Falta de explicación en política cambiaria crea incertidumbre»
Lucydalia Baca Castellón
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Aunque la reducción de la tasa de deslizamiento podría mejorar el poder adquisitivo, los hogares perderán ingresos por la vía del cambio de las remesas, pago de intereses bancarios, mantenimiento de valor de los ahorros y menor ajuste de los salarios
Pese a ser considera “técnicamente correcta” la decisión de reducir en 2 puntos porcentuales la tasa de deslizamiento anual del córdoba frente al dólar, ha generado suspicacias entre distinto actores económicos y ha sido considerada por muchos una decisión política que deja como “único ganador neto” al régimen Ortega Murillo, mientras hogares y empresas recibirán consecuencias mixtas.
Le medida que se venía postergando desde 2007 establece que a partir del 1 de noviembre de 2019 la tasa de deslizamiento del córdoba frente al dólar, que desde el 1 de enero del 2004 se mantenía en 5 por ciento anual, se reduce a 3 por ciento.
Su objetivo es frenar el alza en los precios y la principal crítica que ha recibido es la falta de explicaciones del Banco Central de Nicaragua (BCN) que se limitó a publicar una nota de prensa de tres párrafos para dar a conocer la decisión.
“Desde hace quince años teníamos la misma tasa de deslizamiento y la reducen en 40 por ciento, a través de una nota de prensa y sin más explicación, cuando esta medida es el bastión del manejo de los precios del Banco Central”, dice un análisis de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
BCN obligado a explicar estrategia
Funides considera que el BCN está obligado a dar una explicación más profunda del por qué se tomó la decisión y cuál es la estrategia que pretende impulsar con ella.
“Debe explicar cuál es la estrategia, si nos está moviendo hacia otro tipo de esquema cambiario diferente al deslizamiento o por qué se hizo, ya que en este momento hay mucha especulación e incertidumbre porque no se sabe hacia dónde se dirige el país en términos de política cambiaria y el BCN tiene la obligación de dar las explicaciones”.
Para el economista Alejandro Aráuz, esta es una decisión política con efectos económicos de poca envergadura. “La decisión está tomada desde el punto de vista político pero es una medida acertada, encontraron el momento adecuado para aplicarla”.
No obstante, Aráuz admite que la decisión encontrará resistencia de algunos sectores, entre ellos los grandes exportadores que al convertir los dólares que reciben por sus ventas recibirán menos córdobas.
Economía hará los ajustes
“Pero esa percepción será momentánea, mientras la economía hace el ajuste porque al final lo hará, ya sea en dos, tres o más meses, porque el mercado hace los ajustes ya sea de competitividad como de competencia”, dice Aráuz y añade que la medida evitará el alza de precios.
“El riesgo que tiene la medida es que los precios suban por otros factores, porque, por ejemplo si el gobierno gasta más de lo que percibe en ingresos eso puede afectar, porque los precios también se mueven por los gastos del gobierno y otros factores más”, advierte Aráuz.
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Según el Banco Central, “la reducción del deslizamiento ayudará a recomponer el gasto agregado de toda la economía nacional al reducir costos y mejorar el poder adquisitivo de los salarios”.
Sin embargo, Funides explica que efectivamente al subir los precios a una velocidad más lenta, los hogares pueden percibir una mejoría en su poder adquisitivo. Además, los que tienen deudas en dólares o en córdobas con mantenimiento de valor, necesitarán menos córdobas para hacer sus pagos.
Más daño que beneficio
Pero los que reciben remesas recibirán menos córdobas por los dólares que cambien; los que tiene ahorros en los bancos recibirán menos dinero por el pago de los intereses y por el mantenimiento de valor de sus ahorros, finalmente, la revalorización que reciben en noviembre de cada año las pensiones que entrega el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), ya no será de 5 por ciento sino de 3 por ciento, detalla Funides.
En el caso de las empresas, solo se beneficiaran las que se dedican a la importación, ya que requerirán menos córdobas para comprar los dólares que invierten en sus compras internacionales.
En cambio, las empresas exportadoras perderán competitividad y recibirán menos córdobas cuando cambien los dólares que obtienen por sus ventas en el mercado internacional.
Para el Sistema Financiero el cambio puede resultar beneficioso en el sentido en que al necesitar menos córdobas para comprar dólares la mora en la cartera crediticia se puede reducir. Sin embargo, los que tengan más activos en dólares se verán afectados, dice el análisis de Funides.
"Solamente el gobierno es el único ganador neto porque al requerir menos córdobas para comprar dólares, ahorrará una buena cantidad de dinero en el pago de la deuda pública; y si se ve por instituciones, al requerirse menos córdobas para importar se crea un incentivo a las importaciones que puede mejorar la balanza comercial, y el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), necesitará menos dinero para pagar las pensiones", detalla el análisis de Funides.
Los movimientos de la tasa de deslizamiento
El régimen cambiario con tasa de deslizamiento se estableció en Nicaragua:
- El 10 de enero de 1993, con una tasa de deslizamiento anual de 5 por ciento
- El 10 de noviembre de 1993 se elevó a 12 por ciento
- El 11 de julio de 1999 se redujo a 9 por ciento
- El 1 de noviembre e 1999 se redujo a 6 por ciento
- El 1de enero del 2004 se redujo a 5 por ciento
- El 1 de noviembre de 2019 se reduce a 3 por ciento anual
Dado que el principal beneficio de la reducción en la tasa de deslizamiento es frenar la inflación, desde el 2007 se trató de aplicar esta reducción, sin embargo, según un economista que prefiere no revelar su identidad, esto no se logró porque:
- Había incertidumbre técnica en torno a cuál es el nivel adecuado para que la inflación no siga al deslizamiento
- El costo político que se tenía que pagar, por la oposición férrea de los exportadores y en menor medida de los grupos económicos ligados a la venta de servicios al exterior, entre ellos turismo, receptores de remesas y los bancos con más activos que pasivos dolarizados
- Las condiciones de inestabilidad económica y política de los últimos años.
“Por eso la reducción al 3 por ciento de ahora tiene un mérito mayor, pues se está haciendo cómo una señal de que las cosas están relativamente estables, aun cuando la economía está saliendo de una situación compleja y convulsa”, dice el economista.
Señales de estabilidad
Entre las señales de estabilidad económica menciona, recuperación de depósitos (o al menos un freno a su caída), estabilidad del precio del petróleo, reducción en la tasa de interés internacional, inflación doméstica controlada sin shocks de oferta y una incipiente y temporal tendencia a reducir el déficit de las cuentas externas, por la misma desaceleración de la demanda agregada.
Todo ello sumado a que ahora existe menor oposición o poder de lobby efectivo de los exportadores, sirvió para que los técnicos del BCN vieran la oportunidad perfecta para impulsar la medida.
“Lo sorprendente es que este gobierno haya apoyado la medida pues es particularmente cauteloso, adverso al riesgo, en temas tipo de cambio, inflación y desabastecimiento (escasez), pues sabe que han sido su talón de Aquiles con la población”, dice el economista.
Y añade que “ojalá que esta medida tenga éxito para que no se perjudique a los únicos que son dueños de un factor de producción cuyo precio no está dolarizado: los trabajadores de categorías medias y bajas (ya que los de categorías gerenciales generalmente tienen arreglos de ajuste por deslizamiento)”
Lo importante es reducir incertidumbre
Finalmente el economista advierte que “lo importante es acompañar esta medida de aspectos que mejoren la competitividad del sector real de la economía con políticas estructurales”.
Para Funides, en las actuales circunstancias en las que la economía está en recesión, “lo realmente importante es la reducción de la incertidumbre y la estimulación de la demanda agregada y la política cambiaria tiene muy poco margen para realizar eso y realmente lo que se requeriría en esta situación de recesión es un estimulo de la economía a través del gasto público”.
Sin embargo, “para conseguir los fondos suficientes para tener el margen de maniobra que le permita estimular la economía mediante el gasto público, el gobierno debería tener algún tipo de acuerdo político para resolver la actual crisis y poder acceder a fondos internacionales que le permitan impulsar el gasto público”, dice el análisis de Fundies.
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