En la década de los noventa, con esfuerzo propio, un grupo de médicos hacíamos un programa de televisión. Se llamaba El médico en su hogar y estuvo al aire durante once años. Cada domingo se transmitía por el canal 4 de televisión y fue sacado de programación por gente sin visión de servicio al pueblo.
Era un programa de educación en salud. A través de la pantalla chica la audiencia abordaba los problemas de salud más frecuentes de la población nicaragüense. En los noventa, llegó a tener muchísima audiencia; era una época en la que todavía no estábamos inundados por el servicio de cable y su oferta de cientos de canales de televisión.
El programa nació por la iniciativa de los doctores Roberto Calderón, radiólogo, Juan Ignacio Gutiérrez, gastroenterólogo y Gilberto Martínez, maxilofacial. Ellos me invitaron como epidemiólogo a organizar y coordinar las ediciones del mismo.
Lamentablemente el doctor Martínez acaba de fallecer de COVID-19. Con él se nos fueron tres grandes, que aportaron no solo en su especialidad; sino también en el campo de la ética médica, actualmente más necesaria que nunca en la salud pública.
Otro escrito de este autor: ¿Por qué la salud es un asunto de justicia?»
Se presentaron más de 350 programas en vivo. Eso fue toda una revolución en la televisión nicaragüense, porque el programa se realizaba sin más recursos que los de cada uno de los médicos que integraban el grupo. Eso se complementaba con el aporte voluntario de cada de los médicos que fueron entrevistados.
Este programa contaba con los valores de servicio, voluntariedad, transparencia, participación y de respuesta frente a las necesidades del día a día de la gente. Sirvió también, para motivar la producción de otros programas de salud en la televisión, siendo este, uno de los subproductos importantes.
El autor también escribió: ¿Qué es la evidencia científica que debe sustentar las decisiones en salud pública?»
La Educación para la Salud es un proceso de educación y de participación crítica del individuo y su familia. Su objetivo es que la población adquiera conocimientos, actitudes, valores, habilidades y hábitos básicos para la promoción y defensa de la salud individual y colectiva. Además, la Educación para la Salud:
En síntesis, educar en salud, es dotar a los individuos y a la comunidad, de herramientas para tomar decisiones informadas respecto a su propia salud. También es enseñarles a asumir su propia responsabilidad y a influir en los demás para buscar un estado de bienestar personal y social.
Nunca es tarde para empezar a concientizarnos y responsabilizarnos de nuestra salud y la de los demás, a reconocer que tenemos distinta exposición, vulnerabilidad y consecuencias frente a los problemas de salud. De este modo los estilos de vida y comportamientos de las personas son comprendidos, no como elecciones completamente libres sino en gran medida socialmente determinadas. Por lo que la prevención y promoción de la salud debe analizar y actuar sobre esa realidad.
El autor es médico epidemiólogo
Texto original en: https://www.facebook.com/PorTuSaludNicaragua/
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