El monstruo de mi madre, de Alberto Sánchez Argüello»
Ernesto Robleto Falla
//
El monstruo de mi madre es una novela corta del escritor nicaragüense Alberto Sánchez Argüello que explica cómo los trastornos mentales convierten en víctimas a quienes los sufren, pero también a su familia y amigos
Por el tremendo impacto que causó en mí su lectura, les comparto una reseña de este libro recién salido del horno; del escritor nicaragüense Alberto Sánchez Argüello,
Alberto es un laureado escritor de mini ficciones y cuentos para niños. En esta ocasión escribe: El monstruo de mi madre: estaciones y relatos. Una novela corta con un fuerte contenido emocional. En la que reseña en parte experiencias personales vividas, sin ser necesariamente autobiográfico.
Para empezar, el título fue bien escogido para llamar la atención, generar curiosidad; y sobre todo hacer muy difícil escapar a su lectura, para descubrir de qué se trata ese monstruo.
Alberto es sicólogo y el tratamiento que da a la trama, convierte esta historia casi en un tratado de sicología. Para explicar los monstruos que acechan, a una persona y a una familia que es víctima de algún tipo de trastorno mental. El escrito es hermoso, valiente y reivindica la figura de su madre de una manera magistral, utilizando una excelente narrativa.
Todos tenemos en nuestras familias situaciones de las cuales “es mejor no hablar”. En ese sentido admiro la valentía con la que el autor aborda el tema; que para algunos podrá resultar chocante y a otros quizá hará rasgarse las vestiduras. Sin embargo, a medida que avanza la lectura de esta pequeña obra maestra de menos de cien páginas; logra explicar cómo los trastornos mentales y las situaciones que se derivan de ellas, hacen a las personas que las sufren y a sus familiares y amigos más cercanos, verdaderas víctimas de lo que él identifica como un terrible monstruo.
Otro escrito de este autor: El teatro del Lago en Frutillar, una conexión con Nicaragua y con Rubén Darío»
Los que injustamente juzgan los comportamientos erráticos de estas personas, no comprenden que cada situación obedece a manifestaciones del monstruo. Leyendo detenidamente el libro, nos ayuda a comprender los sentimientos y comportamientos suicidas; de auto destrucción, actos desesperados e irracionales que causan daño irreparable en el entorno familiar. Haciendo que los amigos se retiren, que pocas personas estén dispuestos a ayudar a la víctima; y que el amor sufra y llegue a convertirse en indiferencia y hasta odio. Por eso estas personas son verdaderas víctimas.
La trasposición de personajes que hablan en primera persona a veces, en tercera persona otras, es un buen recurso que obliga a organizar mentalmente la trama. Para encontrar el mensaje tremendo que nos deja su lectura: estamos rodeados de situaciones y personajes a quienes es fácil juzgar. Pero es más difícil tratar de comprender que son víctimas, que requieren un poco de compasión para ser tratados con verdadera humanidad.
Al terminar su lectura, les confieso que sentí honda zozobra. Varias lágrimas corrieron por mis mejillas. Recordando algunas situaciones así de duras que me tocaron vivir; con el suicidio de alguien muy cercano que me generó profundo sentimiento de culpa, sin comprender el porqué de tan inesperada decisión. Tal vez si hubiera leído este libro antes, lo hubiera abordado con más madurez y comprensión, evitándome tantos años de sufrimiento para poder dejarlo ir.
Se nos hace tan fácil juzgar desde afuera. Especulando sobre esos comportamientos que nos parecen irracionales de la persona que se hace daño a sí misma y a los suyos; que no alcanzamos a comprender las razones del que lo sufre, quizá agobiado por esos monstruos que le atormentan, sin encontrar la forma de vencerlos.
Recomiendo francamente su lectura, pero antes prepárense para romper algunos paradigmas que nuestra sociedad nos ha impuesto.
ETIQUETAS: arteEl monstruo de mi madreErnesto Robleto FallaLiteratura