En Nicaragua ya se han registrado dos olas de casos de COVID-19 y vamos a tener una tercera. Sobre todo si seguimos sin enfrentar la pandemia de forma científica y la población desoye las recomendaciones médicas.
Desde que el gobierno de Nicaragua declaró oficialmente el primer caso de la COVID-19 en marzo del 2020, la epidemia se ha propagado y hasta la fecha no está controlada. El virus que provoca la COVID-19 sigue pasando de persona a persona, en silencio. A veces nos damos cuenta hasta que las olas se van formando. Y que igual que los tumbos en el mar, llegan, revientan y hacen ruido, tiran espuma y se esparcen y mojan grandes áreas de la playa.
El hecho de que disminuya la cantidad de casos y de muertos no significa que la COVID-19 está controlada. Ya que el virus sigue transmitiéndose de persona a persona. Cuando se registra un número grande de infectados se dispara la cantidad de casos; y eso es lo que se conoce como la ola. En Nicaragua ya hemos tenido dos y próximamente podríamos tener una tercera ola.
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No aceptar que estamos en epidemia, es pensar erróneamente que ya estamos bien; y a lo único que conduce este pensamiento es a disminuir las pocas medidas de prevención que estamos tomando. Además se crean las condiciones para seguir acumulando casos. Esto propicia que se generen más enfermos complicados, que fallecen, quedan con secuelas o daños provocados por la COVID persistente.
Recordemos que en Nicaragua la vacunación no ha llegado al 80 por ciento de cobertura; apenas vamos con el 5 por ciento. Entonces la enfermedad repite y la variante delta, con mucha facilidad puede enfermarnos; aunque estemos vacunados, ya que el inoculante lo que evita son las complicaciones de la enfermedad y la muerte.
Así que, si queremos sobrevivir y dejar de sufrir, no nos lamentemos,, mejor actuemos. Tenemos todas las herramientas para controlar la pandemia. Como personas, familias y comunidad solo tenemos que implementar las medidas de prevención. Especialmente la distancia física de al menos dos metros entre persona y persona siempre que salgamos a la calle y el uso de mascarilla ajustada que tape la nariz y la boca; y recordar que ambas medidas deben implementarse, ya que una no elimina a la otra, al contrario, potencia tu protección.
El autor es médico epidemiólogo
Texto original en: https://www.facebook.com/PorTuSaludNicaragua/
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