Se agota el tiempo para la unidad de la oposición

Acaba de terminar septiembre y han pasado tantas cosas que nos quedan pocas razones para pensar en las fiestas patrias. En las que enarbolamos el orgullo y la dignidad nicaragüense. Enturbiado por un régimen que nos ha conculcado nuestros derechos ciudadanos y sigue dando muestras de querer destruir por completo lo poco que nos queda de democracia.

Falta un año para que conmemoremos doscientos años de independencia. Y en lugar de dar inicio a los preparativos para celebrar esa efeméride como debería ser, estamos atrapados por un régimen que agoniza. Pero reprime y amenaza con empeorar la crisis, si es que todavía puede empeorar.

La fortaleza y resiliencia que ha demostrado el nicaragüense, representado por un puñado de jóvenes y nuevos posibles líderes surgidos de la rebelión de abril; nos da esperanza para no perder el espíritu de lucha y resistencia ante la barbarie.

Este autor también escribió: El sueño de la Coalición, unir esos vigores dispersos es posible»

Los historiadores nos han recordado cómo logramos la unidad, incluso de los Estados Centroamericanos para derrocar al filibustero y sus planes de apropiarse de Nicaragua y de toda la Región. Algunas otras voces insisten en la unidad que podemos lograr en la Coalición Nacional, siguiendo el modelo que logró la UNO en 1990 para derrotar a Ortega.

A pesar de los vientos que corren, que amenazan con buscar otro camino. Aquellos que abogan por separarse de la Coalición no han atendido o no quieren escuchar los consejos del señor Zune que publiqué en mi artículo del pasado 25 de mayo (aquí el enlace del artículo).

El camino es la unidad

En todos los artículos que he publicado desde inicios del 2020, he abogado por el camino de la unidad; y creí que una vez proclamada la Coalición Nacional ese era el camino. Actualmente nos encontramos que algunos de los que convocaron la formación de ese instrumento de unidad, ahora ya no están contentos.

"Prefieren salirse para ir a hacer tienda aparte con quién sabe qué intenciones. No se dan cuenta de que si en realidad cometieron errores al conformar la Coalición precipitadamente. Al haber incluido tantos partidos políticos sin estar preparados; y la designación de otros representantes juveniles que les están diluyendo su voto, y por ende perjudicando su capacidad de incidencia. Pues corrijan los errores negociando a lo interno y no sigan perdiendo el precioso tiempo".

Ernesto Robleto Falla

Otro escrito de este autor: La batalla en redes sociales se gana con credibilidad»

Me parece que esa es la forma de demostrar liderazgo. El liderazgo que el país entero está demandando y todavía espera que surja con claridad. Aferrarse a un partido que se proclama libre del pecado original para abandonar este esfuerzo nacional, a mi juicio es un error garrafal.

Por favor ¡escuchen los consejos del señor Zune! No jueguen con la paciencia del pueblo que retuerce su poco ingreso familiar y se sacrifica enfrentando su propia crisis, con la esperanza puesta en esa unidad contra la dictadura.

Aprender de los ejemplos

Veamos el ejemplo de la Restauración Democrática en la España post Franco. ¿Ustedes creen que fue fácil primero para Juan Carlos I asumir el liderazgo desde la Monarquía? y luego designar a Adolfo Suárez para negociar con todo el espectro político del momento. Y además, convencerlos de establecer un régimen democrático. Incluso, para el mismo Suárez, aceptar luego su fracaso en la UCD para dar paso a las elecciones que permitieron la ascensión del PSOE y el liderazgo de Felipe González en las elecciones de 1982.  

Esos son liderazgos verdaderos, no los pañuelazos que se están dando aquí en Nicaragua. Los aspirantes a líderes que no terminan de germinar la demanda de unidad que todo el pueblo está esperando. Que los jóvenes detonaron con la Rebelión de Abril, con las vidas ofrendadas por los más de 328 muertos.

Y la resistencia que estamos demostrando pequeños y medianos empresarios, trabajadores, organizaciones civiles y pueblo en general, al resistir los embates de este régimen criminal.

Régimen que nos lleva al despeñadero con su política de represión. Leyes absurdas y chantaje con los presos políticos. Alistándose tranquilamente para montar y robarse unas elecciones, que son nuestra única esperanza de una salida pacífica y cívica a esta múltiple crisis. Parece que ponen de primero sus egos e intereses mezquinos, antes del objetivo de verdadera unidad.

Me atrevo a hacer este llamado con la mejor de las intenciones: Reflexionen. Amárrense los pantalones y ¡demuestren verdadero liderazgo, para conducirnos a la unidad total de la oposición!