En estos meses solo hemos oído decir epidemia, pandemia, endémico o brote, y muchas veces no estamos claros del significado de estas palabras y mucho menos de su origen, de dónde proceden, por eso daremos un breve paseo por los orígenes del idioma español para darles más información sobre tales términos.
Procede de la expresión griega πανδημια, que incluye pan (todo), demos (pueblo) y el sufijo -ia, que hace alusión a la cualidad. La palabra apareció a mediados del XVI, pues médicos griegos siglos después de Cristo, usaban el adjetivo “pandémico” para referirse a “lo que afecta a toda la población”. Ya para la segunda mitad del siglo XVIII aparece en el francés y en español.
Pan entra en la formación de nombres y adjetivos con un sentido de “totalidad” y está presente en palabras positivas como "panacea", o en otras más feas como "pandemónium" o curiosas como "pánfilo" al tomar “pan” (todo) y “filo” (amigo o amante de) alude al cándido que todo lo ama, o le viene bien.
El linaje de pandemia es antiguo, pero originalmente no estaba vinculado a enfermedades contagiosas. Para lo que sí se usaba, era para referirse a las llamadas formas vulgares del amor.
En la rememoración de Platón en "El banquete" los comensales fueron invitados para encomiar a Eros, el dios del amor, Pausanias explica que el amor pandemia es vulgar; es "el que siente la gente inferior", a la que le atrae más el cuerpo que el alma. Así pandemia quedó ligada al amor.
Por eso en el diccionario español de 1788, se dice que “pandemia” es “el sobrenombre de Venus”. En el de Esteban Terrero y Pando se le adjunta la acepción de “popular, a quien sigue todo el pueblo”. En 1853, el diccionario de Domínguez le da por fin sentido médico: “Nombre dado a toda enfermedad que ataca a muchos individuos de un mismo país, y que parece depender de la misma causa”, pero insiste en “el sobrenombre de Venus”.
El significado de pandemia en el DLE elimina esa acepción y adquiere solo sentido médico: “Enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región”.
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El poeta Homero menciona epidemios —'ἐπιδήμιον— unas cuatro veces al relatar los 51 días del último año de la Guerra de Troya, pero en el siglo VIII y VII a.C., cuando fueron compuestos estos poemas épicos "demo" denominaba el lugar habitado por la gente, más que a las personas en sí. Y no es solo en Homero.
El filósofo Platón (400 a.C.) describió con esa palaba la llegada o la estadía de alguien en un país, las acciones de quedarse y estar ausente, nada que ver con temas de salud, hasta que Hipócrates de Cos la convirtió en un término médico, en los Tratados hipocráticos redactados entre los siglos V y IV a.C.
No sabemos por qué el padre de la medicina escogió ese nombre, hay indicios de que alrededor de la época cuando fueron escritos, había pasado de significar "sobre la población" a "algo que circula o se propaga entre la población".
Cuando una enfermedad se propaga debido a que el brote se descontrola, aumenta el número de casos en una área geográfica concreta, afecta simultáneamente a un gran número de personas durante un periodo de tiempo concreto.
Se considera epidemia a la presencia de cualquier enfermedad, infecciosa o no, generalmente de aparición brusca, cuya incidencia en una población determinada excede significativamente los niveles habituales en otras poblaciones.
Un brote epidémico es una clasificación usada en la epidemiología para denominar la aparición repentina de una enfermedad debida a una infección en un lugar específico y en un momento determinado.
Por ejemplo, cuando se produce una intoxicación alimentaria y aparecen casos durante dos o tres días. También los brotes de meningitis o sarampión que pueden extenderse dos o tres meses.
Las enfermedades endémicas son las que persisten de forma continuada o episódica en una zona determinada. La malaria, el Chagas o el dengue son ejemplos de endemias en zonas muy específicas del planeta.
En la mitología griega Pan era el protector de los pastores y los rebaños, de la fertilidad y la sexualidad masculina, por su extraordinaria potencia y apetito sexual. Perseguía por los bosques a las ninfas.
Era cazador, curandero y músico: no gozaba de muchas simpatías, por eso se refugió en los bosques, en las cuevas y las fuentes de la Arcadia, protegiendo a seres rurales como él. Su aspecto era inquietante: mitad hombre, mitad cabra. Cubierto con una turbia mata de pelo, sin piernas, sino patas que acababan en pezuñas y en la frente, dos cuernos. Cuentan que le divertía aparecerse por las noches, generando "pánico", de ahí el origen de esta palabra, miedo causado por Pan.
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EL USO DE ahi,alli y ai
En la próxima columna aclararé su duda. Muchas gracias.