Le pregunté a una amiga si podría decirme qué entiende por Estado de derecho. Me contestó que existen ciertos límites o que todos debemos cumplir con la ley. Mi hermano me comentó ideas respecto al cumplimiento de los derechos.
Ambos –ajenos al mundo jurídico– coincidieron en que el Estado de Derecho involucra el respeto a los derechos que nuestra dignidad como seres humanos nos reconoce. Y es lo anterior lo que me motiva a contribuir en hacer del concepto de Estado de derecho, uno más digerible.
Siendo así, la Organización de Naciones Unidas (ONU), nos brinda la siguiente definición: “Un principio de gobernanza en el que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estado, están sometidas a leyes que se promulgan públicamente, se hacen cumplir por igual y se aplican con independencia, además de ser compatibles con las normas y los principios internacionales de derechos humanos. Asimismo, exige que se adopten medidas para garantizar el respeto de los principios de primacía de la ley, igualdad ante la ley, separación de poderes, participación en la adopción de decisiones, legalidad, no arbitrariedad, y transparencia procesal y legal”.
La definición aborda los elementos identificados por la doctrina como integradores de un Estado de derecho. Pero no logra explicar en palabras sencillas su implicancia.
Hace unos años circulaba un comercial de un juego de béisbol con un ejemplo que ilustra -de una forma sencilla- la noción de Estado de derecho. Su mensaje giró en torno a que solo mediante el respeto a las reglas podremos como país avanzar, identificándose plenamente con la idiosincrasia nicaragüense. Caso contrario, no prosperaremos.
Tanto en la definición de la ONU como en el comercial de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES), se enfatiza la importancia del involucramiento de todo el equipo para lograr la victoria, que equivaldría a una sociedad inclusiva y desarrollada.
Pero a todo esto, vale preguntarnos ¿Cuál es la importancia de un Estado de Derecho? No es coincidencia que los países más desarrollados sean aquellos con un índice superior en cuanto al respeto al Estado de derecho.
Por ejemplo, el Rule of Law Index 2020 del World Justice Project encontró que los países mejores posicionados fueron los escandinavos. No es de extrañar que aquellas sociedades más desarrolladas, sean estos mismos países. En sentido contrario, se encontró que las sociedades más limitadas son precisamente aquellas con posición más baja en el índice. Venezuela está en último lugar.
Aquí puede revisar el índice referido
De tal forma que el comercial resuena cuando dice: “Si no aplicamos las reglas correctamente, se genera abuso, desconfianza y se frena el crecimiento de Nicaragua. Aplicarlas solo cuando nos conviene crea conflictos, peleas y divisiones. Así no podemos jugar ni avanzar”. La correlación entre el Estado de derecho y el desarrollo no es mera casualidad. Es Causalidad.
A propósito, el ex-presidente Enrique Bolaños compartió unos ejemplos que funcionan para nuestro propósito. Dice que toda sociedad está dividida en dos grandes grupos: “los que mandan” y “los mandados”. Si existen políticos corruptos es porque hay ciudadanos corruptos que llegan a ser de los que mandan.
Solemos asociar corrupción con políticos o empresarios, pero al detenernos en el concepto, veremos que no distingue tamaños. La Real Academia de la Lengua Española, brinda la siguiente definición: “Comportamiento consistente en el soborno, ofrecimiento o promesa a otra persona que ostenta cargos públicos, o a personas privadas, a los efectos de obtener ventajas o beneficios contrarios a la legalidad o que sean de naturaleza defraudatoria”.
De esto extraemos que una de las nociones consiste en lucrarse de una situación, pese a la ilegalidad de la misma, sin distinguir entre administración pública y vida privada.
Y es lo anterior lo que nos trae a lo que el ex-presidente Bolaños dice, cuando manifiesta que entre los dos grupos siempre debe existir armonía. Y para eso pone de ejemplo al ciudadano que se queja cuando un alcalde no limpia el cauce que con la lluvia inunda su casa, pero él mismo y sus vecinos allí botan su basura. La armonía referida no es otra cosa que la consistencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Contextualizándonos en el Covid-19, vemos el rol que juega el Estado de Derecho en garantizar la observancia y respeto de los Derechos Humanos.
En primer lugar, considerando que el derecho a la salud sale consagrado en el artículo veinticinco de la Declaración Universal de Derechos Humanos, cuando reconoce que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial…la asistencia médica y los servicios sociales necesarios”.
Y como todo derecho tiene un sujeto obligado a garantizar su observancia, tal sujeto es el Estado, encontrando en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1976 -en su artículo décimo-segundo– la disposición que manifiesta que “los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental”.
Adicionalmente, tal artículo establece unas obligaciones a observar por parte del Estado, particularmente -ambientados en el tema del Coronavirus- obliga a “la prevención y el tratamiento de las enfermedades epidémicas, endémicas, profesionales y de otra índole, y la lucha contra ella”.
¿Y qué tiene que ver el Coronavirus con el Estado de derecho? Recordando la definición de la ONU, veremos que el Estado debe cumplir su deber de garantizarnos la salud. De hecho, una de las métricas en el índice global de Estado de derecho referido, consiste en la observancia y respeto a los derechos humanos.
Por tanto, si un Estado ha sido negligente, no solo incumple con sus deberes, sino que también atenta contra el respeto al Estado de Derecho, cuyos efectos se traducen en vidas perdidas.
Concluyendo, concientizar sobre la valía del Estado de Derecho es una tarea colectiva, que si bien es deber gubernamental, no debe excluir la participación de todos. Debemos reconocer nuestras fallas estructurales como sociedad, en donde no todos tenemos las mismas oportunidades. En ocasiones, ciertos derechos vienen a parecer privilegios. Y tal realidad es la que debe motivar a que toda acción muestre empatía, a fin de observar las necesidades de cada grupo y, de tal manera, poder dirigir las campañas.
Y cerrando, defino al Estado de derecho en la siguiente frase, que si bien es sencilla, engloba el principal fundamento del concepto: nada ni nadie está por encima de la Ley.
Texto original en el blog: https://legalfella.law.blog/
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Es una cantaleta de todos los dias, que suena aburrida y disonante, el cumplimiento de la Ley en Nicaragua.Debe formar parte de nuestra cultura, debe ser parte integra de nuestra siquis. El otro elemento a tomar en cuenta es la reforma integral del nefasto y precario sistema de educación que tenemos. Sin educación de calidad, no podemos reeducar a las nuevas generaciones, para que aprendan y entiendan lo que significa, Estado de Derecho y el sometimiento y cumplimiento de la Ley, con el fin único, de lograr el tan ansiado bien común.