Nicaragüenses pagan una de las tarifas de energía eléctrica más altas del mundo»
Lucydalia Baca Castellón
//
Si hay algo que retrata la crueldad del régimen Ortega Murillo en contra de los nicaragüenses es el precio de la energía, un sector donde tiene grandes intereses económicos y no permite que la tarifa de energía eléctrica deje de subir
Los nicaragüenses naufragan en medio de la peor crisis económica de los últimos años, con tres años de recesión y transitando a la segunda depresión económica en menos de cuarenta años. Y a partir de enero se sumará una nueva preocupación para las familias nicaragüenses. Un nuevo incremento en la tarifa de energía eléctrica; que ya es una de las más altas de la región. La nueva alza afectará a los de menor consumo, es decir a los más pobres
El incremento que se aplicará a partir de enero, obedece a la reforma aprobada por la Asamblea Nacional, de mayoría sandinista, al artículo 139 de la Ley 272, Ley de la Industria Eléctrica que entró en vigencia en febrero de 2018. Dicha reforma estableció que los consumidores de 150 KW hora o menos quedaban exentos del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA); pero a los consumidores de entre 151 y 300 KW se les comenzó a cobrar el 7 por ciento del IVA a partir de 2018 y a partir del 2021 tendrán que pagar el 15 por ciento del IVA sobre su factura.
También puede leer: Régimen puede bajar la tarifa eléctrica pero no es negocio»
Además, la reforma a también estableció recortes al subsidio de la tarifa a los jubilados y a los que consumen menos. La reducción en los porcentajes de subsidio a la tarifa provocará incrementos de acuerdo a nivel de consumo; que provocarán alzas de entre 5 y 15 por ciento.
Sin aplicar estos incrementos, la tarifa local ya era de las más altas de la región y hasta del mundo. De acuerdo a un ranking elaborado por el sitio especializado GlobalPetrolPrices.com; en marzo de este año los hogares nicaragüenses pagaron en promedio 22 centavos de dólar por cada KW hora que consumieron.
La tarifa residencial o de hogares, fue la segunda más alta de Centroamérica, superada únicamente por Guatemala. Además, se ubicó entre las 30 más altas del mundo en un ranking que incluye a 150 países.
Tarifa comercial se codea con la de Dinamarca, Reino Unido y Alemania
Mientras tanto, en marzo de 2020, la tarifa que pagaron los negocios fue 24 centavos de dólar por cada KW hora consumido. Esta se ubicó como la más alta de Centroamérica y la octava más alta del ranking de los 150 países; y superó por un centavo la de Alemania y Reino Unido.
En este segmento completaron la lista de los diez países con las tarifas más altas del mundo: Cabo Verde, Dinamarca, Chipre, Barbados, Aruba, Islas Caimán y Bahamas, que en promedio cobraron a los negocios, entre 25 y 30 centavos de dólar por cada KW hora consumido.
Para determinar estas cifras GlobalPetrolPrices.com, rastrea los precios promedios en aproximadamente 150 países; y para cada país “calcula varios puntos de datos en varios niveles de consumo”. Ya que los precios del KW hora varían de acuerdo al nivel de consumo. Los cálculos se actualizan trimestralmente.
Las tarifas de Nicaragua ya eran de las más altas de la región; y se mantuvieron así a pesar del desplome del precio del petróleo que en abril de este año provocó la pandemia.
En medio de los estragos de la pandemia, el desplome de los precios internacionales de petróleo permitieron que en la aplicación de moratorias y reducciones de hasta 30 por ciento en sus tarifas en el resto de países de Centroamérica fuese absorbida por las arcas de esos estados con cierto alivio.
Pero el régimen de Daniel Ortega no permitió ni moratorias ni reducciones a los nicaragüenses. En realidad, Ortega solo aplicó una ridícula reducción del tres por ciento; esto implica que su tarifa se ha mantenido entre las más altas.
Altas tarifas frenan el crecimiento
Pero esta situación no es nueva. En 2012 el estudio: ¿Es el sector eléctrico una restricción activa al crecimiento económico de Nicaragua? Del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); determinó que hasta 2006 el principal problema era el suministro; y aunque eso se ha resuelto, el alto costo de la electricidad sigue siendo una limitante para el crecimiento económico.
“Ha habido un progreso con respecto a la reducción de pérdidas en la distribución de electricidad, pero estas todavía siguen siendo muy elevadas. Por estas razones el precio de la electricidad en Nicaragua, que es muy alto comparado con otros países y tiene pocas perspectivas de bajar en el corto y mediano plazo, constituye una gran preocupación para el sector empresarial y, por lo tanto, se presenta como una restricción activa al crecimiento”.
Estudio: ¿Es el sector eléctrico una restricción activa al crecimiento económico de Nicaragua? realizado por el BID
El estudio: Mercado Eléctrico en Nicaragua; diagnóstico y recomendaciones, presentado en junio de 2020 por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), atribuye las altas tarifas que se cobran en Nicaragua a una mezcla de factores. Entre ellos:
Por el lado de la generación
- El tamaño del mercado eléctrico de Nicaragua presenta características de un mercado cautivo, en el que los consumidores no pueden escoger a sus suplidores. Se ven obligados a comprar o consumir lo disponible.
- Sin una adecuada regulación los generadores establecen condiciones ventajosas en términos de precio de venta, en detrimento de los consumidores.
- Además, los contratos de compra de energía otorgan beneficios excesivos a los generadores, a través de elevados pagos por potencia, capacidad más allá de la necesaria y excesivos plazos de vigencia de los contratos.
- A esto también se suma la dependencia de energía fósil que es más cara que la generada con fuentes renovables; el entorno poco favorable para hacer negocios; y las barreras para aprovechar el mercado eléctrico regional.
Lo referido a la transmisión
- El mal estado de las líneas de transmisión, ya que muchas tienen más de 50 años y han superado su vida útil.
- También influyen los el mal desempeño de la distribuidora que enfrenta problemas liquidez provocados por las pérdidas y la mora.
- Barreras técnicas y financieras para que hogares y empresas generen energía para el autoconsumo.
Para corregir estos problemas Funides aconseja los siguientes ajustes:
En el corto plazo:
- Establecer procesos de licitación para la compra de energía eléctrica.
- Introducir regulaciones en los nuevos contratos.
- Considerar la posibilidad de renegociar los contratos vigentes.
- Revisar los incentivos a los proyectos de generación de energía renovable
En el largo plazo:
- Reducir niveles de reservas de energía a los estándares internacionales.
- Realizar la combinación óptima de energía renovable y no renovable.
- Mejorar el entorno de negocios.
Pero teniendo en cuenta los intereses económicos que Daniel Ortega tiene en el sector, tal como lo explicamos en El gran negocio de los Ortega Murillo en la generación eléctrica, es poco probable que estos cambios se promuevan. Ya que las obsoletas plantas del Grupo Alba son de las más beneficiadas por las ventajas que ofrecen los contratos. Estas plantas cobran el precio más alto por potencia en el país, detalla el estudio de Funides.
Plantas de Albanisa cobran caro por existir
En diciembre de 2018, solo por "existir", es decir, por tener la capacidad de generar sin hacerlo, se les pagó 4.59 millones de dólares. Esos ingresos los obtuvieron porque las generadoras de Albanisa tienen 200 Megavatios de capacidad instalada y cobran mensualmente 14,740 dólares por Megavatio. Por ello, en diciembre de 2018, recibieron un pago de 2.94 millones de dólares. Además, las plantas de Alba Generación (del mismo grupo Albanisa) tienen instalados 110 Megavatios de capacidad de generación y cobran 14,960 dólares por cada Megavatio. Eso propició que diciembre de 2018 se les pagara por ese concepto 1.64 millones de dólares, detalla el estudio de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
ETIQUETAS: Albanisaenergía eléctricaplantas generadorasservicio eléctricotarifa de energíaTarifa eléctrica