Nicaragua a las puertas de una depresión económica

Dos golpes seguidos han recibido los nicaragüenses, primero la entrada en vigencia de las reformas al Seguro Social, estas a partir del 1 de febrero de 2019, y posteriormente la reforma tributaria, la cual entró en vigencia desde el 1 marzo de 2019 y en menos de una semana ya se ha hecho sentir con el alza en productos, muchos de estos de consumo básico.

La razón de la última reforma es cubrir los más de 80 mil millones de córdobas a los que asciende el Presupuesto General de la República.

Según la exministra de Fomento, Industria y Comercio, durante la administración de Enrique Bolaños, Azucena Castillo, está desfinanciado en unos 10 mil millones de córdobas.

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En otras palabras, hay 10 mil millones de córdobas más en gastos que lo que hay en ingresos.

Castillo, ahora diputada de oposición en la Asamblea Nacional, ha advertido desde la discusión de esta reforma que las metas recaudatorias del gobierno orteguista son imposibles de cumplir, pues incluye estimaciones de ingresos mucho mayores a las reales.

Para la diputada, hay que “sincerarse con el pueblo” y reducir el presupuesto para poder equilibrar los ingresos con los egresos.

“Yo creo que no fue muy bien analizado ese espíritu de ansias de recaudar para financiar un presupuesto que no se aterriza a la realidad que estamos viviendo”, expresa Castillo, quien es miembro de la Comisión de Producción Economía y Presupuesto de la Asamblea Nacional.

Grandes niveles de deuda

El primer gran error, señala Castillo, es buscar soluciones de ámbito económico a una problemática cuyo origen no es económico. Además advierte que estas malas decisiones aceleran la recesión que vive el país y en el peor de los casos podrían encaminar a una gran depresión.

“Se quiere sacar bonos en un momento en que la calificación país cae… estamos llegando a niveles de endeudamiento con una visión como si estuviéramos creciendo al 5 por ciento que íbamos a crecer”, agrega Castillo.

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La exfuncionaria del gobierno de Enrique Bolaños, recodó que esa administración entregó sin déficit fiscal. “A ellos (gobierno de Ortega) les tocó la mesa servida”, dijo parafraseando al exmandatario Bolaños.

Para la exministra, llegar a endeudamiento de más de lo que exige la prudencia de la deuda pública, es volver a los inicios de los años 80, es decir “otra vez llegar a ser una país sin capacidad de pago y aislado en la comunidad internacional financiera. Eso es terrible”.

“Si se sigue agudizando la recesión, podemos llegar a la depresión y ahí se provocaría un desbarajuste macroeconómico”.

Azucena Castillo, diputada del PLC y exministra de Fomento, Industria y Comercio

El país entró en recesión en octubre 2018, cuando se cumplieron dos trimestres consecutivos sin crecimiento económico. Esa es la definición básica de "recesión".

Pero, ¿qué debe pasar para que el país caiga en "depresión económica"? No hay una definición clara, pero una señal es que el Producto Interno Bruto (PIB) caiga 10 puntos.

Solución: bajar gastos

La diputada señala que los ministerios y las instituciones del Estado tienen supernumerarios. Y agrega que una revisión a estas podrían ahorrarse muchos córdobas para ajustar el Presupuesto.

Castillo indica que se deben revisar cuántos servidores públicos hay contratados en la actualidad versus los que existían en 2006.

Afirma que es oportuno revisar el presupuesto de Gobernación y el mismo Ejército. “Existen otras prioridades en el gasto público”, dice.

La venganza contra los empresarios

Según la exministra, las dos reformas tienen "un sesgo de venganza contra el sector privado", y argumenta como ya varios economistas han hecho, que un cambio fiscal nunca debe darse en un momento en que el país está en recesión.

Castillo advierte que los efectos de las reformas a penas están comenzando; pero que estos vienen es un "efecto espiral" que afecta precios, consumo e inflación.