Es frecuente ver en los medios audiovisuales y en las redes sociales que muchas personas se confunden al escribir o pronunciar estos términos, cuya semejanza en su escritura solo la determina una vocal.
Es un signo ortográfico que tiene forma de coma alta (‘) y aunque apenas se utiliza en el español actual, aún lo podemos ver en textos escritos en nuestro idioma, con diferentes usos.
Este signo ortográfico se incluye dentro de los llamados auxiliares (grupo en que se encuentran el guion, la barra y otros). Su función es marcar gráficamente la supresión de sonidos. Por ejemplo, al pronunciar palabras sucesivas en la lengua oral: “Mis regalos pa’l cumpleaños”, “Ellos van pa’lante”. En la región del Caribe es común este uso, sobre todo en Cuba.
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Claro que el apóstrofo se emplea además en palabras, marcas y apellidos de otros idiomas: Antony’s, D’Oleo, L’Oréal, O’Reilly, O’Higgins.
Según la Real Academia Española (RAE), el apóstrofo tiene principalmente dos usos propios de la lengua española:
Se conserva en la reproducción de nombres o expresiones pertenecientes a lenguas en las que se mantiene el uso moderno del apóstrofo, como el catalán, el inglés, el francés o el italiano: O’Connor, c’est la vie, D’Annunzio.
Hay que evitar los siguientes usos del apóstrofo, ajenos al español, y que se deben al influjo del inglés:
Decíamos que no es lo mismo apóstrofo que apóstrofe, este último se trata no de un signo sino de una ‘interpelación vehemente en segunda persona’.
Es una figura retórica que consiste en dirigir la palabra con vehemencia a una o varias personas, presentes o ausentes, vivas o muertas, a seres abstractos o a cosas inanimadas, o en dirigírsela a sí mismo en iguales términos.
Según el contexto, este vocablo puede ser sinónimo de imprecación, denuncia, acusación, insulto, increpación, invectiva, catilinaria, dicterio, injuria y agravio.
Por ejemplo :
¡Oh tristes nubes oscuras que tan recias camináis, sacadme de estas tristuras y llevadme a las honduras de la mar a donde vais! Comedia de Rubena Gil Vicente
De apóstrofe se deriva el verbo apostrofar, que expresa la acción de ‘dirigir apóstrofes’, es decir imprecar, increpar, denunciar, insultar o agraviar, como se plantea en este ejemplo: “El mayor crimen ahora es apostrofar a Danilo Medina por errores propios o por fallas de otros”.
Por último, queremos insistir, pues conviene recordar que, según se indica en la Ortografía académica, se desaconseja el uso del apóstrofo para para indicar el plural de una sigla (las ONG’s: mejor las ONG) o para abreviar una fecha (’84 por 1984 o, simplemente, 84).
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