Ocho días después del inicio de las protestas, el gobierno de Costa Rica dio los primeros pasos para establecer un dialogo nacional con las fuerzas opositoras. Con ello busca poner fin a las protestas que en la última semana han paralizado el tránsito vehicular en al menos 50 puntos estratégicos del país.
Además, el presidente Carlos Alvarado también pretende negociar acuerdos de consenso con diversos grupos de la sociedad y así obtener los recursos que el país necesita para cerrar la brecha fiscal que enfrenta; garantizar el pago de su deuda y evitar un posible default.
Mientras los esfuerzos de dialogo toman forma, paralelamente la Fiscalía tramita una denuncia contra los exdiputados José Miguel Corrales y Celimo Guido. Ambos dirigen el Movimiento Rescate Nacional. A los dos se les acusa por los delitos de obstrucción de la vía pública, entorpecimiento de servicios públicos e instigación pública, explica Edgar Fonseca, director de puroperiodismo.com.
Pero en el primer día de dialogo, la Confederación Nacional de Asociaciones Solidaristas (Conasol) y el Movimiento Solidarista Costarricense (MSC) cancelaron su participación. Ya que en lugar de pláticas bilaterales, prefieren una negociación multilateral.
Pero según Fonseca a partir del miércoles 7 podrían iniciar las negociaciones multilaterales y eso podría propiciar el levantamiento de los los bloqueos y las manifestaciones. Las protestas aún no son masivas, pues los sindicatos de Salud y Educación todavía no se suman abiertamente. Además, con el confinamiento establecido por la pandemia, la afectación no es tan grave.
Las protestas iniciaron como respuesta a la negociación oficial de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Con este convenio, el país pretendía recibir 1,750 millones de dólares para sanear las finanzas públicas, cuyo deterioro se agudizó con el impacto de la pandemia.
La negociación incluía el establecimiento de nuevos impuestos. Entre ellos a todas las transacciones financieras y a los salarios superiores a 1,400 dólares mensuales; incrementos al Impuesto sobre la Renta (IR) y al de Bienes Inmuebles (IBI). Esto elevaría la carga tributaria a menos de dos años de entrada en vigencia de una reforma tributaria que en 2018 generó huelgas sindicales.
El acuerdo con el FMI también contemplaba la venta de instituciones estatales, entre ellas el Banco Internacional de Costa Rica, la Fábrica Nacional de Licores; otras propiedades, terrenos, así como cerrar y fusionar instituciones.
Como resultado de las protestas, Alvarado descartó esta nueva negociación con el FMI que ya le otorgó otro crédito por 508 millones de dólares. Al suspender la negociación con el organismo multilateral, convocó el Diálogo Nacional para buscar alternativas para conseguir los recursos que el país necesita para sacar a flote la economía.
De acuerdo a reportes oficiales, Costa Rica cerrará el 2020 con un déficit fiscal cercano al 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); una deuda pública superior al 70 por ciento del PIB. Además, se prevé que la economía se contraerá en 5 por ciento. Caída que es atribuida principalmente a los efectos provocados por la pandemia de la Covid-19.
Uno de los grandes temores de los economistas es que el país caiga en default. Es decir que no pueda cumplir sus compromisos crediticios. Una situación muy similar a la que enfrentó hace exactamente 40 años. Cuando el déficit fiscal y la deuda pública crecieron tanto que llego un momento en el que el gobierno perdió la capacidad de honrar sus compromisos con los acreedores. Eso sumergió al país en una profunda recesión económica.
Sin embargo, en los últimos años la economía costarricense pasó de tener grades déficits a tener superávit primarios, es decir antes del pago de la deuda lo que facilitó su reducción. En 1980 su deuda representaba el 80 por ciento del PIB; y para 2008 se había reducido a menos de la mitad.
Esto permitió grandes avances sociales, entre ellos la asistencia médica universal y grandes mejorías en la educación pública. Incluso estos logros le permitieron convertirse, en mayo de este año, en el integrante número 38 de del selecto grupo de países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El equivalente al club de países desarrollados.
Con dicha designación, Costa Rica se convirtió en el primer país centroamericano que es aceptado en el llamado club de los países ricos; y el cuarto de América Latina, junto a México, Chile y Colombia.
Escribimos también: Costa Rica admitida a la OCDE, el club de los países desarrollados
Sin embargo, los especialistas consideran que durante el proceso de recuperación se olvidó de prevenir que la crisis del 80 se repitiera; y nuevamente se encuentra en una situación muy similar a la de hace 40 años.
En esta ocasión, la crisis es atribuida, entre otras cosas a que desde la crisis económica mundial del 2008 el déficit primario ha venido creciendo. Eso, según los economistas es porque la base de la deuda empezó a crecer y por tanto los intereses que se pagan anualmente también, poniendo en riesgo la sostenibilidad de la deuda.
Otro detalle es que el déficit no ha sido provocado por una menor recaudación. Ya que los ajustes fiscales han elevado la carga y garantizado el incremento de los ingresos fiscales.
Dicho incremento según los especialistas es provocado principalmente porque las remuneraciones y las transferencias al sector público se incrementaron aceleradamente en los últimos años. Y ese déficit tuvo que ser cubierto con deuda pública. Por lo que está prácticamente se duplicó. Además, la crisis generada por la pandemia redujo la recaudación fiscal, elevó el déficit y agudizó la crisis.
En 2008 la deuda representaba cerca del 40 por ciento del PIB, 12 años después ya está llegando a representar cerca del 80 por ciento del PIB que ronda los 60 mil millones de dólares. Eso significa que la deuda se acerca a los 50 mil millones de dólares. La diferencia es que en 2008 en su mayoría era externa y ahora es interna y a corto plazo, por lo que la presión es mayor.
De acuerdo a un análisis presentado durante el webinar: Crisis del Covid en Costa Rica, su impacto en la economía y el progreso social, promovido por el Incae Business School, el incremento de las remuneraciones se atribuye a que el aparato estatal ha crecido.
En total el país tiene unos 370 mil empleados públicos, o sea casi el 25 por ciento de la Población Económicamente activa. Esto se debe a que las instituciones se han disgregado demasiado multiplicando las plazas. En el 2000 había 291 y actualmente 332 entidades públicas. Del total de funcionarios públicos, unos 140 mil pertenecen al Gobierno Central, que a diferencia de otros países en Costa Rica no incluye a todas las entidades públicas.
Otra de las causas es que los salarios brutos de los empleados públicos se han elevado muy rápido. Incluso rige algo que se llama el enganche; ordena que cuando se autoriza un aumento salarial para un funcionario, todos los de la institución deben recibirlo en la misma proporción. Eso garantiza incrementos constantes en las instituciones.
Además, se carece de una escala salarial base; y a la masa salarial se suma la entrega de 2.4 billones de dólares en beneficios extras, pluses, anualidades (aumentos anuales) y otros beneficios.
Pero entre los empleados de las diferentes instancias hay grandes brechas salariales. En los niveles bajos de la planilla estatal, especialmente policías y maestros ganan relativamente lo mismo que en el resto de la región. Es decir muy poco.
Los salarios altos están en la parte media y alta de la planilla. Estas desigualdades podrían llevar al país a una crisis social. Ya que incluso la carrera hacia el desarrollo perdió velocidad, por la mala distribución de la riqueza.
Durante la charla del Incae, se detalló que en promedio, los altos funcionarios públicos de Costa Rica ganan 2.2 veces más que el promedio de lo que ganan en los países que integran la OCDE. Para muestra un botón, en la parte alta de la planilla se encuentran salarios más altos que los pagados en el Reino Unido a los funcionarios públicos.
También al menos 300 profesores de las universidades públicas de Costa Rica ganan salarios anuales superiores a los 102 mil dólares. Monto que representa el umbral del salario de los profesores de universidades alemanas y un poco más del promedio que ganan los de Canadá. Además, el ingreso de 40 de estos profesores duplica este monto promedio.
"Me parece que 300 (profesores de universidades públicas que ganan más que sus pares alemanes y canadienses) es un número muy grande, porque francamente no creo que las universidades públicas costarricenses tengan 300 candidatos al (premio) Nobel".
Alberto Trejos, decano del Incae durante su intervención en el webinar: La crisis del Covid en Costa Rica, su impacto en la economía y el progreso social
Trejos añadió que también 12 funcionarios del Banco Central de Costa Rica tienen salarios superiores al del Presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos. Y hay alcaldes que ganan más que el de Madrid o el de Chicago.
Además, muchos exfuncionarios que contribuyeron para una determinada pensión, reciben montos superiores que son las llamadas pensiones de lujo. Como esas altas pensiones no estaban respaldadas por las cotizaciones, el complemento sale del erario público. Y aunque la ley dice que el salario mayor debe ser el del presidente del país, sin contar médicos, profesores y empresas, hay más 1,200 exfuncionarios que reciben pensiones superiores al salario de Alvarado.
Estos exhorbitantes salarios en las altas esferas de la función publica han provocado un acelerado incremento de la deuda pública. Por lo que especialistas del Incae consideran que esta crisis no se resolverá únicamente con un incremento de la carga tributaria. Sino que a esto se debe sumar un ajuste del gasto a través de una Ley del Salario Público, que debe aprobarse. También la venta de bienes y la restructuración de la deuda.
Llegó la Navidad de 2021 y en Nicaragua hay 160 presos políticos. En estos días…
Actualmente sabemos que la variante ómicron que produce la COVID-19 es más contagiosa que la…
Con la promesa de mostrar al mundo las más novedosas innovaciones para la salud, seguridad,…
A 23 meses de haberse notificado el primer caso de COVID-19 y tras una estimación…
Sé que es momento de recogimiento familiar, de reuniones y fiestas y no digo que…
Me llamó la atención el término flow del título y decidí investigar el tema. Les…
Ver comentarios
Bueno, no somos costarricenses y estamos agradecidos por el refugio brindado a nuestros compatriotas nicaragüenses.
Sabemos que nuestros hermanos ticos encontrarán la forma de salir del problema
Todo es que se ajusten a vivir la vida y que sus ingresos no sean mayores a sus gastos. Así no tendrán necesidad de prestarle a nadie para pagar planillas