Descubra las intrigas etimológicas de algunas palabras»
Inés Izquierdo Miller
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Aunque aparentemente no tengan ninguna relación se puede decir que muchas palabras tiene el mismo origen, ya que proceden del mismo tronco lingüístico. Aquí te detallamos algunos ejemplos
La Etimología es la ciencia que estudia el origen, la raíz primigenia de las palabras. Debo confesar que me apasiona este tema, por eso en este artículo quiero compartirles algunas palabras que son parientes, por decirlo de alguna forma; pues todas, sin excepción, viene de un mismo tronco lingüístico común.
El 3 y los impuestos
Si revisamos los anales de la Historia, observaremos que tras la fundación de Roma se dividió a la ciudadanía en tres grupos a los que se conoció como tribus. Entonces desde ese momento cada subgrupo (comunidad, clan, familia) que nacía, se le siguió llamando tribu.
Para representar a cada uno de esos grupos, se escogía al tribuno (literalmente representante de la tribu); él estaba encargado de exponer sus argumentos en una plataforma elevada, desde donde se dirigía al auditorio. Ese lugar se llamaba tribuna; y como allí se tomaban las decisiones terminó siendo tribunal.
Pero todo lo que hemos visto derivado de tres, no termina ahí; los miembros de una tribu debían pagar impuestos, a los que se les denominó tributo con el verbo tributar. Cuando ese pago era realizado colectivamente, se hablaba de ‘contribuir’ (aportar conjuntamente un tributo).
Caderas y catedral
Muchos se preguntarán que tiene que ver una catedral con las caderas. Como dicen los admiradores de Shakira, las caderas no mienten; y aquí nos encontraremos con una familia donde conviven términos cultos y encumbrados con otros más populares.
Así se pasea orondo un catedrático o catedrática, que es aquella persona dedicada a dar clases de enseñanza universitaria o media; a ese mismo nivel vemos una catedral monumental donde se practica culto religioso, es la iglesia principal de una diócesis y sede del obispado.
Y aparece aquí cadera, esa parte de nuestro cuerpo formada por los huesos superiores de la pelvis.
Aunque no lo crean las tres palabras son primas hermanas. Pues llegan de un mismo origen etimológico (silla o asiento), aunque los dos primeros vienen de una vía diferente que el de cadera
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Catedrático llega desde del latín medieval cathedraticus cuyo significado es ‘el que ocupa la silla o asiento’. El asiento al que se hace referencia es la cátedra, una silla o butacón elevado desde donde daba la lección a sus discípulos; mientras cátedra viaja desde el latín clásico cathedra, que significaba silla, asiento y hasta ahí llegó desde el griego kathédra –καθέδρα– de idéntico significado.
Con respecto a catedral, como era la edificación religiosa principal donde estaba el asiento del obispo de una diócesis, pues ahí se sentaba durante los oficios. El término, al igual que el anterior, también viene del latín clásico cathedra y este del griego kathédra.
En el caso de cadera, aunque con el mismo origen etimológico, pasa desde al griego kathédra al latín clásico cathedra; y desde ahí arriba al latín vulgar cathegra, antes de convertirse en el castellano ‘cadera’.
Y claro que recibió ese nombre ya que es la parte de nuestra anatomía que se articula para que tomemos asiento, con la que nos podemos sentar, de ahí que tenga una etimología casi idéntica con otras palabras que, a simple vista, parece que no tengan nada que ver.
Origen de las palabras torneo, atornillar y torniquete
Aunque sean distintas en su significado torneo, torniquete y atornillar tienen algo en común: vienen de un mismo término de raíz latina: tornus, cuyo significado es ‘dar vueltas’. También son parientes torno, tornado y tornillo.
Tornus se deriva del griego ‘τόρνος’ (tórnos) que significaba literalmente ‘girar’. Por eso tales palabras guardan una relación directa, porque atornillar y torniquete tienen que ver con girar.
Pero qué pasa con torneo, cuál será su vínculo. En la actualidad se llama torneo a ciertos eventos generalmente deportivos. Sin embargo, si nos remitimos a la Edad Media, veremos que así se le denominaba a los combates donde se enfrentaban hombre contra hombre; montados sobre un caballo y portando una lanza y una brillante armadura. Las batallas se realizaban en un terreno delimitado por estacas; cuando se llegaba hasta el final se debía girar para volver a atacar al contrario. Por las continuas idas y venidas (giros) del jinete, fue que dichos combates recibieron el nombre de torneo y por eso tiene relación directa con los otros términos.
¿Qué les pareció este viaje etimológico, por palabras que aparentemente no se relacionan?
Si quieren conocer sobre el origen de alguna palabra pueden escribirnos a:
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