La batalla en redes sociales se gana con credibilidad»
Ernesto Robleto Falla
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Aprender a utilizar el poder de las redes sociales para divulgar las diversas violaciones a los derechos que comete la dictadura podría contribuir a salir de ella
El artículo publicado por Mildred Largaespada (@1001tropicos ), sobre la batalla mediática que se dio en las redes sociales en ocasión de la celebración orteguista del 19 de Julio, nos presenta un excelente análisis de cómo las redes sociales pueden jugar un papel decisivo en la generación de opinión pública, si se utilizan adecuadamente.
Partamos de una realidad. La inmensa mayoría de los nicaragüenses son de convicción azul y blanco. Mientras que los sandinistas y militantes orteguistas son una minoría. Además de ser una minoría, la narrativa del golpismo tiene muy poca o ninguna credibilidad dentro y fuera de Nicaragua.
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Por eso nos dice Mildred, en su valioso artículo escrito para Confidencial: Daniel Ortega sin masas en la plaza el 19, ganó una audiencia digital, ¿para qué?, que si bien hicieron un esfuerzo por destacar sus mensajes apoyados en hashtags disciplinadamente definidos y desplegados. No lograron impactar más allá del círculo cerrado que cree ciegamente en el komandante zequeda. Porque "…la red orteguista está excluida de la conversación digital".
Los usuarios orteguistas están bloqueados por la mayoría de la gente debido a su comportamiento intimidante y amenazante. Los militantes orteguistas en redes sociales no tienen público más allá de los mismos orteguistas…” concluye Mildred en su minucioso análisis.
Echar manos de las redes sociales
¿Qué lecciones podemos sacar de este episodio mediático en redes sociales? Si nosotros somos más. Si pudimos sumar 600 mil personas en la madre de las marchas el 30 de mayo de 2018. Si además nos asiste la razón, porque lo único que pedimos es libertad para los presos políticos, que termine la represión, el retorno de la democracia y el Estado de derecho, y la libertad de movilización para tener elecciones libres. Y si nuestra narrativa de la Rebelión de Abril es la única creíble, ¿qué esperamos para trabajar unidos con un propósito común? echando mano de las redes, para ganar la batalla mediática con nuestra credibilidad.
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Tendríamos que hacer varias cosas. En primer lugar, volvernos activos en las redes. Todavía es muy bajo el porcentaje de ciudadanos que utiliza las redes sociales con regularidad expresando opiniones. Y menos los que lo hacen con un propósito común, para contribuir a salir de esta dictadura. Deberíamos preocuparnos por aprender a usarlas, y los que ya lo saben, enseñar a otros a hacerlo.
En segundo lugar, aprender a utilizar el poder de los hashtags para replicar el mensaje. Y para divulgar la diversidad de violaciones a nuestros derechos que día a día nos impone Ortega por la fuerza de las armas.
La batalla de las ideas está planteada
Está bien seguir utilizando las redes sociales para socializar, como muchos hacen. Pero en estos momentos de batalla ideológica, también se vale utilizarlas para expresar opiniones que contribuyan a posicionar los mensajes de libertad, democracia, valores cívicos. Respeto a los derechos humanos, respeto a las leyes y la Constitución, rechazo a toda forma de corrupción, denuncia de los abusos que día a día comete el régimen, etc. En mi opinión, la batalla de las ideas está planteada entre libertad y dictadura.
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En tercer lugar, empezar a neutralizar el “fuego amigo”. Convenciéndoles que es hora de reorientar los ataques hacia quien es el verdadero enemigo. Y concediendo una tregua a los argumentos desgastados de atacar a la oposición.
Si lográramos hacer estas tres tareas, despertando un genuino interés en todos los que nos llamamos oposición, promoviendo el uso de la tecnología que está al alcance de todos, generaríamos un sentido de pertenencia y entusiasmo al participar en una parte importante del cambio que todos queremos lograr.
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