Mientras la pandemia avanza y al 26 de marzo, el número de casos confirmados en 175 países se acerca al medio millón, cada día son más las personas que están perdiendo sus trabajos por la recesión causada por la pandemia. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hasta 25 millones de personas podrían quedar sin empleo por el coronavirus.
La OIT calcula que en un escenario “prudente” se puede incrementar en 5.3 millones de el número de desempleados. Pero en uno “extremo” la cifra puede elevarse hasta 24.7 millones. Los nuevos, se sumarán a los 188 millones de desempleados que se registraron en el mundo en 2019.
Otro tema que le puede interesar: El coronavirus, detener la pandemia depende de vos»
Pero la organización considera que si los gobiernos impulsan políticas basadas en las normas internacionales del trabajo, el impacto será menor. Por lo que llaman a los gobiernos a impulsarlas, especialmente en los países en desarrollo, como Nicaragua, donde las condiciones del mercado laboral son más precarias.
“Se prevé además un aumento exponencial del subempleo, ya que las consecuencias económicas del brote del virus se traducen en reducciones de las horas de trabajo y los salarios. En los países en desarrollo, es posible que las restricciones al movimiento de personas (por ejemplo, de los proveedores de servicios) y mercancías, en esta ocasión anulen el efecto amortiguador que allí suele tener el empleo por cuenta propia”.
Estudio de la organización Internacional del Trabajo (OIT)
Como consecuencia de la pérdida de empleos, la OIT prevé un importante aumento de la pobreza laboral. Es decir, de personas que a pesar de tener un empleo no obtienen los ingresos suficientes para tener una vida digna.
De acuerdo a las proyecciones de la OIT, este año en el mundo, entre 8.8 y 35 millones de personas pasarán a una situación de pobreza laboral. Antes del inicio de la pandemia, la proyección era que en 2020, al menos 14 millones de trabajadores salieran de esta condición.
También hemos escrito: ¿Qué han hecho los "casos de éxito" contra el coronavirus?»
Es por ello que recomienda que se priorice la salud de los trabajadores, pero que también se comiencen a impulsar medidas para resguardar el empleo.
Curiosamente, Nicaragua que se ha convertido en el foco de atención, por ser uno de los pocos países del mundo que aún no implementa medidas para frenar el avance de la pandemia.
Sin embargo, dio un primer paso en el campo laboral. Se firmó un convenio que sustentará las decisiones que en el marco de la pandemia, tomen las empresas que laboran bajo el régimen de Zona Franca.
Aunque la medida no fue impulsada por el régimen, sino por el sector privado. Recibió el aval de los sindicatos afines al oficialismo. Entre ellos la Central Sandinista de Trabajadores (CST) y Confederación Sindical de Trabajadores, José Benito Escobar (CST-JBE).
Otro tema relacionado: Minsa descarta aislamientos "para evitar pánico" por pandemia»
Pero es rechazada por los opositores al régimen, que aseguran que garantiza los intereses de las empresas y deja en la indefensión a los trabajadores.
El régimen especial de Zona Franca es uno de los grandes generadores de empleo formal. De acuerdo al último reporte publicado en el sitio web del Banco Central de Nicaragua (BCN), en febrero de 2019, las 187 empresas inscritas bajo en ese sector, empleaban a 123,853 personas. Es decir, al 17 por ciento de los 755,908 trabajadores que a ese fecha estaban afiliados al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
“El acuerdo fue promovido por nosotros para tratar de minimizar el impacto en el sector. Que bueno que se logró y ahora las empresas están preparando sus medidas de acuerdo a lo que se firmó”.
Dean García, director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y de Confección (Anitec).
Según García aún es muy temprano para calcular cuál será el impacto de la pandemia en estas empresas; pero en unas seis semanas se podrá determinar las afectaciones. Por ser Estados Unidos el principal mercado de los productos que elaboran estas empresas, el desarrollo de la pandemia en ese país repercutirá directamente en el sector.
Le puede interesar también: Coronavirus puede hundir más la economía de Nicaragua»
Sin embargo, García admite que a en las circunstancias actuales, al menos la mitad de las empresas serían afectadas. Incluso, algunas ya han cerrado líneas de producción por falta de materia prima o por ausencia de pedidos. “Pero de momento no están despidiendo a nadie. Pero a partir de ahora se negociará con los trabajadores en el marco de lo establecido en el acuerdo”, señala García.
El acuerdo establece entre otras cosas que por la reducción de órdenes de producción por parte de las marcas o por falta de materias primas, las empresas podrán:
Algunos abogados y dirigentes sindicales consideran que no era necesario firmar este acuerdo, ya que el artículo 38 del Código Laboral contempla medidas para situaciones extremas como las actuales. Y temen que únicamente busque proteger el capital de las empresas, ya que en el sector continúa vigente la alianza tripartita entre el gobierno-empresas y trabajadores.
“Nos preocupa porque este acuerdo mete ruido cuando habla de la suspensión laboral (punto 5). Los sindicatos que firmaron eso dejaron en la indefensión a los trabajadores porque las empresas no quieren poner costos para proteger a los trabajadores”,
Sandra Ramos, directora del Movimiento de Mujeres Trabajadoras María Elena Cuadra
Ramos asegura que su organización no fue invitada a la firma porque es considerada "golpista". Y que los sindicatos afines al régimen se ponen del lado de las empresas, la mayoría transnacionales, porque gente cercana al régimen tiene intereses en el sector.
Puede leer también: La pasividad del régimen ante el COVID-19 crea incertidumbre»
Dicho Movimiento protestará ante las grandes marcas que elaboran sus productos en las empresas del sector, porque incluso ya había un esfuerzo por proteger a los trabajadores.
Otra cosa que le preocupa a Ramos, es que muchos empresarios usen el acuerdo para deshacerse de mujeres embarazadas y trabajadores enfermos, a los que consideren poco productivos.
La OIT insiste en que esta ya no se trata sólo de una crisis sanitaria mundial, sino también de una importante crisis económica y del mercado laboral que está teniendo un enorme impacto en las personas. Es por ello que insta a los gobiernos de los países a impulsar políticas sustentadas en tres pilares fundamentales: protección de los trabajadores en los centros de trabajo; fomento de la actividad económica y de la demanda de mano de obra; y apoyo al empleo y al mantenimiento de los ingresos.
Llegó la Navidad de 2021 y en Nicaragua hay 160 presos políticos. En estos días…
Actualmente sabemos que la variante ómicron que produce la COVID-19 es más contagiosa que la…
Con la promesa de mostrar al mundo las más novedosas innovaciones para la salud, seguridad,…
A 23 meses de haberse notificado el primer caso de COVID-19 y tras una estimación…
Sé que es momento de recogimiento familiar, de reuniones y fiestas y no digo que…
Me llamó la atención el término flow del título y decidí investigar el tema. Les…