Teorías conspirativas y el cierre de El Nuevo Diario

El cierre del El Nuevo Diario (END) fue anunciado un par de semanas después que los medios de la dictadura retomaron una campaña en contra del Grupo Promérica ─del que es accionista mayoritario Ramiro Ortiz Mayorga─ también dueño del periódico; y días después que una buseta de la imprenta comercial del diario fue detenida con papeletas contra la dictadura.

Sumar uno más dos más tres dio para jugosas teorías conspirativas de personas que las echan a rodar por Whatsapp y por Facebook. Por ser jugosas y relacionar pactos y negociaciones debajo de la mesa, estas corren como pólvora. Pero hay cosas que los teóricos de la conspiración pasan por alto.

Por qué no creo las teorías sobre el cierre de El Nuevo Diario

Primero hay que decir que la campaña no es nueva, cada vez y cuando desde hace unos años el Diario1 de El Salvador lanza acusaciones contra el Grupo Promérica de supuesto lavado de dinero. No vamos a repetir acá toda la trama pero parece ser, como decimos en Nicaragua, "traido viejo".

Si no está al día, puede ir que a Diario1 para enterarse de la campaña; puede leer aquí lo que Promérica (Banpro) ha respondido adjuntando comunicados de la Superintendencia del Sistema Financiero de El Salvador y aquí o aquí lo que medios de la dictadura han retomado.

Pero el punto no es el "traido"

Lo que quiero responder en este Comentario es ¿por qué cerró El Nuevo Diario? Las teorías conspirativas mezclan verdades con suposiciones y desvían la atención de lo importante.

Lo que es verdad es que la dictadura quiere reducir el poder fiscalizador de los medios independientes a un punto de irrelevancia. Por eso ha mantenido secuestrados por más de un año los insumos para imprimir los diarios tanto a La Prensa como a El Nuevo Diario.

El secuestro de materia prima, además de ser un ataque a la libertad de expresión, ha generado enormes pérdidas a estos medios independientes que al final son empresas.

En una situación económica "normal" ese bloqueo y ataque a la libertad de expresión e información sería grave, pero hay que agregarle que la represión de la dictadura ha hundido la economía del país en una fuerte recesión, la poca publicidad que podía haber se esfumó.

Que la crisis de los medios a nivel mundial está llevando a la quiebra a medios de comunicación hasta en economías fuertes porque el modelo de negocio de publicidad lo han hecho inviable facebook y Google.

Que las personas aún no se acostumbran a pagar por una suscripción mensual que vale lo mismo (por 30 días) que un combo de alitas para almorzar.

Si el cierre fue "pactado" Ortiz ganó; la dictadura perdió, de calle

El Nuevo Diario, si bien informó lo que pasó durante la parte más cruda de la represión, y no era un periódico progobierno ─al menos desde abril de 2018─ tampoco se puede decir que era un medio que se enfrentaba a la dictadura como sí lo hacen La Prensa, Radio Corporación, Radio Darío o Confidencial entre otros.

Es evidente que sí hay un pleito de la dictadura contra Promérica (Banpro) pero créanme, si la dictadura "obligó" a Ramiro Ortíz a cerrar END le hizo más un favor que un daño. END generaba pérdidas mes a mes.

Si bien eran pérdidas relativamente pequeñas para Promérica, son pérdidas al fin y todo empresario entenderá que eso tiene un límite. Un golpe más eficaz era intervenir la imprenta, que sí genera dinero, con la excusa banal de estar imprimiendo "parafernalia terrorista".

En realidad, el cierre de un medio relativamente inocuo para la dictadura la golpea más de lo que la beneficia, pues pone en alerta roja a la sociedad y los organismos internacionales en cuanto a que la posibilidad de la desaparición de un medio grande es real.

No le busquen tres pies al gato

Esas versiones "conspirativas" solo tiran una cortina de humo sobre la realidad. Los medios independientes están en quiebra y si las personas quieren seguir recibiendo información confiable y la valoran, deberían tomar una suscripción digital o donar al medio independiente de su preferencia.

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