Indigna profundamente la decisión del Ministerio de Salud (MINSA) de prohibir que el Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez instale Centros de Prevención y Call Centers para ayudar a la mitigación de este coronavirus.
Esa acción criminal de promover el contagio masivo y además bloquear acciones de prevención impulsadas por la Iglesia Católica y la sociedad civil, nos confirma que en Nicaragua no hay gobierno. ¡No hacen ni dejan hacer!
En este momento de incertidumbre, frente al comportamiento criminal del régimen de Ortega, que se rehúsa a acatar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es urgente que como ciudadanía, nos unamos para vencer el coronavirus y a la vez vencer a este régimen que continúa violando los derechos humanos de todos los nicaragüenses. No tomar medidas y no permitir que otros las tomen, equivale a una nueva forma de violación de derechos.
Estamos ante una situación de ausencia de un gobierno real. En Nicaragua no hay gobierno, porque un gobierno de verdad, protege a su gente. Lo aquí existe es una dictadura. Una familia en el poder, los Ortega-Murillo, que dentro de su extremo egoísmo sólo se cuidan a sí mismos y les dan la espalda al pueblo.
Esa ausencia de gobierno nos confirma la urgencia de seguir activando nuestras propias redes de solidaridad, de auto-cuido e incluso de auto-gobierno.
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Nicaragua es un pueblo sabio y en crisis similares la ciudadanía ha demostrado que ante la irresponsabilidad de los malos gobernantes, la gente toma sus propias medidas para tratar de salvar el mayor número de vidas, sin ninguna distinción.
Aunque la dictadura quiera frenar las acciones de auto-cuido que desde la ciudadanía se están promoviendo, no lo van a lograr. ¡Este pueblo se va a cuidar a sí mismo!
Sin embargo, ante la magnitud de esta pandemia global, hay un papel del Estado que es insustituible, como es por ejemplo todo el aparato de salud pública. Nadie puede suplir en su totalidad, las obligaciones del Estado.
Eso quiere decir que debemos salir lo más pronto posible de esta dictadura, para poder establecer un gobierno responsable que sepa proteger la vida de todos, sin excepción.
Cada día que los Ortega-Murillo estén en el poder es un día donde se pierden vidas preciosas ya sea por la represión o por la epidemia que viene. Eso se puede prevenir. Por esa razón, no hay ninguna tregua, ni hoy ni mañana, ni nunca. Hay que salir urgentemente de este régimen.
En la Unidad Nacional Azul y Blanco, no vamos a descansar hasta que en Nicaragua haya un gobierno responsable que verdaderamente vele por el bienestar, la libertad y la vida de todos los nicaragüenses.
Foto cortesía: mosaicocsi.com
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