estos esfuerzos, los empresarios turísticos advierten que el daño es tan grave y que, ante el alargamiento de la crisis, para la cual aún no se percibe solución, se requerirán al menos diez años para volver a niveles similares a los registrados durante 2017.
Y en el remoto caso en que la crisis se resolviera a lo inmediato, la recuperación no se logrará antes de tres años.
“El estado policiaco que se vive todavía, principalmente en la ciudad de Managua atenta contra el turismo porque atenta contra la imagen del país”.
Lucy Valenti, presidenta de Canatur
Se truncó el sueño de los 2 millones de turistas
Antes de la crisis, las proyecciones de la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (Canatur), eran que en 2019 llegaran al país más de 2 millones de turistas, con los que el sector percibiría más de mil millones de dólares en ingresos.
Pero según Canatur, lo que se registró el año pasado fue un retroceso de seis años en la llegada de turistas. Y de siete años en el monto de los ingresos. Como consecuencia la cantidad de vuelos se redujo a la mitad.
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También advierten, que debido a los efectos de la reforma tributaria de 2019 y las constantes alzas en las tarifas de energía y otros servicios básicos, el sector ha perdido competitividad ante sus pares de la región.
Ante estas advertencias, el presidente de la Cámara Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa Turística (Cantur), Leonardo Torres que se identifica con el régimen, a través de medios oficialistas aseguró que en el país se ha elaborado una narrativa catastrófica para ocultar la recuperación del sector. “Están usando cifras falsas para enviar un mensaje falso” sostuvo Torres.
Cifras de Canatur difieren de las oficiales
Efectivamente, las cifras de Canatur difieren de las oficiales, que desde el inicio de la crisis en abril de 2018 el régimen las mantiene ocultas o las divulga con mucho retraso.
Por ejemplo, las declaraciones de Torres fueron acompañadas de datos preliminares del 2019, aduciendo que las oficiales serán publicadas en marzo por el Intur.
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“Las cifras reales, verdaderas y comprobadas es que ingresaron al país 1,290,000 turistas en el 2019… las cifras oficiales de ingreso en divisas por turismo podrían ser de 560 millones de dólares”, aseguró Torres a los medios del orteguismo.
Estos datos difieren de los de Canatur, cuyos cálculos son que en 2019 ingresaron al país 1,050,000 visitantes y que se percibieron 430 millones de dólares en ingresos.
Datos oficiales también reflejan retroceso
Pese a la diferencia, ambos casos reflejan el retroceso al que se refiere Canatur. Por ejemplo, al comparar los datos proporcionados por Torres, con respecto a la llegada de visitantes el país volvió al nivel de 2013, es decir de hace seis años cuando según las estadísticas del Intur ingresaron 1.27 millones. Con respecto a los ingresos, el deterioro es menor, solo de cuatro años, ya que la cifra se asemeja a los 529 millones obtenidos en 2015.
Además, estas cifras que según Torres son las oficiales reflejan una caída de 34 por ciento con respecto a los 1.95 millones de turistas que el país recibió en 2017, es decir, antes de la crisis; y de 33 por ciento en relación a los 840.5 millones de dólares en ingresos de ese año.
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Por tanto, queda al descubierto que el discurso oficial de recuperación contrasta con la realidad que según Valenti es muy complicada. Especialmente porque el peso del turismo interno en la actividad prácticamente se duplicó.
Además, dentro de ese porcentaje de extranjeros que está llegando al país entran los cubanos que en los últimos meses llegan de compras al país. Según Valenti aunque la cantidad es considerable, el aporte económico que proporcionan no es significativo ya que llegan exclusivamente ha hacer compras en los mercados de Managua y usan lugares informales para hospedarse.
En 2017 este solo representó el 37.7 por ciento del total de usuarios de los negocios, contra un 62.3 de extranjeros. Pero en 2019 esta participación se elevó a 70.2 por ciento de nacionales y 29.8 por ciento de extranjeros.
De mantenerse las condiciones políticas actuales, las proyecciones de Canatur, para 2020 son de un desempeño similar al del año pasado.
Turistas locales botan las tarifas
El turista local dispone de menos recursos, por tanto, las empresas del sector --pymes en su mayoría-- han tenido que reducir sus tarifas. Por tanto, sus ganancias se han mermado considerablemente. Esto las ha obligado a reducir al mínimo su personal, muchas veces limitándolo al núcleo familiar. De momento, su único objetivo es garantizar la sobrevivencia.
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