La “prosperidad” del autoritarismo orteguista se esfuma

Para finales de 2019 cada nicaragüense podría llegar a ser hasta 338 dólares más pobre, según se desprende de análisis de cifras económicas.

Transcurridos los primeros meses de 2019 se ha podido comprobar que el desempeño de la economía no va de la mano con las proyecciones optimistas del gobierno.

Mientras ellos prevén que el achicamiento del Producto Interno Bruto (PIB) este año sea de menos 1.5 por ciento respecto a 2018, el indicador que nos da luces sobre cómo se está moviendo en realidad —el Índice Mensual de Actividad Económica o IMAE—, nos muestra una realidad más dramática.

Hasta febrero pasado (dato más actualizado) la actividad económica acumulaba 10 meses seguidos de caída. Ese mes el retroceso interanual del IMAE fue de 6.4 por ciento y las perspectivas para marzo y abril no son las mejores, producto de los efectos de la reforma tributaria.

Las proyecciones independientes difieren por mucho de las del gobierno. La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) plantea dos escenarios para el PIB de Nicaragua en 2019: el más “optimista”, con una contracción de menos 7.3 por ciento, y el otro escenario plantea la posibilidad de una reducción de menos 10.9 por ciento.

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"En 2019 se adicionan otros problemas como el incremento en los costos de operación, la reducción de contratos en el exterior, la necesidad de realizar despidos, el potencial cierre de empresas, el incremento en los impuestos y la pérdida de poder adquisitivo por parte de los consumidores".

Informe de Coyuntura de Funides (mayo 2019)

¿En qué situación nos pondría una caída del PIB de Nicaragua de esa magnitud?

Partiendo de que en 2018 el PIB de Nicaragua a precios corrientes o actuales alcanzó los 416,012.8 millones de córdobas, o bien 13,843 millones de dólares, calculamos cuánto retrocedería el tamaño de la economía en términos nominales en ambos escenarios proyectados por Funides.

Para hacer el cálculo, además de la caída del PIB se debe tomar en cuenta la inflación, que para este año el gobierno prevé en 5.40 por ciento, mientras que Funides avizora tres escenarios: 5.8 por ciento, 6.4 por ciento y 7.9 por ciento.

Para este ejercicio tomamos como referencia las primeras dos y estos son los resultados:

Entre 2010 y 2017, la economía nicaragüense creció en promedio 5.1 por ciento anual, a pesar que durante ese período las libertades individuales, los derechos políticos y los derechos humanos sufrieron un franco y sostenido retroceso, incluyendo escandalosos fraudes electorales. Sin embargo, muchos, incluyendo gran parte de la cúpula empresarial, prefería ver por encima de la consolidación dictatorial mientras el crecimiento económico se sostenía.

De continuar la crisis sociopolítica sin solución, el llamado “crecimiento económico” que se vivió entre 2010 y 2017 —que se logró a costa de sacrificar libertad, garantías ciudadanas y estado de derecho— sufriría un serio retroceso en cuestión de dos años y sin perspectivas para mejorar en 2020.

Catastrófico retroceso de hasta cinco años en 2019

En un escenario que combine una contracción del PIB de menos 7.3 por ciento y una inflación de 5.8 por ciento, el PIB de Nicaragua a precios actuales retrocedería a 407,701.94 millones de córdobas, o 12,306.13 millones de dólares, inferior incluso que el de 2015 (12,756.7 millones de dólares, según datos oficiales).

En el caso que el retroceso de la economía fuera de menos 10.9% y la inflación fuera de 6.4 por ciento, el PIB de Nicaragua caería a niveles apenas mejores que los de 2014 (cuando fue de 11,880.4 millones de dólares).

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Pero el mayor retroceso sería en el PIB per cápita (indicador que cuantifica la riqueza por cada poblador), pues con los 1,885.22 dólares se ubicaría a niveles por debajo de lo alcanzado en 2014 (1,916.8 dólares)

En el segundo escenario el PIB per cápita se alejaría aún más de lo logrado hace cinco años, es decir que la pobreza seguirá en aumento entre la población nicaragüense.

"Funides reitera que el deterioro económico no puede revertirse con medidas económicas porque su origen radica en la crisis política y socioeconómica que vive el país. La confianza de los consumidores, empresarios e inversionistas, así como la seguridad ciudadana y la cohesión social, sólo podrá restablecerse con acuerdos políticos  que aseguren un cambio en el rumbo de Nicaragua".

Informe de Coyuntura de Funides (mayo 2019)