Gen del egoísmo se incorporó al genoma de la Covid»
Alfonso Rosales
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Estudio advierte que mientras el virus continúe circulando en los mercados emergentes y economías en desarrollo, aunque logren vacunar al 100 por ciento de su población, los países ricos no podrán reactivar sus economías
El desarrollo acelerado de las vacunas contra la Covid-19 ha significado una luz al final del túnel. Gracias a la posibilidad de inmunizar a la población se vislumbra la posibilidad de la recuperación económica, social y sanitaria en todo el planeta. Sin embargo, y es que siempre hay una piedra en el zapato; hasta la fecha, la evidencia sugiere que la iniquidad en el acceso a las vacunas es una realidad.
Las superpotencias han seguido una política de asegurar la oferta de vacunas de primera línea; y de esa manera han limitando el acceso a otros países, principalmente aquellos con economías pobres.
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Además, el Acelerador de Acceso a las Herramientas de Covid-19 (ACT por su sigla en inglés), plataforma mundial para asegurar igualdad en el acceso de tratamientos para la Covid-19 y que incluye a las vacunas; sigue sin reunir los fondos suficientes. Por lo que su capacidad para adquirir vacunas esta seriamente limitada. La inequidad entre países se mantiene y se profundiza.
Recuperación requiere acceso igual a la vacuna
Lo irónico del asunto es que esta iniquidad entre países, además de ser una de las razones fundamentales del porque sufrimos esta pandemia; también afecta la recuperación de la economía mundial a corto plazo. Y por ende la recuperación económica de los mismos países ricos que hoy acaparan el mercado de las vacunas.
Un reciente estudio publicado por la Cámara Internacional de Comercio (ICC por sus sigla en inglés); pone de manifiesto precisamente los riesgos que corren estas economías al mantener esta iniquidad. Utilizando un sofisticado modelo, demuestra que ninguna economía puede recuperase plenamente de la pandemia, hasta que las vacunas sean igualmente accesibles en todos los países.
La conclusión principal del estudio es que mientras el virus continúe circulando en los mercados emergentes y economías en desarrollo; aquellos países ricos que logren vacunar al 100 por ciento de su población, no podrán reactivar sus economías en la medida y velocidad esperada.
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Están advertidos de las posibles consecuencias
Este hallazgo produce clara evidencia del interés puramente económico de los países ricos de invertir en una plataforma como el ACT; y así por interés nacionalista, procurar una distribución mas equitativa de las vacunas, sin acaparamiento de los mercados.
El estudio publicado por la Cámara Internacional de Comercio arroja siete resultados fundamentales:
- Ninguna economía es una isla: existe una interdependencia comercial y económica entre los países, independiente del tamaño de sus economías. Para restaurar la economía de los países ricos es necesario una recuperación de la economía global, que incluye las economías de los países pobres.
- Si los países siguen aplicando un enfoque descoordinado en la distribución de vacunas; el mundo se arriesga a sufrir pérdidas en el Producto Interno Bruto (PIB) global de hasta 9.2 billones de dólares solo en 2021.
- Incluso, si las economías avanzadas alcanzan los niveles óptimos de vacunación en el segundo trimestre de este año de este año; incurrirán en casi la mitad de este coste si el despliegue de las vacunas en las economías en desarrollo sigue la trayectoria actual.
- Incluso en un escenario más optimista. En el que los países en desarrollo sean capaces de vacunar a la mitad de su población antes que termine el año; el costo global sería de 4.4 trillones de dólares y el 53 por ciento de este costo sería asimilado por las economías desarrolladas.
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- Por lo tanto, las economías avanzadas tienen un claro incentivo económico para acelerar la distribución de las vacunas de forma coordinada a nivel mundial. Reduciendo así la posibilidad de que las perturbaciones de la oferta y la demanda en terceros países provoquen pérdidas económicas.
- En este contexto la financiación necesaria para permitir un acceso equitativo a las vacunas, debería ser reconsiderado como una oportunidad de inversión. Capaz de generar una rentabilidad de más de 166 veces; en comparación con los 27,200 millones de dólares que se necesitan actualmente para financiar el acelerador de ACT.
- Cuanto más abierta sea una economía avanzada, mayor será su beneficio económico potencial para de garantizar la disponibilidad mundial de las vacunas.
En esencia, la evidencia parece soportar el argumento de la famosa economista Mariana Mazzucato, una de las más avanzadas de nuestro tiempo, quien promueve una discusión centrada más en la creación de la riqueza que en la redistribución de esta.
*El autor es médico epidemiólogo, salvadoreño radicado en Estados Unidos
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