El sistema educativo de Nicaragua ha vivido eternamente en crisis. Aún recuerdo cuando un ex ministro de educación decía que la educación en el país era demasiado predecible. Comentaba “qué fácil la tienen los periodistas”, haciendo referencia a que en enero estábamos viendo la entrada a clase, en unos meses los resultados de las universidades; a mediados de años nos entretenían las vacaciones y fiestas patrias y al cerrar el año contábamos los aplazados.
Nicaragua es un país que resuelve con lo que tiene. Si bien es cierto nunca es suficiente cuando se trata de la formación de las próximas generaciones, somos el país que menos invierte en la educación en la región. Hemos avanzado en temas de legislación, aunque me ahorro los comentarios sobre los cumplimientos de las mismas.
La educación en Nicaragua ha sobrevivido a muchas crisis, sobre todo económicas,
Pero esta vez se enfrenta a una pandemia. A un diminuto enemigo que se extiende rápidamente. Qué tan rápido, es como el crecimiento de un niño, yo siempre le digo a los padres “no parpadeen” porque cuando abran los ojos sus hijos serán adultos.
El Coronavirus o Covid 19 ha llevado a muchos a la educación en línea. ¿Qué pasa cuando le echamos leña al fuego? Bueno eso es lo que está ocurriendo. La discusión de quién es responsable de la educación si padres o maestros ya estaba presente, ahora se llenan las redes de memes de docentes descansando mientras los padres graban videos con las tareas de sus hijos.
La cereza del pastel es la desigualdad. Aunque se dice en cifras de la Cámara Nicaragüense de Internet y Telecomunicaciones que para 2018 todos los municipios contaban con telefonía celular, el 85% con internet móvil 3G y solo el 42% con LTE. Además, en innumerables ocasiones se dijo que en nuestro país hay más móviles que personas, el punto no es el acceso es si se sabe hacer uso de ellos.
Explicar esto es sencillo, ¿qué pasa cuando le das un libro a alguien que no sabe leer? Lo verá como un objeto al que le puede sacar el provecho, pero no al máximo. Con el libro puede nivelar una mesa, matar una mosca, avivar un fuego, entre otros más creativos. Pero leerlo requiere una habilidad.
Lo mismo ocurre con los dispositivos conectados. Si no sabemos sacarle el jugo al Internet seguiremos matando el tiempo en redes sociales.
La pregunta que más me hacen es sobre plataformas de video-llamadas y la que me encantó en días recientes es “cuál es la mejor aplicación para la educación en línea?”. Podés usar la aplicación más básica, pero si la sabes usar serás un genio.
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Me sorprende cuando alguien me felicita por algún diseño hecho en Canva o en Power Point. La siempre confiable, les digo yo. Pero es porque son aplicaciones básicas que puedo usar desde inclusive desde celulares.
Para superar esta crisis, Nicaragua debe aprender a usar las herramientas con las que cuenta, no importa si son las más básicas. Como la señora que amasa con una botella de Coca Cola, lo importante es usar la lógica: diseñar contenidos, establecer metas, flujo de información y plataformas que sean del manejo de las personas involucradas. Nos llevará tiempo, de eso estamos claros, pero los nicas hemos sabido y sabremos salir de esta. Si en algo nos logramos graduar con honores es en superar crisis.
La autora es periodista con experiencia en comunicación digital y coordinadora general en ARO Comunicaciones
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