A raíz del anuncio de la convocatoria a la conformación de la Coalición Nacional hecha por la Alianza Cívica (AC) y la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) han aumentado los ataques contra ambas organizaciones y la nueva entidad de parte de sectores que alegan que tras el esfuerzo hay un plan de "acomodamiento" con el régimen.
Pasando por alto la eterna inconformidad de algunos que hasta la semana pasada demandaban ¡unidad! y que ahora denuncian esa unidad con la misma fuerza en las redes sociales, lancé una pregunta por Twitter que resultó en un intercambio entre las personas que respondieron que los invito a leer:
Aunque algunos dijeron que había que regresar a las protestas de abril del 2018, no explicaron cómo. Otros sí fueron un poco más específicos:
De las acciones sugeridas arriba, las sanciones continúan y se sigue presionando por ellas; en cuanto a las siguientes tres, habría que estar claro que los paros afectan principalmente al sector comercio y servicio formal. El sector informal, el sector agrícola, exportación, grandes industrias, zonas francas, ¿en realidad creen que paran?
Pero lo más importante cuando hablamos de "paros" es que están diseñados a debilitar la economía para, supuestamente, poner de rodillas al régimen. Pues bien, la verdad es que ya el gobierno está destruyendo la economía por sí solo, y la responsabilidad recae sobre la dictadura y no sobre la oposición.
El activista Yaser Morazán, a quien considero una persona inteligente y talentosa, aparte de decirme que "esa no era la pregunta" (¿cómo no va a saber uno lo que quiere preguntar?) escribió en tiempo pasado, como que si la oportunidad ya estuviera perdida:
Pero un punto que rescato del tuit de Yaser es el que hace al final: "sin presión no hay negociación ni liberación", en eso, sin duda, todos estamos de acuerdo. La pregunta es ¿cuál es la presión más efectiva?
También hallé respuestas en las que me devolvían preguntas. Entre ellas la del doctor Julio Francisco Báez:
Hago la salvedad que mis respuestas son simplemente mi opinión. No pretendo hablar por la AC o la UNAB ni por nadie más que mi persona, ejerciendo mi derecho ciudadano a aportar al debate.
¿Cómo llegar a un sistema electoral transformado? plantea el doctor Julio Francisco Báez, una pregunta válida que se hacen muchos nicaragüenses.
Entre los que ponen en duda la salida electoral hay tres grupos:
1.- Están quienes dudan que las intenciones de la Coalición sea alcanzar el poder y lo que hay detrás del plan es un acomodamiento con la dictadura. Estos alegan que la AC lo hace porque está controlada por el Cosep que está desesperado porque vuelva la normalidad.
2.- Están quienes alegan que la UNAB está controlada por el MRS que son izquierdistas que tienen la misma responsabilidad de Daniel Ortega en la destrucción del país durante la década de los 80 y que ahora quieren hacerse con el poder para implantar el socialismo.
¿Cómo ellos se explican que ahora estén juntos en la Coalición estos dos grupos antagónicos? Porque siguiendo el análisis de ellos, en la Coalición hoy hay tanto empresarios capitalistas conservadores que quieren el acomodo como izquierdistas con sus "abortistas, gays, lesbianas y ambientalistas" que quieren hacerse con el poder para destruir al capitalismo. Dejando a un lado las descalificaciones, ¿acaso no es esa la unidad que pedían?
Lo que demuestran estas dos posiciones es una profunda desconfianza, de la que sin duda se aprovecha la dictadura para meter cizaña en todos los ámbitos. Para el régimen, mientras más se fragmente la oposición, mejor
3.- Pero también está un tercer grupo, quienes se hacen la pregunta de cómo lograr unas reformas electorales de fondo, que el régimen Ortega Murillo acepte observación electoral y que, al perder el poder mediante elecciones limpias, justas, transparentes, observadas y respetuosas del orden constitucional, lo entregue. Una serie de factores deben cumplirse.
En un análisis que publicamos el 25 de septiembre del 2019 y que titulamos Presión, unión, negociación y visión sobre la propuesta de reformas electorales escribimos más o menos lo siguiente, pues ha sido actualizado:
La única forma que deja ver la posibilidad de que la dictadura esté dispuesta a ceder elecciones libres, observadas y creíbles, es si:
Y por último, estar claros que el régimen es ya incapaz de regresar a su modelo clientelista y menos al crecimiento económico. Más bien, después de 21 meses de crisis, que el país pase de la recesión a la depresión económica es solo cuestión de tiempo.
Por supuesto que no. Siempre lo he dicho, Ortega y Murillo pueden estar dispuestos a seguir el modelo cubano que ha funcionado bien en Venezuela y no les importa dejar el país en ruinas. Lo pregunta es ¿cuántos de los que hoy están cerca de los dictadores están dispuestos a perder todo (que ahora es mucho) por una desquiciada aventura?
Es cierto que Ortega, aún perdiendo las elecciones dispondrá todavía de un grupo de matones; pero si se logra llegar a elecciones con un sistema electoral reformado correctamente, y en elecciones observadas internacionalmente, habrá perdido el poder dentro del marco constitucional.
Esto puede sonarle flojo a quienes dudan, pero la Bolivia de hoy, y el esfuerzo aún sin resultados de Venezuela dejan claro que las democracias del mundo no ven de menos ese hecho.
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Las preocupaciones, la desconfianza y brutal represión que han sufrido los nicaragüenses hacen que muchos pidan justicia antes de las elecciones y elecciones en las que no participe el dictador. Sin embargo, no todo se puede logar de una sola vez.
Quienes creen que la Rebelión de Abril fue una oportunidad perdida, aún si tuvieran razón deben entender que es por esa justicia que con toda razón claman que no pueden bloquear salidas viables por llorar sobre leche derramada. Una cosa es segura e infalible, con maldecir e insultar en redes sociales no van a lograr que Ortega se vaya.
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Don Eduardo, siempre son interesantes sus análisis, comparto mucho sus criterio, pero aparte de cepillarlo por su opinión dada, quiero exponerle mi criterio. Quiero abordar el tema, de los que opinan asiduamente en las redes sociales, sobre todo en Twitter ( por ejemplo Yazer Morazán), quienes se han dedicado a volarle mecate sin cesar, a la AC y la UNAB. Comprendo su inconformidad y su desconfianza por la nueva oposición, pero no se dan cuenta (por su ego, ignorancia, altaneria, masoquismo, cero humildad y falta de visión de Nación), que le hacen la tarea más fácil a la Dictadura, ni los correligionarios del Comandante y la Compañera, que ''opinan'' en las redes sociales, se ensañan tanto con la nueva oposición, como lo hacen los nuevos demócratas de las redes sociales. Nos persigue y se apodera de nosotros el fantasma del divionismo y el individualismo, como siempre el nicaraguense queriendo jalar agua para su molino. Como ud lo dice, la presión, unión, negociación y visión de Nación, es el camino a seguir para derrotar en las urnas a la Dictadura Ortega Murillo. Invito a todos nuestros hermanos nicaraguenses, que imaginen una nueva Nicaragua, libre, democrática y equitativa, tal vez eso los inspire a sumar y a no restar en esta lucha que es de todos.