El FSLN post Ortega, entre la familia y la vieja guardia»
Avil Ramírez
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40 años después del primer aniversario de la revolución, y con un FSLN que de "vanguardia" pasó a feudo familiar, no son pocos los que están pensando en un mundo después de Daniel Ortega
El 16 de julio de 1980, hace 40 años, cerca de las seis de la tarde llegaba a Nicaragua Fidel Castro Ruz en un vuelo de Cubana de Aviación. Era el principal invitado a la celebración del primer aniversario, de lo que llamaban Revolución Popular Sandinista. Otras figuras de la entonces pujante ola revolucionaria también se dieron cita en Managua.
Vinieron a celebrar el derrocamiento de Anastasio Somoza Debayle, el último de la dinastía. Entre los asistentes, resltaba también el señalado como terrorista -el palestino- Yasir Arafat. El primer ministro progresista de Jamaica, Michael Manley y el izquierdista primer ministro de Granada, Maurice Bishop, todos ellos ya fallecidos. Esos fueron los que alcanzaron en las ocho columnas de la portada del diario Barricada del 17 de julio de 1980, anunciando su llegada. El festejo fue noticia también en España, el diario El País hizo énfasis en la fuerte presencia izquierdista.
Entre los que no alcanzaron en la nota periodística del órgano oficial del FSLN, pero que también participaron de la celebración, sobresalían Carlos Andrés Pérez entonces presidente de Venezuela. El ex mandatario de Costa Rica José María Figueres Ferrer. El líder dominicano José Francisco Peña Gómez y el canciller francés Claude Cheysson en representación de la entonces Comunidad Económica Europea. También el posterior presidente de gobierno español, Felipe González.
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Para esa fecha Violeta Barrios de Chamorro y Alfonso Robelo Callejas, ya habían renunciado a la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional; fueron sustituidos por dos conservadores: Rafael Córdova Rivas y Arturo Cruz Porras, quienes en ese acto aplaudieron alegremente a Daniel Ortega y a Fidel Castro.
Ortega fue el último orador de la celebración realizada frente a la Universidad Centroamericana, en la desaparecida Plaza de la Revolución Carlos Fonseca Amador. Cuando él empezó su discurso, muchos habían desalojado la plaza. Algunos llegaron por la curiosidad de ver y escuchar el discurso de Fidel Castro.
Ortega se garantizó 50 años en el poder
El poco carismático coordinador de la Junta de Gobierno, Daniel Ortega, usaba entonces unos gruesos lentes y leyó su discurso. Después aprendería a improvisar, aunque con el tiempo es notorio que se le olvidan las cosas. Y hasta pierda la noción del día o la fecha en que se encuentra.
Cuatro décadas después de ese primer aniversario de la Revolución Popular Sandinista, Daniel Ortega es otro. El muchacho de 35 años ahora no usa lentes, es un hombre casado por la iglesia y menciona a Dios más veces que a Sandino. Aunque sea por razones utilitarias.
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Por supuesto que ni se le ocurre citar a Marx, Engels o a Lenin. También es un próspero hombre de negocios y hasta hace poco, un firme defensor de sus colegas empresarios. Ortega ─si bien es cierto no peina canas─ el tinte con que las cubre no alcanza para cambiar su marchitado rostro. El 11 de noviembre cumplirá 75 años.
Si hay elecciones libres en noviembre de 2021, Ortega seguramente las perderá. Pero iniciaría el 10 de enero del 2022 su período como diputado constitucional que concluiría el 9 de enero del 2028. Cuando estaría en sus 83 años, con inmunidad y todo. Prácticamente 50 años en el poder.
El ocaso de Ortega
Ortega este 2020 no tendrá acto de masas. El domingo veremos a un Daniel Ortega más maquillado que de costumbre para ofrecer un discurso virtual. Así “celebrará” el aniversario de la revolución en tiempos de pandemia
Llegaron los tiempos en que cada vez con más frecuencia ve “transitar a otro plano de vida” a quienes lo apoyaron para convertir a este país en rehén. Este año han sido muchos: Jacinto Suárez, Dionisio Marenco, Edén Pastora, Orlando Castillo, Orlando Noguera y otros más que por su poca relevancia, no alcanzan en el orbituario de la vicepresidente.
Por eso la pregunta, que ya se ha comenzado a formular a viva voz, entre algunos en el FSLN,es sobre qué pasará en su partido cuando llegue el momento en que ya no esté quien ellos llaman "el comandante".
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La pregunta la hizo públicamente hace algunos meses el ahora también desaparecido Edén Pastora. Y hace pocos días el vocero del oficialismo, William Grisby quien hasta habló del hueco en donde depositarán los restos del comandante Daniel. Junto a Carlos Fonseca y Tomás Borge en el Parque Central de la vieja Managua.
Un orteguismo sin Ortega sin duda perderá su calidad monolítica. A la fecha se perciben tres grupos interesados en heredar el poder y si es posible el gobierno de Ortega. Dos de ellos -por afinidad o consanguinidad- están en El Carmen. El tercero, luce solapado y al acecho para recoger lo que dejen, si es que algo dejan del FSLN.
Rosario Murillo, por afinidad
Rosario Murillo, cumplió recientemente 69 años y fue designada en 2016 por su esposo como vicepresidenta. Su entorno ─Gustavo Porras, Fidel Moreno, Roberto López y otros─ representa el sector con más recursos dentro del FSLN. Y se aferra al poder en el partido y en el gobierno. Enemistada con los pocos cuadros históricos del FSLN que sobreviven a la utopía revolucionaria, se ha asegurado, al menos formalmente, suceder a Ortega.
Laureano y Juan Carlos, por consanguinidad
Tampoco se descarta que con otro montón de recursos adquiridos al amparo de su papá, Laureano y Juan Carlos, reclamen el derecho como herederos del único Secretario General del FSLN en los últimos 40 años.
Laureano, el tenor y cantante de la familia, de gustos refinados y principal impulsor del fiasco del canal interoceánico de Wang Jing hasta que fue alcanzado por las sanciones de Estados Unidos era el más visible de los hijos de la pareja presidencial, como funcionario público en el ámbito económico. Y hasta 2018 no eran pocos los que ─y no solo miembros del FSLN sino muchos empresarios─, lo adulaban y le rendían pleitesía.
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Juan Carlos, quien se convirtió el 17 de julio en el cuarto miembro de la familia presidencial en ser sancionado por Estados Unidos, y de quien cercanos a la familia en el poder dicen que su madre lo considera la reencarnación de Augusto C. Sandino, es el otro. Desde hace algunos meses realiza esporádicas apariciones retadoras encabezando un llamado Movimiento 4 de Mayo.
El "movimiento" solo ha tenido un par de desafortunadas apariciones públicas, pero Juan Carlos ya ofreció incluso luchar con las armas para defender el proyecto de su padre y de su madre.
La vieja guardia ¿tiene visión de largo plazo?
En la vieja guardia entran aquellos que han sido apartados del circulo intimo de Ortega desde que la familia juega un papel político central. Aunque muchos de ellos son tan mayores como Ortega, son vistos desde El Carmen como una amenaza para la familia en el mundo post Ortega y tienen una visión de largo plazo.
Este grupo, que se ha mantenido en la sombra mientras la familia tiene el control gracias a la protección de Ortega, es hartamente conocido y conocedor. Uno de ellos, Bayardo Arce fue visto en un video como el del ex presidente Arnoldo Alemán, haciendo un llamado a cuidarse de la pandemia. Saben que el FSLN ─en elecciones libres y transparentes─ no tiene oportunidad de ganar. Por eso apuestan a la recuperación del partido para mantenerlo como un jugador en la mesa del poder y mantener sus abundantes recursos económicos y asegurar la sobrevivencia del partido más allá de Ortega y de la generación de quienes quisieron hacer una revolución.
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¿Qué le espera a la organización que para mal, ha sido la más influyente en los últimos 50 años? La visión de la familia es cortoplacista y apunta a conservar el poder a toda costa, aunque también puede perder todo en el intento.
La visión de la vieja guardia tiene "mas cintura" y apuesta a seguir siendo parte del poder aunque tenga que ceder una parte del mismo. El tiempo nos ofrecerá la respuesta.
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El pueblo no aceptará jamás ninguna continuación del orteguismo, no habrá ninguna herencia y tampoco nadie de los orteguistas tendrá ninguna inmunidad