La ofensiva internacional continúa, pero falta la unidad interna»
La mayoría de dirigentes de organizaciones opositoras y exreos políticos son asediados permanentemente por agentes de la Policía. Imagen tomada del Facebook de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB)
Juan Sebastián Chamorro
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En estas Pascuas de Resurrección, debemos reflexionar y deponer intereses particulares para anteponer el bien mayor, la liberación definitiva de Nicaragua. Por ello es vital la unidad en la acción para desarrollar actos de desobediencia civil y luchar por nuestros derechos, por la liberación de los presos políticos y la restitución de nuestras garantías.
La ofensiva internacional contra las arbitrariedades de Ortega sigue imparable. Después de la resolución de la máxima instancia de derechos humanos en el mundo —el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas— surgió la iniciativa de Ley RENACER que se tramita en el Congreso de los Estados Unidos. Su aprobación impondrá mucho más escrutinio a las violaciones cometidas por Daniel Ortega; y sancionará la falta de cumplimiento del compromiso de aprobar reformas electorales y restituir las libertades públicas.
Además, en el Parlamento Europeo pronto habrá una nueva discusión sobre Nicaragua, impulsada por el eurodiputado José Ramón Bauzá; y esta puede desencadenar más acciones concretas en contra del régimen.
El autor también escribió: En esta Semana Santa tengamos presente a los presos políticos»
Recientemente la prestigiosa revista británica The Economist publicó un contundente reporte que ubica a Nicaragua como el peor país para hacer negocios; superado solamente por Venezuela. Si el país no cambia de rumbo, esto provocará consecuencias para la economía nacional.
La semana pasada, el Departamento de Estado de los Estados Unidos público un reporte sobre el estado de los derechos humanos en el mundo; y le dedicó una buena cantidad de páginas y abundante evidencia al caso de Nicaragua.
Ortega debe cumplir compromisos
El reporte, que es relevante para posicionar a los países en el mundo en relación al tema de los derechos humanos, es contundente. Califica al régimen Ortega Murillo de autoritario y producto del fraude electoral de 2016. Destaca la existencia de fuerzas parapoliciales que responden a orientaciones de la Policía Nacional. Además, documenta:
- Los asesinatos arbitrarios y las ejecuciones extrajudiciales
- Las torturas y tratos inhumanos
- Las capturas ilegales
- La dependencia del Poder Judicial
- Los ataques a la Iglesia Católica
- La falta de libertad de expresión, de asociación y de reunión
- La intimidación, acoso y el asesinato de campesinos.
- El asesinato de Jorge Luis Rugama el 19 de julio en La Trinidad.
- El maltrato al preso político Kevin Solís
- La muerte de Melvin Urbina después de estar preso.
- El caso de don Justo Rodríguez y
- Las amenazas de muerte por parte de policías al periodista Gerald Chávez.
El reporte del Departamento de Estado también se explaya en un sinnúmero de denuncias comprobadas de violaciones a los derechos de estudiantes, etnias y grupos opositores. Detalla los alcances nefastos de las recién aprobadas leyes que violan el derecho de información y de uso internet y se refiere al mal manejo de la pandemia.
"Estos reportes y toda la presión internacional —incluyendo la que surgirá de la Organización de Estados Americanos (OEA) al acercarse mayo— deben conducir hacia el cumplimiento del compromiso de aprobar reformas electorales y restituir los derechos y garantías. De no cumplirse estos compromisos, Ortega estará poniendo en serio riesgo el futuro de Nicaragua".
Juan Sebastián Chamorro, precandidato presidencial
Debemos deponer intereses particulares
La defensa de los derechos violentados y la lucha de la oposición nicaragüense en estos tres años, han ayudado a que la comunidad internacional conozca, documente, denuncie y presione para que cesen estos abusos y haya verdaderos cambios democráticos. El frente externo ha mantenido una constante presión contra la dictadura, denunciando en todo foro posible los abusos del régimen.
Los nicaragüenses debemos agradecer la gestión que realizan cuerpos legislativos, Gobiernos y organizaciones a nivel mundial. Igualmente debemos agradecer a los nicaragüenses en el exterior que con su lucha y denuncias mantienen activo este frente de lucha. El frente de lucha externo es complementario al principal frente de lucha, el interno, que es la fuerza primordial para generar el cambio.
Otro escrito de este autor: Nicaragua es de alto riesgo por Ortega»
En estas Pascuas de Resurrección, debemos reflexionar y deponer intereses particulares para anteponer el bien mayor, la liberación definitiva de Nicaragua. Por ello es que es vital la unidad en la acción para desarrollar actos de desobediencia civil; y luchar por nuestros derechos, por la liberación de los presos políticos y la restitución de nuestras garantías.
Para que aprovechando el contexto electoral podamos salir de la actual crisis mediante la celebración de elecciones libres y transparentes. Ya empezó abril, mes de la lucha y de seguir en la batalla por el cambio, para que podamos tener un mejor país, la Nicaragua que todos anhelamos. Falta poco, sigamos adelante. Nos mueve la esperanza.
Texto original en el blog: https://juansebastian.ch/
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