A inicios de 2019 se notificaron los primeros casos de la COVID-19. Han pasado 19 meses y la pandemia sigue imparable en América, Europa y otros continentes. Tal parece que nos va ganando la batalla un virus tan chiquito como un grano de sal en una casa grande. Un virus que sin ser más inteligente que el ser humano ha logrado que la gente se vuelva enemiga de sí misma; y que se comporte de manera suicida, exponiéndose constantemente al contagio, buscando enfermarse, complicarse, morir o quedar con daños o secuelas permanentes.
¿Qué nos ocurre? ¿Por qué tanta displicencia o indiferencia? Una niña capacitada en la prevención de esta enfermedad lo hace mejor que un adulto. No me salgan con la excusa de que es muy difícil cambiar, porque no lo es.
Sino, veamos con la rapidez con la que adoptamos una moda y cómo eso contrasta con la dificultad que hemos demostrados para adoptar cambios de comportamiento. Cambios que en dos meses nuestro cerebro los incorporaría como parte de la rutina y que ayudarían a salvar mi vida, la tuya y la de todos los demás.
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No estamos pidiendo que bajen el cielo. Solo aconsejamos que cambien y adopten medidas higiénicas básicas. A pesar de ello, nos estamos dejando vencer por el virus; hemos optado por correr el riesgo y asumir las lamentables consecuencias y cuando queremos actuar ya es demasiado tarde.
Pregunto, si usted se acerca a una persona que huele mal o le parece sospechosa ¿Qué hace? Verdad que se retira como mecanismo de defensa. Eso mismo es lo que le pedimos, que para evitar respirar el virus, se mantenga al menos a dos metros de distancia del resto de las personas. Pero suponiendo que no hay espacio para retirarse, ¿Qué le indica su mecanismo de defensa? Ponerse la mano o un pañuelo en la nariz y boca. Eso mismo es lo que le pedimos, use el cubrebocas siempre que salga de su casa.
Y con relación al lavado de manos, se nos había olvidado; pero es solo recordarlo y hacerlo de mejor manera. Con agua y jabón y por lo menos durante cuarenta segundos.
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¿Y si hace mucho calor que te dice tu mecanismo de defensa? Busca un lugar ventilado, siempre el aire refresca y mejora el ambiente; es lo mismo que te aconsejamos para evitar el contagio. Te decimos ventila tu casa, oficina y está con las amistades en lugares ventilados; porque los lugares ventilados son más seguros, pues el aire se lleva el virus o disminuye su concentración.
¿Realmente estamos pidiendo mucho? No. Solamente es mantener la distancia física, la higiene de manos, no tocarse ojos, nariz ni boca, usar barreras físicas como la mascarilla y la careta facial o pantalla protectora plástica y ventilar los espacios.
Estamos pidiéndole mucho que usted valore su riesgo y tome las medidas de prevención.
Estamos pidiéndole mucho que usted salve su vida y las de los demás. Estamos pidiendo mucho.....
*El autor es médico epidemiólogo
Texto original en: https://www.facebook.com/PorTuSaludNicaragua/
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