Lo que está pasando en el mundo con la Covid-19 también pasará en Nicaragua. Muy sencillo, no somos seres humanos diferentes ni tampoco tenemos una particularidad defensiva. En cuanto a defensas, un nicaragüense es igual que cualquier otra persona del resto del mundo.
Desde hace varios meses, en la población infantil y juvenil de diferentes países, se ha observado un incremento en el número de afectados por la pandemia; de hecho, su tendencia es creciente y alarmante. En los estados de Texas y Florida de los Estados Unidos, los hospitales están llenos; en Nicaragua no nos informan.
Sin embargo, conocemos por colegas médicos, que se está incrementando el número de casos en esta población. Varios de ellos están presentando el síndrome multisistémico inflamatorio y entre ellos un porcentaje menor se complica y fallece.
Otro escrito de este autor: La muerte por Covid-19 es evitable, de nosotros depende prevenirla»
Si bien señalábamos que en un 80 por ciento los niños son asintomáticos, es decir, no presentan malestares; pero si están enfermos son capaces de transmitir la enfermedad. Es importante destacar que esto también ocurre en el 42 por ciento de los adultos que también son contagiosos.
Por eso insistimos en que debemos adoptar las medidas de prevención para no contagiarnos. Cuidarnos para cuidar a los demás. Porque esta enfermedad tiene la particularidad de contagiar antes de que las personas presenten algún problema; también, durante el período comprendido desde que entra el virus al cuerpo hasta que aparece alguna molestia.
"Una de las características de esta epidemia es que nos avisa con tiempo; a veces hasta nos dice a gritos lo que va a ocurrir, otra cosa es que no la escuchemos. Si lo que pasa allá, en otros países, se repite aquí antes de que tomemos las medidas correctivas y preventivas, está fracasando la estrategia de salud pública".
Leonel Argüello, médico especialista en epidemiología
Este virus ha emitido múltiples señales, nos ha dado tiempo para actuar y ni una vez le hemos hecho caso; y ahora son nuestros hijos, hijas, nietos y nietas los que están pagando las consecuencias de nuestra ineptitud.
El autor también escribió: ¿Cuál es la ruta, para evitar el contagio?»
Pero ¿todavía se puede hacer algo? Por supuesto que sí. Recordemos que los niños se contagian en la escuela o a través de nosotros los adultos; porque ellos no andan solos en las calles como nosotros. Por lo tanto:
Nuestra tarea más prioritaria debe ser dedicar tiempo a entrenar a nuestro hijos en las medidas de prevención; ya que no es justo que nuestra niñez pague las consecuencias del comportamiento inadecuado de los adultos.
Es hora de parar el incremento de los contagios, vos y yo lo podemos lograr con nuestro ejemplo.
*El autor es médico epidemiólogo
Texto original en: https://www.facebook.com/PorTuSaludNicaragua/
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